En los pasillos del Instituto de Oncología Ángel H. Roffo, donde cada día se vive la lucha silenciosa de miles de personas, una nueva propuesta busca sembrar belleza, sensibilidad y contención emocional: Intensity Art II. A mediados de agosto, tres artistas consagrados intervinieron con murales de gran escala los espacios del Roffo, una institución emblema en la atención oncológica. El objetivo es transformar el tránsito hospitalario en una experiencia emocional, estética y reparadora para pacientes, familiares y personal médico.
Bajo el lema “Cuando las palabras no alcanzan, el arte abraza”, Intensity Art II proyectó esta acción consciente, un homenaje vivo a quienes transitan procesos complejos en un hospital. Con la consigna “Conexión del ser con la naturaleza”, los murales buscan revalorizar la pausa, el color, la contemplación y el impacto emocional como parte integral del bienestar humano.
Las paredes del centro de oncología más importante del país, situado en Avenida San Martín 5481, se llenaron de colores que transmitieron emociones y figuras de alta significancia. El evento contó con la participación de Martín Garrido, Carina Amarillo y MIN8 (de Uruguay), reconocidos en el muralismo callejero nacional e internacional.
La acción es impulsada por la Fundación Sonríe la Vida, una organización de innovación social especializada en tecnologías de bienestar, medicina de precisión e inteligencia emocional, que desde 2005 trabaja con poblaciones vulnerables, profesionales de la salud y líderes sociales para promover el equilibrio emocional y físico como parte de una salud integral.
La Fundación Sonríe la Vida está compuesta por médicos de distintas disciplinas, y se propone como misión aplicar “tecnologías innovadoras que contribuyan al bienestar individual y colectivo”, entendiendo este como “el estado general de satisfacción y felicidad que experimenta una persona en su vida”.
Intensity Art fue presentado por la fundación como “un evento que une arte, salud y comunidad”, utilizando “colores que transforman espacios, miradas y vínculos”. Por eso, se decidió intervenir los muros del Instituto Roffo con “obras que celebran la vida, la naturaleza y la fuerza interior”.
Pasados los tres días de trabajo, pudieron verse en las paredes del centro de salud murales con aves, mariposas y flores, con la presencia de colores bien vívidos y que transmiten esperanza y alegría, como el verde, el lila y un rojo atenuado. Además, se pintaron bancos de acceso.
Como balance de la edición de Intensity Art, la Fundación Sonríe la Vida celebró: “Trazo a trazo, pincelada a pincelada, llenamos de color y esperanza los rincones del Instituto Ángel H. Roffo. El arte como puente que conecta personas, emociones y nuevos comienzos. Esta es una obra colectiva que nos recuerda que juntos podemos crear un entorno más humano”.
El Instituto Ángel H. Roffo fue fundado en 1922, es un pilar de la salud pública argentina. Reconocido por su excelencia científica, atención gratuita y compromiso social, atiende a más de 100 mil pacientes al año, siendo además hospital universitario y Monumento Histórico Nacional por su valor arquitectónico.
Es transitado por más de 300 mil personas anualmente, convirtiéndolo en un punto clave para una acción artística que impacte no solo a los pacientes, sino también a la comunidad.
El Instituto Roffo se encuentra inmerso en la lucha de los hospitales nacionales ante la situación de emergencia que generó el recorte presupuestario de la gestión del presidente Javier Milei.
“El congelamiento presupuestario lleva más de un año, con una inflación acumulada superior al 70%, mientras que los hospitales universitarios no recibieron aumentos”, denunció el rector de la UBA, institución de la que depende el centro que es el más importante en oncología del país. Como consecuencia de lo expresado por el titular de la casa de estudios, el poder adquisitivo del personal del Roffo se redujo un 40%, y muchos salarios se ubican por debajo de la línea de pobreza.