Dentro de la geografía barrial encontramos un cruce de cinco esquinas, la de Terrero con Alvarez Jonte, dado que allí también desemboca la calle 12 de octubre.
En una de las esquinas había una herrería de caballos, dado que en las cercanías había varios corralones donde se guardaban sus carros lecheros y sifoneros como así también sus caballos. En esa herrería trabajaba June, un personaje de la zona al que recuerdo siempre con un delantal con pechera de cuero dado que allí apoyaba las patas de los caballos cuando le cambiaban las herraduras.
En diagonal a la herrería había un bar, un café donde paraban los hermanos Rizzo, el hermano de "Pocho" Zamudio y "nuestro artista del barrio": Hugo Campos, al que algunos recuerdo lo llamaban por su alias de "Colecta".
Hugo Campos siempre estaba impecablemente vestido, con traje, camisa y corbata y en mi mente está aún grabada su sonrisa.
¿Era actor?, no lo sé.
¿Era animador?. tampoco lo sé.
Recuerdo que una vez estuvo animando una fiesta que tuvimos en nuestra querida Escuelita de Jonte, allí a media cuadra del bar, en el "1964" de Jonte, y fue todo un acontecimiento que viniera ¡Hugo Campos!
Nombré a los hermanos Rizzo de los que el más conocido y reconocido en el barrio era Armando, boxeador profesional, ídolo barrial, al que nadie podía "hacerle morder la lona", hasta el día que tuvo su combate con José María Gatica, ni más ni menos que con el "Mono" Gatica. Fue algo sangriento pero previsible.
Armando Rizzo siguió combatiendo pero cuando ya por razones etáreas se retiró de los cuadriláteros fue contratado por otro símbolo barrial, el Club por antonomasia, la Asociación Atlética Argentinos Juniors.
En el Tifón de Boyacá hizo las veces de masajista y semana tras semana lo veíamos sentado en el banco junto al entrenador de turno por si alguna circunstancia hacía necesaria su asistencia durante el partido a alguno de nuestros cracks.
Viejo Bar ese de Jonte y Terrero donde también se daban cita los repartidores de hielo pues en ese entonces, década de los '40, no era común tener una heladera eléctrica y las pequeñas chatitas usadas por esos repartidores contenían las barras de hielo que, serrucho mediante y un golpe seco dejaban prontas para su reparto a las porciones que en los hogares, previa envoltura con telas y papeles, se colocaban dentro de pequeñas heladeras.
Todas las mañanas paraba en la puerta de mi casa la camionetita de Celso (Álvarez) y allí sus "secretarios" y amigos del barrio, Jorge "el Flaco", Héctor, Jorge "el Gordo", iban casa por casa a llevar esa porción de hielo que previamente envolvían en una bolsa de arpillera pues "el hielo quema".
Ya se derritieron las barras de hielo, ya el tiempo se llevó esas heladeritas enchapadas interiormente en metal para conservar el frío y dar paso a las Siam con "bolita", ya Armando Rizzo no pelea ni masajea, ya de Hugo Campos queda el recuerdo de su gran sonrisa, tantos ya no somos los pibes de entonces, somos los hoy "Pibes de Antaño".