Como sabemos, la construcción de bicisendas quita a las arterias espacios de estacionamiento en una ciudad donde se nota un marcado déficit producto de la falta de cocheras particulares, la imposibilidad económica para muchos de guardar sus vehículos en garajes y el aumento del parque automotor.
Ni bien se construyó la ciclovía sobre César Díaz vecinos frentistas afectados comenzaron a reclamar a las autoridades que ya no tenían lugares para dejar sus vehículos en las cercanías de sus domicilios.
Como solución y evidentemente sin haber realizado estudios previos sobre el terreno, el gobierno de la ciudad encaró sobre esa calle una prueba piloto en la que puso en práctica un nuevo sistema de bicisenda con estacionamiento paralelo, con una distancia mínima entre aquella y el estacionamiento de un metro (fuelle) para permitir que el automovilista cuando abra la puerta no ponga en riesgo a los ciclistas.
La ciclovía se extiende desde Chivilcoy a Artigas (casi dos kilómetros), mientras el tramo en que se puede estacionar es entre Chivilcoy y Avenida Nazca, luego se cancela el estacionamiento paralelo porque circulan colectivos, aunque se forma un nuevo nudo a la altura de la Comisaría Comunal 11, donde la Policía de la Ciudad suele dejar los móviles pegados a la bicisenda.
Si la experiencia funcionaba, el Gobierno de la Ciudad tenía previsto extender el sistema a todas las calles que, como César Díaz, son de mano única, no circulan colectivos y tienen un ancho mínimo de 10,40 metros.
El resultado: queda un solo carril para circular y los 1300 metros de bicisenda que se combinan con estacionamiento paralelo se volvieron caóticos para el tránsito vehicular; largas filas avanzan a paso de hombre; autos, camiones y micros permanecen detenidos por largo tiempo producto de los embudos que se generaban en ciertas cuadras, como en la que coinciden el club Imperio Juniors, el colegio Quintino Bocayuva, una empresa de puertas blindadas y una empresa de mudanzas.
De vivir en una calle relativamente tranquila y de circulación fluida producto de su amplia calzada, que los conductores solían elegir para evitar los congestionamientos de la avenida Juan B. Justo, se convirtió en un desbarajuste permanente.
Residentes y comerciantes frentistas que vieron caer estrepitosamente sus ventas, familias de la comunidad de la escuela Quintino Bocayuva y socios del club Imperio comenzaron a realizar reuniones y se fueron agrupando en el colectivo “Vecinos de Cesar Díaz” para plantear un rotundo #noalaciclovía. Para comunicar lo que está sucediendo armaron una página en Facebook “Vecinos de Cesar Díaz”, juntaron firmas para presentar en la Comuna 11, se reúnen con legisladores y recurrieron a la Defensoría del Pueblo.
El 9 de octubre a instancias de un pedido expreso de la Contadora Elisabet Piacentini, vicepresidenta de la Unión de Comerciantes de Villa del Parque, un equipo técnico de la Dirección General de Tránsito y Transporte del Ministerio de Desarrollo urbano y Transporte, integrado por la Arquitecta Antonella Tossutti (asesora técnica), Sebastian Mascurín (coordinador), Alan Bafou (señalización) y Martín Viale (señalización), recorrieron las calles Juan Agustín García y Cesar Díaz. Constataron in situ lo que lo que está sucediendo.
Minutos después, Piacentini comentó: “se dieron cuenta que había seis cuadras de cola sobre César Díaz para cruzar Nazca. Se miraron entre ellos y no lo podían creer!”... “me dijeron que se daban cuenta que había fracasado y funcionaba muy mal. Me aseguraron que iban a informar que la prueba piloto había fallado y genera caos de tránsito, aunque aclararon que la decisión no depende de ellos”.
Porque los vecinos de Cesar Díaz dicen NO a la Ciclovía:
• Porque es un peligro para peatones, ciclistas y automovilistas el cruce de Nazca y Cesar Díaz.
• Porque la empresa de mudanza de confianza del barrio no puede maniobrar la entrada y salida de camiones.
• Porque en horas pico se forman no menos de 5 cuadras de cola para que los autos crucen Nazca.
• Porque los rodados de gran porte pasan extremadamente cerca de los autos estacionados.
• Porque no se consultó con ningún vecino frentista la construcción de la Ciclovía.
• Porque Belaustegui y Camarones también colapsan en hora pico debido a esta prueba piloto.
• Porque ya existe una bicisenda a solo 3 cuadras en Juan A García.
• Porque cambiaron de lugar el estacionamiento exclusivo de una vecina con discapacidad.
• Porque las Ciclovías de doble mano con estacionamiento paralelo son peligrosas para los Peatones, Ciclistas y Conductores.
• Porque luego de construir el Metrobus, César Díaz y otras calles laterales a Juan B. Justo, se transformaron en vías rápidas para el tránsito.
• Porque se gastaron recursos en forma innecesaria.
• Porque el barrio se transformó en un caos: Riesgoso para caminar y circular, con congestión vehicular y ruidos molestos.
Por todo esto los vecinos de Cesar Díaz queremos ser escuchados por el Gobierno de la Ciudad.