El fútbol era el imán que juntaba a todos los pibes de las distintas esquinas, de los distintos "barrios" que competían entre sí en los "desafíos" en que se disputaba el honor por defender los colores de su once.
Todos estábamos atentos para diseñar la estrategia a seguir para alcanzar la gloria pero, siempre el fatídico pero, sabíamos que había un cuadro que era invencible, se soñaba pero se sabía utópico.
Ese cuadro era Oriente, con mayúscula: ORIENTE.
Era la creación de "Pocho" Zamudio, sí, el mismo que creó la inolvidable murga "Los Locos de La Paternal", el que vivía en Biarritz entre Terrero y Andrés Lamas, casi enfrente de la Panadería "La Margarita", en la misma cuadra que "Dolores, la Petenera". "Pocho" estaba acompañado en esta patriada por el "Flaco" Scarpatti.
Oriente era la meta a la que todos queríamos llegar y lucir su camiseta celeste. Oriente había llegado a disputar la final del Campeonato Infantil "Evita" enfrentando a Pampero, perdió la final pero no la dignidad.
Todos queríamos ser compañeros de equipo de "Cacheiro" Bresci y de "Coquito" Ventura, de la famosa ala izquierda Menakier y Buki y de Facundo que llegó a jugar en San Lorenzo. Y no olvidemos a nuestro querido "Nino" Spilinga. Cabe recordar que había campeonatos en que, no sólo había que respetar edades sino que también para ser jugador de campo no se podía sobrepasar una altura determinada y Nino que era jugador de campo, era muy "lungo" y sólo se le permitió jugar en un campeonato como arquero, se aventuró, se decidió y se puso bajo los tres palos que defendió hasta jugar en un Mundial Juvenil defendiendo el arco argentino. 
De quienes jugábamos en la calle llegaron a Oriente tanto Coquito como Kuky y también fue oportunamente convocado Tito Tolosa y su hermano Carlitos.
Jugar en Oriente era la antesala de jugar en las divisiones inferiores de Argentinos Juniors donde "Pocho" Zamudio era el "jas derecho" de la reserva pero como el titular de la camiseta 4 era "Osquita" Distéfano siempre quedó "siendo titular de la Reserva".
Oriente, para nosotros los Pibes era la Selección Nacional, algo etéreo, algo inalcanzable e inaccesible, algo superior a nuestro humilde pero muy querido "Sportivo Terrero".
Una vez los enfrentamos e íbamos igualando 0 a 0, lo que ya era una hazaña pero el referí adicionó demasiado y Facundo nos "vacunó", pero quien nos quita lo bailado de haber sido pares con ese scratch barrial.
Recuerdos de una infancia feliz en la que Oriente y Sportivo Terrero quedaron bordados en nosotros, esos "pibes de antaño".