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INSTITUCIONES
Sholem, una institución histórica
Escribe: Pablo Pilanski
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El Club Sholem Aleijem se fundó en 1923 por iniciativa de un grupo de inmigrantes judíos de ideología socialista, progresista y antisionista. Llamada inicialmente Biblioteca Popular Isrealita, dedica ahora su nombre a un autor judío que escribía en Idish. Dedicado a los libros, conferencias, debates y también deportes, el club contó -hace ya algunos años- con la presencia de Osvaldo Dragún y Luis Svartzman cuando recién empezaban a trabajar en el teatro. A la institución se acercan personas de distintas religiones o ideologías e incluso muchas parejas mixtas.

El Scholem Aleijem está ubicado en Maturín 2455. Hace algunos años que se fusionó con otras dos instituciones y desde ese entonces es la sede deportiva del  Sholem Buenos Aires.

El Sholem como institución reúne al club de La Paternal, al Instituto Sarmiento de Villa Crespo y al Peretz de Villa Lynch. Además, cuenta con un complejo en Ezeiza y otro en Mercedes, donde durante el verano ofrecen actividades para los más chicos. 

Con una visión diferente de la recreación y el deporte, la institución brinda propuestas de diversa índole: educativas, culturales, deportivas y recreativas.

En su sede de Maturín lleva a cabo las deportivas y posee una larga lista de actividades. Dentro de lo formativo hay un espacio para la iniciación deportiva, donde se enseñan los fundamentos básicos del deporte. En lo recreativo, ofrece caminatas, bicicleteadas, talleres de aerobics y relajación, y básquet, fútbol y vóley para adultos. Por último, en lo que respecta a lo competitivo, hay ajedrez, fútbol de sala y de campo, básquet y voley.

Manteniendo vigentes los valores culturales y las tradiciones populares de aquellos inmigrantes judíos progresistas que construyeron la institución, se presenta como laica y abierta a toda la comunidad. Como dice su folleto institucional, se orientan “a satisfacer las expectativas sociales, culturales, educativas, recreativas, deportivas y políticas con criterios amplios y pluralistas, que quienes deseen se parte de la vida institucional”.

Por el club pasaron grandes jugadores de vóley y básquet, como Hugo Conte, Waldo Kantor o Daniel Jacubovich, actual periodista de básquet.

Julio Barnator, la “historia viva” y ex vicepresidente de la institución, nos relata la historia del club barrial.

Era noviembre de 1923 en Buenos Aires. La ciudad, atestada de inmigrantes europeos que venían en barco escapando de la persecución. Hacinamiento total en la capital. Los conventillos, repletos de extranjeros que no hablaban el mismo idioma.

Inmersos en este marco, los judíos de Europa Oriental llegaron a la Argentina huyendo del sufrimiento de los “progroms” en viejos barcos de ultramar, y comenzaron a instalarse en la zona de Villa Crespo y La Paternal, con sus fábricas textiles y carpinterías.  

En este momento es cuando surge la necesidad de crear un lugar de encuentro para todos los judíos que venían con visiones de progreso, y una mutual para gestionar la llegada de familiares desde los países de origen. Es aquí cuando nace la biblioteca judía obrera “Af Vaiter”, cuya traducción del idish, idioma predominante, es “hacia el futuro”.

En esos primeros años, la institución se encontraba en la calle 12 de Octubre, y poco a poco fue creciendo. “Nada fue obsequiado, todo costó sudor y lágrimas”, nos cuenta Julio, un hombre tranquilo y amable de 77 años que nos recibe en su casa de Villa del Parque y que sigue manejando algunas cuestiones de la entidad.

Ya más adelante, en 1942, los hijos de los fundadores incorporan el deporte y se compra la sede actual. En ese entonces, la institución cambió de nombre y se llamó “Hogar Cultural Scholem Aleijem”, en honor al escritor ruso Samuel Rabinovich, que usaba ese pseudónimo para firmar sus cuentos de humor del 1900.

En 1965, ya con un equipo de básquet que “disputaba clásicos a cancha llena con Ferro, donde cada tanto debía intervenir la Policía”, se fusiona con el Centro Recreativo Almafuerte, que es un predio ubicado en Ezeiza, y pasa a llamarse “Asociación Cultural y Deportiva Scholem Aleijem”.

Arriba la democracia en Argentina y enseguida el fútbol a la sede de La Paternal, ya que desde 1984 participa en Faccma, que es la institución que reúne a los clubes judíos. Unos años más tarde, ya en 2002, coronando una trayectoria de muchísimos años en torneos de diversa índole, se firma un acuerdo con la ciudad de Rojas y el equipo de Vóley del club se consagra campeón del torneo argentino, bajo el nombre “Rojas Scholem”. Por ese glorioso equipo pasó Hugo Conte, el “octavo mejor jugador de la historia del vóley mundial”.

Éste es un club que ve al deporte de una forma distinta, ya que aseguran que su idea es “formar personas íntegras que puedan desenvolverse tanto en la vida como en el deporte, ya que el deporte es la vida misma”, pero no parecen tener el apoyo de organismos estatales como para solventar los gastos, ya que el ex vicepresidente aseguró: “Nosotros no recibimos casi ningún subsidio de nadie, y a pesar de las dificultades económicas que atravesamos y atraviesan instituciones como la nuestra, con gran esfuerzo seguimos desarrollando nuestras actividades sociales, culturales y deportivas”.

Fusinado con el Peretz de Villa Lynch y el Instituto Sarmiento de Villa Crespo, el Sholem Buenos Aires conforma una institución que se presenta como laica, humanista, progresista, antifascista y antidiscriminatoria.

Scholem
"Scholem" pertenece al nombre de pila del escritor Scholem Aleijem, seudónimo de Salomón Ravinovich, nacido el 18 de febrero de 1850 en Poltava, pueblo de la hoy independiente Ucrania.
En 1905 emigró a Nueva York y allá escribió el libro "Motl, el hijo del cantor", novela que relata la tragicomedia de una familia errante y la pobreza de las aldeas rusas de su tiempo.
Después, editó la continuación llamada "En América", cuyo último capítulo "Nos mudamos de casa" quedó sin terminar por la muerte del autor, ya enfermo, el 13 de marzo de 1916. Ahí vuelve con risueñas críticas e ironías a hablarnos de sus experiencias en la ciudad norteamericana a principios del siglo XX.
Cabe agregar que en el libro "Esquema de la Literatura Judía" del ensayista ruso Salomón Resnich, radicado en el país, se destaca a Scholem Aleijem como a uno de los consagrados escritores de la época de oro de la literatura idish.