La iniciativa plantea cambiar el nombre de dos calles y crear un circuito turístico, deportivo y cultural a cielo abierto en los barrios de La Paternal y Villa General Mitre.

Se presentó en la Legislatura porteña un proyecto para reemplazar el nombre de un tramo de las calles Boyacá y Punta Arenas por el de Diego Armando Maradona y crear un circuito turístico, deportivo y cultural a cielo abierto en La Paternal y Villa Mitre. El corredor tendría unas 30 cuadras y uniría el estadio de Argentinos Juniors y el micro estadio cubierto de ese club.

La iniciativa, sugerida por la Asociación Atlética Argentinos Juniors (AAAJ), la institución deportiva en la que Maradona debutó a los 15 años, plantea el cambio de la nomenclatura urbana para conformar un corredor que una el estadio de Argentinos Juniors "Diego Armando Maradona" y el Microestadio Cubierto Malvinas Argentinas.

La propuesta de los legisladores del Frente de Todos consiste en denominar "Diego Armando Maradona" a la actual traza de Boyacá, entre Juan B. Justo y Álvarez Jonte, y de Punta Arenas, desde Álvarez Jonte hasta Del Campo, que suman en total cerca de 30 cuadras que atraviesan los barrios de Villa General Mitre y La Paternal.

"En la constante voluntad de nuestro bloque de profundizar en la identidad de cada uno de nuestros barrios compartimos con la AAJJ que el recorrido propuesto es el más identitario de la enorme figura homenajeada y pretendemos hacer de este un paseo turístico, deportivo y cultural", indicaron los representantes del Frente de Todos.

La idea, explica el proyecto, es que ese circuito que se extenderá por más de 30 cuadras se transforme en un sitio de "homenaje permanente en el lugar que lo vio nacer a Maradona como futbolista" y en un "punto de referencia mundial" que recuerde al ídolo internacional que falleció el 25 de noviembre a los 60 años.

A su vez, propone que sea un espacio donde las entidades deportivas nacionales e internacionales puedan colocar "símbolos, pequeñas esculturas, placas con escritos y otros elementos simbólicos" y lograr así un espacio "donde las más variadas instituciones deportivas y los millones de admiradores de Maradona puedan rendirle su merecido homenaje".Además de rendirle un tributo al "Diez", señalaron, será una buena oportunidad para "sumarle a nuestra Ciudad un nuevo punto de atractivo turístico".

Para la aprobación de la iniciativa, explicaron los legisladores, será necesario que la misma quede exceptuada de los alcances de las leyes 83 y 1206, que establecen que para la designación de calles en la Ciudad con nombres de personas deben transcurrir al menos diez años de la muerte del homenajeado.

"Por tratarse de una situación inédita e irrepetible en nuestra historia, así como también para honrar a un ídolo argentino de todos los tiempos, y más allá de cualquier posición partidaria mostrar el orgullo de que nos pertenezca como argentinos y en lo que cabe como porteños, estimamos que la trascendencia mundial de la figura de Diego Armando Maradona justifica y amerita la excepción", aseguraron.

"Semejante figura de trascendencia histórica mundial corresponde ser homenajeada de esta forma. El presente proyecto tiene como fin otorgarle a este deportista y ser humano esencial en la vida de todos los argentinos y las argentinas el espacio que se merece en nuestra Ciudad, la Ciudad que lo vio crecer deportivamente", concluyeron.

Casa de Maradona

Diego Armando Maradona vivió en Lascano 2257 durante su etapa en Argentinos Juniors. La propiedad funciona como museo tras haber sido recuperada por la Junta de Estudios Históricos de los barrios de La Paternal y Villa General Mitre.

A días de cumplir 16 años, Maradona debutó en Primera División el 20 de octubre de 1976 ante Talleres. Dos años después, el club le cedió la casa para que pueda vivir con su familia a pocas cuadras del estadio que años más tarde llevaría su nombre.

El museo fue inaugurado en 2015, conserva los mismos muebles y estética de aquella época. Además, en su interior se encuentra una estatua del ex jugador de fútbol hecha a escala natural. Los sábados abre sus puertas a los vecinos y fieles maradonianos, la entrada es gratuita.

La intimidad del ex capitán de la selección argentina sigue vigente a través del mobiliario original, fotografías y unos 2000 objetos de todo tipo."Siempre junté infinidad de cosas, que tenía, que me regalaban, que compraba... Sabía que esta casa en algún momento la iba a recuperar. Insistí y por fin me pude quedar con la casa para que todo el mundo la disfrute", cuenta Alberto Pérez, ex directivo del Bicho.

Tocadiscos, adornos, muebles, platos, vasos, espejos y azulejos reflejan a la perfección el estilo de vida de esa época y dan el contexto de que aquel Maradona con 18 años. Pérez fue quien firmó el primer contrato con el jugador. "Se la compramos en 1978. Se la entregamos el 7 de noviembre, una semana después de su cumpleaños 18, porque nos demoramos, y vivió acá hasta casi fin de 1980. Estoy muy feliz porque es un proceso que llevó muchos años", detalla Pérez.

"Lo más importante es el lugar, el olor de la casa, lo demás lo armamos con una gran cantidad de cosas originales de él y otras réplicas, porque pasaron muchos años", expresa Pérez. La casa tuvo varios inquilinos que desconocieron vivir bajo el mismo techo que Maradona. Hasta funcionó como una fábrica de carteras, motivo por el que se derribaron algunas paredes. No obstante, "las puertas interiores y muchos objetos fueron guardados en el piso superior y por eso se pudo reconstruir la vivienda tal cual estaba en la época que Maradona vivió allí", revela Pérez.

"La cocina tiene la mesa original, tenemos la camiseta con la que dio la vuelta olímpica con Napoli, una réplica de la moto y la bicicleta. Además, hay revistas de todo el mundo, relojes, colonias y hasta jabones. La idea es mostrarlas y que las disfruten todos". El ex directivo investigó las fotografías tomadas a Maradona en la casa para adquirir y ordenar los mismos objetos. Y ahí están sus primeros contratos con el club, los discos que escuchaba, la colonia que usaba, las bebidas que tomaba y los cuadros que tenía, entre "tantos tesoros que permiten a los visitantes sentirse en la casa original y conocer a Pelusa un poco más", asegura Pérez.

"Uno en la vida está de paso y tiene que devolverle a la comunidad lo que la comunidad le dio. Esta es mi forma de hacerlo; tuve la idea, también tuve el tiempo, y lo logré. Nuestra idea es que esto no se pierda nunca. Lo que no se conoce no se ama, lo que no se ama se olvida y lo que se olvida se pierde", concluye Pérez.