El Bicho se salvó de descender a la Primera B Nacional recién en la última fecha. Fueron cinco las derrotas consecutivas que hicieron que Independiente se acercara en los promedios. Durante el partido por la fecha 14 contra Belgrano de Córdoba en La Paternal, la mayoría del público cantó contra Luis Segura y pidió “que se vayan todos”, en una imagen de mucha tristeza y desesperación que derivó en bengalas y la suspensión momentánea del partido. Muchos hinchas ya daban por descendido al equipo por más que no hubiera estado nunca en posiciones de descenso; hasta un simpatizante del Bicho, que no aguantó más la bronca porque su equipo era un desastre y perdía con Belgrano, no tuvo mejor idea que arrojarle al técnico una dentadura postiza. Al siguiente partido de local, luego del escándalo de los jugadores separados del plantel, la victoria contra River hizo resurgir la esperanza de continuar en Primera. Ya en el cierre del campeonato, pero sin una definición, en la fecha 18 el estadio recibió a un Colón que se fue superado por un Argentinos en levantada, y fue una fiesta de papelitos que caían desde la calle Boyacá, sumada a toda una cancha, a favor de los jugadores. La montaña rusa de emociones llevaba a los hinchas de siete días de bronca porque el equipo no respondía a siete de alegría por la posibilidad de salvarse.

Luego que se conociera que Argentinos mantuvo la categoría, ya que San Martín de San Juan perdía 2 a 1 contra River, los hinchas y vecinos del barrio se fueron acercando espontáneamente, caminando o en autos, hacia los alrededores del estadio Diego Armando Maradona. Con papelitos, cantos y muchas banderas que llevó cada uno, el desahogo fue el protagonista en una tarde de mucho alivio y emoción. Fuegos artificiales en las veredas, algunos saltando descontrolados, otros con sus familias mirando tranquilos, sonrientes y aplaudiendo lo que pasaba. Fue una pequeña fiesta casual que tuvo lugar en Juan Agustín García y Gavilán, con un fogón incluido en el medio de la calle hecho con las serpentinas que se utilizan en los partidos. Sin ninguna bronca ni canciones en contra de nadie, los convocados se animaron incluso a gritar “Caruso, Caruso”. El gol de Juan Manuel Iturbe para sellar el triunfo ante San Martín (SJ) y el de Pablo Hernández en Rosario para ganarle al Newell’s campeón de visitante, dejaron a la hinchada del “Bicho” en un momento de tranquilidad.