23 de Noviembre 2025
RINCÓN DE LOS RECUERDOS
Los vecinos, mis influencers de toda la Vida
Escribe: Fabiana Minué

 

 

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Desde que nací, hace casi sesenta años que este es mi barrio.
Honro la calle Terrero al 1500 porque en ella pasé casi toda la vida. Allí, conocí a quienes llamo hoy, “los verdaderos Influencers” de mi infancia, adolescencia y juventud, también. Fueron mis vecinas y vecinos de Terrero.
En grado de importancia para mi corazón y recuerdos, el primero por antigüedad y cariño absoluto fue: Don Juan. Hablamos de Terrero 1534. Hoy ya su casa no está como antaño – Don Juan, el guardián de la cuadra, siempre listo y atento.
Primero tuvo una verdulería y luego un almacén, al lado de mi casa. Así que era fácil comprar y charlar.
Cuando Don Juan se jubiló, siempre estaba en la puerta, o sentado o barriendo. Entonces, para mí, pasar a su lado era un paso obligado. Volvía de mi trabajo (docente de secundaria) apurada por volver a salir. Don Juan, en la puerta, me daba charla.
Algo me comentaba, me preguntaba, o me relataba. Yo hubiera querido volar por mi eterno apuro y el agobio en mi trabajo, pero No podía dejarlo sin respuestas. Me parecía descortés, desubicado o de maleducada no responderle.
Es verdad que me demorabá pero qué necesarias sus historias del barrio y sus pausas en mi vida. Me volvían a la paz y a bajar los “decibeles” de mi locura cotidiana. Claro que Don Juan ya no está entre nosotros y se extraña en Terrero. Homenaje al eterno Don Juan.
En Terrero al 1500 vivía mi adorada Nené, la guerrera de la buena onda.
Fue una adelantada para su época – La diosa ágil siendo yo todavía niña, ya daba clases de yoga (sin cobrar) a las señoras del barrio, inclusive a mi mamá. Era solidaria con todos y le sobraba buena onda. Adoraba charlar con ella y su espíritu de gladiadora, su temple y fuerza. Siempre, pintaba o cosía, daba yoga o encontraba las mil formas de reciclarse para ser feliz. Ya no está entre nosotros. Homenaje a mi querida Nené. La Guerrera de la buena onda.
El almacén de Dingui, en Terrero al 1500 estaba capitaneado por Roberto, el papá de Dani y Leo y esposo de Margarita- Roberto ha sido “la sonrisa madrugadora”.
El almacén abría tan temprano que siempre nos salvaba si a las 7 de la mañana, nos faltaba alguna galletita para que mis hijas llevaran a la Escuela. Cuántas veces nos “fió” porque no disponíamos del dinero. Con paciencia y alegría, un prócer de Terrero. Homenaje a nuestro querido e inolvidable Roberto.
En la vereda de enfrente de mi casa, moraba Don Gino, Terrero al 1500.
Creo, sin dudarlo, que le aventajaba a Don Juan en permanencia en la vereda. Era el dueño de la vereda de enfrente. Lo que jamás olvidarán quienes lo conocieron será su acto más arrojado y valiente. Al lado de su casa, funcionaba el ex Salón de fiestas, conocido como Castillo de Camelot. En esa época era una Guardería-Jardín de niños. Una tarde, hora de la siesta, sucedió lo impensado. Un niño pequeño, sin querer, cayó del balcón del Castillo.
El destino quiso que, Don Gino, guardián de la vereda de enfrente, lo rescatara “al Vuelo” y que se coronara como héroe de la cuadra, no sólo salvando al niño sino también el pellejo de los dueños del Jardín en cuestión.
Para concluir, en esta ruta de Vecinos Notables de Terrero voy a hablarles del kiosco de Susy, Terrero, esquina Tres Arroyos. Hoy también funciona un negocio de golosinas, pero antaño lo atendía Susy, la esposa de nuestro querido Chacho. Susy era la “reparadora de corazones rotos” . Con sus chocolates y golosinas sabía alegrar nuestras almas, aunque ella estuviera triste o preocupada. Cuando íbamos a comprar los famosos caramelos Sugus, ella sabía que mi hija mayor prefería los de “menta” y entonces agrupaba los verdes para ella.
Gracias les doy a ellas y ellos por enseñarme la paciencia, la alegría, la valentía. No les puedo negar que si paso por las respectivas puertas de cada uno, una melancolía tanguera me estruja el corazón pero, recuerdo esas sonrisas y modo de ser, cierro los ojos y veo de nuevo, la cuadra iluminada por sus rostros. Vuelvo a ser niña y a ser feliz, de nuevo.