Vecinas y vecinos del Barrio Nazca, que forma parte de Villa Santa Rita, plantean al Gobierno de la Ciudad que la Biblioteca Rafael Obligado, ubicada en Pasaje Crainqueville 2233, tiene problemas de infraestructura y la falta de impulso oficial a pesar de las palabras que intentan posicionar a Buenos Aires como "Ciudad de libros", “dejan en evidencia que nuestra biblioteca se encuentra en clara desventaja frente a sus pares”, denuncian los vecinos y vecinas.

Si bien la Biblioteca amplió su horario de 10 a 20 horas, esta iniciativa del Gobierno porteño, en esta y otras bibliotecas pertenecientes a la Red de Bibliotecas, no hubo ninguna difusión.

“No hay luz en la fachada de nuestra biblioteca, no hay carteles anunciando el cambio de horario y propiciando la visita de les vecines, no hay señalética en las esquinas para avisar que en este pasaje hay una biblioteca pública”, explican las y los vecinos.

En agosto, los y las vecinas del Barrio Nazca participaron de la asamblea del Consejo Consultivo Comunal 11 en la que estuvieron presentes el presidente de la Junta Comunal 11 Nicolás Mainieri; y los comuneros de Unión por la Patria Malena Rotondo y Gastón Fernández. Allí plantearon los problemas que afronta esta biblioteca que cuenta con valor patrimonial.

“Hablamos del estado actual de nuestra Biblioteca Rafael Obligado y las necesidades de una urgente puesta en valor y apertura de su sala de lectura, así como del retorno a las actividades culturales y el acceso a la Gerencia de Bibliotecas de la Ciudad para trabajar en conjunto por nuestra casa de lectura”, explican desde el barrio Nazca.

La Junta Comunal 11 se comprometió a acompañar a los vecinos y vecinas en la defensa del bien patrimonial y a instalar los carteles que fueron solicitados para dar una mayor visibilización de la Biblioteca desde las calles laterales, “carteles que en algún momento se habían instalado y luego se perdieron”, aclararon los y las vecinas.

Este espacio cultural permaneció cerrado por más de tres años y reabrió en junio del año pasado luego del reclamo vecinal, tras un extenso cierre por la pandemia. Al principio solo se habilitó el servicio de retiro de libros, luego se fueron sumando talleres y actividades llevadas a cabo por vecinos y vecinas, con la intención de activar la biblioteca a partir de un programa con más de 22 propuestas gratuitas abiertas a la comunidad, a cargo de 14 talleristas, que apostaron a “enriquecer la oferta cultural en Villa Santa Rita”.

El edificio donde funciona la biblioteca, que fue inaugurada en 1940, registra problemas de infraestructura, generados en los años de clausura. Si bien el Gobierno porteño inició un plan de arreglos, las vecinas y vecinos manifestaron que “las reparaciones están tomando más tiempo que el deseado y aún no hay confirmación de apertura integral”.

La biblioteca está situada en el pasaje Crainqueville del Barrio Nazca que forma un grupo de residencias con las mismas características arquitectónicas que tiene su origen en la década de 1920 cuando la compañía Construcciones Modernas levantó cinco complejos de "Casas Baratas" en diversas zonas de la Ciudad de Buenos Aires.

Según recordaron las vecinas, cada uno de los cinco lugares elegidos por entonces, entre los cuales también estuvieron polígonos de los barrios de Liniers y Floresta, debían contar con una plaza destinada al esparcimiento, así como también una biblioteca pública.

Así fue como el 4 de setiembre de 1940 abrió sus puertas el Centro de Lectura Rafael Obligado para la consulta de libros, así como también se convirtió, tiempo después, en un espacio para las clases de apoyo escolar, lo cual revitalizó el lugar que había mermado su actividad debido los avances tecnológicos que impactaron en la cantidad de visitas.

Contacto: Instagram: @barrionazca