Periodista y conductor de C5N. Tiene su programa La Tarde, de lunes a viernes de 14 a 18. Pero no llegó a la pantalla por amor al periodismo, sino por otra pasión que hoy desarrolla y promete instalarse en el barrio de La Paternal.
Dice que llegó de grande a La Paternal, a esa casa familiar que tiene en La Isla, uno de los recovecos misteriosos del barrio, donde el vecino se sienta con el mate en la puerta.
Guillermo Favale conversó con Nuestro Barrio sobre la familia que armó en el barrio, sobre sus futuros "bichos" -a pesar de su preferencia Millonaria-, y el verdadero amor de su vida: el boxeo.
Favale quiere muchas cosas. Algunas las ha logrado, una linda familia con esposa, el primogénito Valentino, el pequeño Genaro y el peludo de Boris, ese hijo que ladra y lo acompaña todas las mañanas -menos los sagrados domingos-, a correr por el barrio. Favale quiere muchas cosas. Y hay algunas que están por venir. Dice que siempre amó el boxeo y se le nota cuando habla del gimnasio en el que entrena con sus pupilos. En una conocida revista deportiva declaró que "¿Quién te dice que no pueda llevar a un pibe a un título mundial?". Y entrena en un espacio en el barrio de Liniers pero ya anda olfateando alguno por La Paternal. Porque el barrio tira. Y mucho.
¿Por qué La Paternal para vivir?
Al barrio llegué de grande. Recién aterricé cuando mi esposa quedó embarazada de mi primer hijo. Vivíamos en un departamento chiquito del barrio de Colegiales. Y viste cómo es esto, cuando estás en pareja está todo bien, pero cuando sabés que va a venir el bebé, de repente no hay espacios, no sabés dónde meter la cuna, el cochecito, los juguetes, etc... Entonces ahí salimos a buscar departamento. Esto fue en 2008. Un día viene mi mujer y me dice que vio un departamento por internet en La Isla. Fuimos a verlo. Y elegimos la noche, para ver cómo era a oscuras. La verdad no nos pareció para nada peligroso. Ese año nos mudamos. Ese año nació mi hijo. El es verdaderamente de La Paternal.
Es gracioso porque yo tenía en el recuerdo un local de masajistas por ahí. Y de repente estoy lleno de recuerdos del barrio.
¿Y la sensación cuando entraste en la futura casa de tu familia?
Fue hermoso, porque en el barrio había gente sentada afuera, tomando mate, y eso que era invierno. En verano están todos sentados afuera y no pasa nada, la gente confía en los vecinos. Cuando entré por primera vez en la casa me encantó, ¡era enorme! Mucho más grande de lo que yo me imaginaba. Fue un 1 de mayo de 2008, un día del trabajador. Valentino nació un par de meses después.
Genaro nació el 11 de abril de 2011, también viviendo allí en La Isla. Los dos son verdaderos Paternalenses.
¿Qué hacés en el barrio con tus niños?
Recién ahora tienen edad de participar en algunas cosas, antes era el jardín, al auto, a casa, a un cumpleaños, al auto, a casa. Y así. Valentino probó ir a Argentinos Juniors y seguramente el año que viene seguirá yendo. Fuimos a la cancha a ver Argentinos contra Tigre, para Genaro fue su primera vez y le encantó. Los veo muy copados con Argentinos, me pidieron hasta la camiseta, imaginate.
Por mi parte, corro todas las mañanas en el barrio, detrás del Carrefour de Warnes, donde estaba el albergue Warnes. Boris, mi perro, me acompaña. Los domingos no. Me tomo descanso.
Además es el lugar que más frecuento, cuando viene alguien lo llevo ahí y quedo muy bien.
Otra de las cosas que me gusta hacer es sentarme en la terraza y escuchar los recitales del Estadio Malvinas, estamos detrás, me llevo algo para tomar y disfruto. El otro día escuché todo el recital de La Berisso. ¡Gratis! (risas).
¿Qué modificarías del barrio?
Creo que esta parte donde vivo necesita un envión. No sé si por desgracia o suerte no lo descubrieron como boom inmobiliario. Porque es una zona que está cerca de Palermo, y una vía ferroviaría separa a los dos barrios. Pensá que en auto, estoy en 12 minutos del canal. ¡Es cerquita!
Me encanta escuchar los pajaritos a la mañana y hablar con la gente. Y me gustaría tener un bar. Le falta un bar, donde bajar a tomar café y leer el diario, o encontrarte con amigos. Cuando ponga mi gimnasio en el barrio, seguramente pondré un bar dentro.
¿A qué lugar del mundo se parece La Paternal?
Este lugar en particular, se parece a España, yo viví en un lugar en las afueras de Barcelona. Este barrio es idéntico a la década del '50. Está detenido en el tiempo, como estático...
Descubro viviendo acá que la gente tiene un gran amor por su barrio, no se da en cualquier barrio de la Ciudad de Buenos Aires, eso hace además que mucha gente viva acá por generaciones, que hayan vivido sus abuelos, sus padres, los hijos y los nietos. Hay arraigo desde lo profundo. Veo un sentimiento de pertenencia muy marcado. El bicho, la estación La Paternal, la parte de atrás del cementerio. Nosotros somos esos, los de atrás del cementerio.