El miércoles 5 de noviembre quedará grabado a fuego en la memoria de todo hincha de Argentinos Juniors. En el Estadio Monumental de Córdoba, el Bicho vivió una de esas noches que duelen más que una simple derrota: fue el sueño truncado de un título que se escapó por penales después de una épica remontada que hizo vibrar a toda La Paternal.

Cuando el marcador mostraba un cruel 0-2 en contra, Argentinos Juniors demostró por qué es el "Semillero del Mundo". Con el corazón y la garra, logró el empate agónico en los minutos finales.

La pasión no conoció distancias. Desde que se pusieron a la venta las entradas, una marea humana rodeó el Estadio Diego Armando Maradona. Cien micros y tres aviones completos testimoniaron el amor de una hinchada que desbordó la popular asignada. Por unas horas, Nueva Córdoba se tiñó de rojo y blanco, del color de un barrio que late al ritmo del fútbol.

En la tanda de penales, Molina, el mismo que había sido figura clave en la semifinal ante Belgrano, falló dos veces ante el arquero Marinelli. En sus redes sociales, el jugador expresó el dolor de todo un club: "No tengo fuerzas para describir el dolor que siento. Le quiero pedir disculpas al hincha que hizo mucho esfuerzo para viajar y acompañarnos".

Sergio "Chiquito" Romero, llegado hacía pocas semanas para reemplazar al lesionado Diego Rodríguez, tuvo una noche para olvidar. El arquero que alguna vez fue héroe en mundiales, no pudo repetir su magia en los penales mendocinos.

Mientras muchos equipos conquistan títulos en base a circunstancias efímeras, Argentinos Juniors construye sobre cimientos sólidos. Este Argentinos no es el de las casualidades, sino el de la planificación, el que avanza año tras año, el que siembra para cosechar.

Aunque se perdió el pasaje directo a la Copa Libertadores 2026, el Bicho mantiene vivas sus chances a través del campeonato anual. Los partidos pendientes ante Belgrano y Estudiantes de La Plata serán la prueba de fuego para demostrar que esta herida, aunque profunda, no mata el espíritu de un club que sabe levantarse.

Como bien dice la sabiduría popular de La Paternal: "Los títulos se ganan y se pierden, pero el sentimiento queda". Hoy duele, duele mucho. Pero en las calles de La Paternal, en el estadio Diego Armando Maradona, en la Tierra de Dios, se sabe que el Bicho y su gente, como el Ave Fénix, siempre renace de sus cenizas.