Un sábado soleado pasamos por Tejiendo Caminos, un merendero y comedor que funciona los martes y jueves de 17.30 a 19hs y los sábados de 12.30 a 17hs, en la casa de La Paternal de Leticia y Guillermo. Nos contaron cómo surgió esta idea.
¿Cuándo decidieron abrir el comedor?
Guillermo: El proyecto nace de un sueño de Leticia, mi mujer, ella siempre fue militante política, y siempre quiso abrir un comedor comunitario infantil, más merendero que comedor, por un tema de horarios y responsabilidades. Me lo planteó el año pasado, en ese momento no estábamos bien ni laboralmente ni como familia para emprender algo así, no queríamos hacerlo a medias, creo que esto es algo que es lindo, pero lo tenés que emprender con ánimo de realidad, es una terapia hermosa.
Este año me lo volvió a plantear, estamos los dos mejor de trabajo y con menos horario, y además aparecieron muchas manos para colaborar, como un amigo de la infancia de Leticia, una persona que está mejor económicamente, que se involucró y nos dio pintura y membranas, que era lo primero que necesitábamos para poder abrir.
Leticia: Con este proyecto venimos hace un montón, teníamos esta casa al fondo llena de cosas. Nosotros vivimos acá, en la casa de adelante. Este lugar estuvo desocupado por mucho tiempo y tenía filtraciones por todos lados.
Guillermo: Abrimos una arcada entre dos ambiente para ampliar el lugar. Un fin de semana pintamos entre todos, se sumó mi hermano y amigos. Para mí esto es algo nuevo, como va madurando el proyecto, maduro yo. Esto es una terapia que me abrió los ojos.
¿Qué día empezaron?
Guillermo: Apuramos el día de la inauguración, que fue el sábado 14 de septiembre, en realidad estaba planeada para el Día de la Primavera, porque necesitábamos el contacto con los chicos.
¿Ustedes veían que había una necesidad en el barrio?
Guillermo: Sí, hoy la necesidad está en la mayoría de los hogares. Me pasa a mí, que comprar todos los días las galletitas para mi nena, para que lleve a la escuela se hace difícil. Si a mí me aprieta, imagínate una persona que perdió el trabajo. ¿Cómo hace? De solo pensarlo, me vuelvo loco. Tengo una hija de 12 años, Leticia tiene una de 20 y otra de 10.
Leticia: Esto es una responsabilidad, mala sangre también porque el día que no tenemos para comprar se hace difícil, esto está por nosotros. Por suerte la gente tiene un corazón enorme y a veces publicamos lo que necesitamos en las redes sociales y vienen los vecinos y nos traen.
¿Qué días funciona el merendero y comedor?
Leticia: Estamos los martes y jueves de 17.30 a 19 hs y los sábados de 12.30 a 17 hs y damos almuerzo y merienda.
Además del merendero y comedor, ¿hacen otras actividades?
Leticia: Sí, ya hemos hecho de todo como pintar y dibujar, contar y leer cuentos. Tenemos juegos de mesa y armamos un ropero comunitario para que los que vienen puedan llevarse las prendas que necesiten.
¿Vienen muchos chicos?
Guillermo: Apostamos a traer chicos de cualquier estrato social, el que no tiene, el que tiene poco, el que tiene mucho. Los chicos son todos iguales. Que vengan y jueguen todos juntos, que se sientan a esperar la comida, todos son iguales.
Tenemos una convocatoria desigual, hay días que vienen 12 chicos y otros días vienen 38. Hoy cocinamos para 25 nenes, ya llegaron 10 y sé que vienen otros 3. Como es gente que no está en situación de calle, pero tal vez pasaron por un desalojo y fueron a vivir a la casa de un pariente y son 8 en un ambiente.
Queremos que vengan más chicos, vamos a salir a buscarlos. Esto es como una rueda, hoy tenemos la misma cantidad de chicos que de manos para ayudar.
