El puente de la avenida San Martín, llamado oficialmente “Intendente Martín Noel”, caracteriza al barrio. Situado en la avenida del mismo nombre, es una de las vías más rápida para cruzar la ciudad de este a oeste. Pasa sobre las vías del ferrocarril Gral. San Martín, entre las calles Chorroarín y Punta Arenas. Fue uno de los primeros puentes que tuvo la ciudad de Buenos Aires.

Entre muchos de los medios de transportes que por allí pasaron recordamos al desaparecido colectivo 166, luego 66, unía Caballito con la localidad de San Martín, conurbano bonaerense; al 156, que iba desde Pompeya a Estación Rivadavia, y el trolebús 306, hoy colectivo 146.

En 1987, culminaron los trabajos de mantenimiento y se le abrió un paso por debajo del mismo. Se lo denominó “Julio Cortázar”, en homenaje al gran escritor, quien en su libro Bestiario, dice: “...el Cuyano pasó bajo el puente de Avenida San Martín y oímos sus pitadas de desollo vivo...”

Historia:

Por la gran demora que ocasionaba el tráfico ferroviario, se atrasaban los tranvía. Por ello los choferes  cortaban el recorrido y volvían para el lado del centro, y los usuarios quedaban a mitad de camino.

Antes de cruzar las barreras del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, trasladaban a los pasajeros, que cruzaban caminando, al otro lado de las vías por donde los esperaba otro tranvía. Lo mismo ocurría en la Av. San Martín y Pedro Morán, causando muchas molestias y más para los motorman, que no percibían las propinas por los grandes paquetes que transportaban en la plataforma.

En 1906 se empezaron oficialmente las gestiones para la construcción de esa obra que solucionaría dificultades del tránsito. Las gestiones estuvieron a cargo del comisario de la 1º, Martín González, junto a la Sociedad de Fomento de Villa Devoto.

En 1913 los planos del puente con la aprobación de las partes, la Municipalidad y las empresas del Ferrocarril Pacífico y Tranvía Anglo Argentino obtenían la aprobación del Poder Ejecutivo Nacional. Pero la ejecución de las obras se pararon al declararse la guerra en 1914. El Departamento Ejecutivo Municipal adquirió algunas superficies de terrenos inmediatos al lugar en que se levantó el puente.

Finalizada la guerra, la obra del puente parecía no preocupar a las autoridades, la Asociación de Fomento de Villa Devoto inició gestiones ante la Intendencia para que se tratara, logrando en 1922 la imputación de la suma de pesos 550.000 (moneda nacional) que demandaría la construcción de las rampas de acceso al puente. La Asociación de Fomento se dirigió al Honorable Consejo, localizó el asunto allí y empezó una serie de nuevos tropiezos. Tenía que estudiarlo la Comisión de Obras Públicas; todos los informes técnicos y estudios de las empresas de la Municipalidad y de oficinas nacionales demoraron muchos años.

La Sociedad de Fomento tramitó per-sonalmente la gestión, se entrevistó con algunos  concejales de la Comisión y se logró que la misma expidiera su despacho y pasó el expediente a la Comisión de Hacienda. Una cláusula del contrato de pavimentación de la Av. San Martín, observada por un Concejal de la Comisión, dio motivo para que el trámite sufriera otra demora.

El presidente de la Sociedad de Fomento pidió la intervención de algunos concejales a fin que se expidiera; Alejandro Moha prometió formular el pedido que se llevó a cabo el 4 de julio de 1924.

El concejal José Guerrico apoyó a favor del accionar de Moha y fue criticado por supuestos intereses políticos al apoyar la obra. Esto hizo que se diera publicidad al asunto, poniéndose de manifiesto lo necesario de la obra. El 9 de septiembre, en su tercera sesión extraordinaria, el Honorable Consejo autorizó a la Intendencia para que se construyeran las rampas de acceso imputando el gasto al inciso 21 art. 12, de la ordenanza del 17 de agosto de 1923. Pocos días después se iniciaron los trabajos que finalizaron en 1927, luciendo una importante estructura de hierro.

El Puente tuvo que ser clausurado en 1983 porque corría riesgo de desmoronarse.

Reconstrucción del puente:

El puente sobre la Av. San Martín consta (según la descripción técnica) de 2 partes: un puente vehicular de 6 carriles de circulación (3 por cada mano) y 2 veredas laterales con un ancho total de 29 metros. Cruza las vías del ferrocarril con un ángulo muy agudo. La segunda parte de la obra es el “paso vehicular” en túnel, ejecutado en hormigón armado bajo la rampa. En su parte superior tenía, en ambas manos, refugios a los que se accedía por escaleras construidas a tal fin.