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13 de febrero
DIA DEL AMOR
San Valentín, el feminsita del mes
Escribe: Diego Kaul
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El diccionario define por “femenino” a alguien que posee los rasgos propios de la feminidad, dotado de órganos para ser fecundado y como una persona débil, endeble. Mientras que el concepto masculino refiere a varonil, enérgico. Algo similar sucede con el término mujer y en el vocablo de  hombre. Por éste último, se entiende varón que ha llegado a la edad adulta, grupo determinado del género humano. Específicamente, aquel que es un hombre de punto es porque es un hombre puntilloso, un hombre público es quien tiene cierta presencia e influjo en la vida social. En cuanto a la mujer, a diferencia del hombre, se la asocia a la casa y es quien realiza los quehaceres domésticos, la mujer involucrada con el arte se la define como prostituta, mujer de partido o de punto también es una prostituta, mujer mundana otra vez es una prostituta, mujer pública, nuevamente se define como prostituta. Las luces y sombras de estas definiciones como así también el dominio del hombre sobre la mujer se ve en muchas letras de canciones donde la idealización de la mujer queda subsumida a modelos de géneros infranqueables que no hacen más que reconocerle un protagonismo de utilería. Pero, poco a poco y desde una minoría van surgiendo otros modos de relación y ejercicios de amor, esto nos lo muestra Mario Benedetti en su prosa: “Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice y todo, en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos”. Todos estos conceptos atraviesan nuestro imaginario social y en este mismo parece no caber un hombre que pueda realizar quehaceres domésticos o prostituirse. Esto no significa que este tipo de cosas no sucedan sino que no están aceptadas socialmente. Frente a esta situación, el OBSERVATORIO DE EQUIDAD DE GENERO impulsa un Programa, “La lengua y el Habla: hacia un lenguaje libre de discriminación”. Además  propone, para lograr una sociedad más inclusiva y equitativa, denominar al 14 de febrero “Día del Amor” en lugar de “Día de los Enamorados”, ya que este último estaría omitiendo así a más de la mitad de la humanidad, excluyendo a las enamoradas en su expresión por una ancestral discriminación e invisibilización, producto de un uso sexista del lenguaje. Aceptemos esta propuesta, dejemos de hablar como en la prehistoria, hoy y siempre pero más hoy la mujer está en igual de condiciones que el hombre, sólo nos falta reconocerla como tal. Yo la reconozco, Nuestro Barrio la reconoce. ¿Y vos?