Leticia: Queremos que los nenes aprendan a lavarse las manos antes de comer, a esperar a que todos terminen de comer para levantarse de la mesa. La idea es que se respeten mutuamente para que ellos lo hagan en las casas. Nosotros no nos podemos meter en la crianza de los chicos.
¿Cómo hacen la convocatoria para que los conozcan?
Guillermo: Quiero ir a La Carbonilla, sé que hay tres comedores adentro, que están bancados a nivel político, está un poco tirante para ir, entonces quiero primero hablar con los responsables de cada comedor, por una cuestión de respeto también, y ver si les podemos liberar la cantidad de gente que tienen porque deben estar abarrotados.
Leticia: Yo quiero ir a recorrer las iglesias y parroquias del barrio, contarles quienes somos y que hacemos para que si ven a alguien con necesidad lo manden para acá.
¿Cómo obtuvieron los elementos necesarios?
Guillermo: Todo lo que tenemos acá son donaciones, desde el castillo inflable, que me lo prestó un vecino de la Comuna 15, que es de un partido político, no importa cual, siempre y cuando vengas a ayudar, esto es de todos, no vamos a colgar una bandera de nadie. Me prestó el inflable, lo emparchamos y lo usamos. El tobogán lo donó una vecina de la casa de al lado.
Esto mueve a las personas, me reconecté con gente que perdí en la vida y que por esto volví a encontrar.
Leticia: Yo voy a las panaderías del barrio a buscar las facturas y el pan que les queda a la noche. Un día unas chicas que fueron a la procesión de Lujan nos donaron 140 panchos que les habían sobrado.
¿Tienen relación con otras organizaciones del barrio?
Guillermo: Sí, Nadia, una amiga mía del secundario, es la que mueve las redes sociales, se encontró con un grupo de gente que se llama “Emprendedores con Impacto” y nos empezaron a ayudar.
¿Quieren hacer los trámites para pasar a ser un grupo comunitario y que el Ministerio de Desarrollo Social les envíe alimentos?
Guillermo: Tenemos una falencia a nivel administrativo que nos impide recibir donaciones, como por ejemplo, hay una empresa acá a la vuelta que colaboró con un montón de cosas y nos preguntaron que necesitábamos, pero ellos precisan una constancia de tramitación de la ONG. Un escribano nos está ayudando con esto, pero es un trabajo largo.
¿Qué planes tienen para el futuro?
Guillermo: El día que inauguramos, dijimos: esto es para siempre. La idea es ir madurando el proyecto. Nos ayudaron mucho las chicas de Zumba, gente del instituto Cabrini. Personas que se acercaron para preguntar que necesitábamos para hacer un menú con carne. Uno de mis estandartes es que haya carne en el menú de los chicos.
En la inauguración hicimos chorizos, otro sábado hicimos guiso, no quiero que los chicos coman sólo fideos y arroz. El otro día vino una señora con un carrito con 5 kilos de bola de lomo y un maple de huevos, hicimos milanesas. Otro día nos trajeron 6 kilos de carne picada e hicimos hamburguesas caseras. Y hoy hay bifes a la criolla con puré, la carne la trajo una compañera del secundario de mi mamá.
Además, queremos hacer una Noche Buena para los chicos con regalos y una mesa como la de todas las familias con huevos rellenos, matambre, carré de cerdo, vitel toné, un banquete para los chicos. Me trajeron un disfraz de Papá Noel buenísimo, el sauce va a ser el árbol de Navidad. Quiero que los chicos pasen una navidad como las que yo pasaba de pibe.
Leticia: Vamos de a poco, esperamos crecer un poco más. Tratamos de poner todo el amor que podemos.
Para comunicarse con Tejiendo Caminos:
Facebook: @tejiendocaminoscaba
Instagram: @tejiendo.caminos.19
Reciben donaciones de alimentos (lo que más utilizan es manteca, mermelada, yerba, té, galletitas, leche, cacao, jugos), ropa de grandes y chicos, zapatillas para grandes y chicos, juguetes, libros y materiales escolares.