Cultivar las tradiciones hace a la identidad de la comunidad, a su idiosincrasia y su historia en un espacio dado a través del tiempo, porque el ser humano reacciona en su circunstancia.  Cada docente ha llegado a hacerse domiciliario con mayor o menor experiencia que otros; pero al abrazar la tarea llevan a ella sus más altos valores. No es una tarea fácil. Implica desafíos a sortear y se necesita estar o mantener equilibrio emocional frente a la enfermedad o la muerte de los niños o jóvenes que se asisten.
La Escuela Domiciliaria N°1 (San Blas 2238 – Villa Gral. Mitre), en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, este 1° de septiembre de 2020 cumplirá sus 72 años de trayectoria escolar. Nació a raíz de la epidemia de poliomielitis, ante la pregunta y demanda: ¿Quién dará escolaridad a los niños y niñas una vez que se externen del hospital? Allí se inició la construcción de la escuela y a medida que avanzó en la historia, cada equipo de docentes le fue sumando inquietudes a la tarea cotidiana.
En su transitar histórico se visualizó que la empatía y sentimientos entre los alumnos y los docentes había que cuidarlos.  Para ello se implementaron talleres  educativos con un eje, experiencias directas en cada nivel, para la socialización de los alumnos y sus vínculos. Los alumnos provienen de realidades diferentes y están transitando situaciones de enfermedad disímiles; pero se expresan según su edad mental o cronológica como infantes o adolescentes pertenecientes a una familia, a veces con desarraigo de lo conocido y eyectado a una gran ciudad, que como en toda megalópolis el ser humano en su mayoría pasa a ser anónimo.
Desde hace un par de años se fueron introduciendo lentamente los adolescentes del nivel medio, sus familias y docentes en estas actividades propias de la Escuela Domiciliaria. Ese compartir la experiencia didáctica, el taller,  la jornada de Ciencias Naturales, los actos escolares. Son actividades escolares netas, sujetadoras en la estructura escuela.
Generalmente se dice: “…la escuela trabaja con la cabeza, y ni siquiera con la cabeza completa, sino con una parte, el neocórtex, y más explícitamente, con el hemisferio izquierdo del neocórtex, al cual los neurólogos adjudican las funciones racionales y lógico-matemáticas”. Nosotros en la Domiciliaria, sostenemos que esto sólo no es suficiente. Se debe trabajar con las emociones, las actitudes positivas nuestras y de nuestros alumnos. Frente al miedo y la inseguridad que produce la enfermedad y el temor a la muerte no puede descuidarse el tálamo, receptor de muchas emociones, y de las vivencias emocionales del espíritu.
En 2008, un grupo de docentes domiciliarias escribieron un proyecto y se presentó a la directora, estableciendo una reunión bimestral para merendar a la salida los primeros viernes de los meses pares.  Desde entonces se hacen. Son reuniones que ayudan a compartir las vivencias recordando el ayer, el hoy y proyectando el mañana. Muchas de las concurrentes, ya están jubiladas. Es una manera de mantener viva la unión de los ex docentes y los nuevos. Cada vez que la Escuela organiza alguna actividad son convocadas las jubiladas. Siempre hay quien dice sí. La última vez fue para festejar junto al taller itinerante de música, el encuentro para el día de la Independencia. Una ex directora y dos profesoras de música, ingresaron por Zoom al evento. La alegría del reencuentro fue sublime. Todos los presentes habían esperado con ansias el poderse conectar para cantar, saludarse, festejar el día patrio con orgullo. El padre de Bianca expresaba por whatsapp, agradecimiento por ver a su hija con tanto entusiasmo al desayunar y pedirle que no se olvidara de conectarse con wifi.
El padre de Josué estaba orgulloso de estar presente con su hijo cantando y moviéndose al compás de los sonidos, entonando distintas canciones. No lo podía creer el buen clima que se había generado entre todos los presentes.  El niño antes de la despedida, preguntó ¿Cuándo es la próxima? Esa simple pregunta, da pauta que este niño lo estaba pasando a gusto y era un momento bueno para repetir.
El Aislamiento social, preventivo y obligatorio nos atravesó a todos los seres humanos en forma inesperada en el espacio geográfico donde estábamos, reaccionando como podíamos. De acuerdo a nuestra autoestima fue la respuesta intra e interpersonal y sus consecuencias. Rápidamente la Escuela Domiciliaria N°1 en su comunidad vio la necesidad de poner sobre la mesa lo aprendido a lo largo de este siglo de la Era Tecnológica.
Desde hace más de una década contamos con una capacitadora permanente una vez a la semana para los docentes en la sede escolar. Ella nos introduce en la innovación educativa que es la incorporación sistemática y planificada de prácticas transformadoras, orientadas a mejorar los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Son enseñanzas que se suelen utilizar para la presentación de las actividades pedagógicas de nuestros alumnos en el afuera. Las usamos con, para y por ellos durante las clases presenciales. En los encuentros obligatorios todo el personal docente perfeccionaba sus conocimientos tecnológicos y científicos
Tras el Aislamiento social, preventivo y obligatorio, todos nos vimos obligados a sumergirnos de lleno en las tecnologías. Respetando a las realidades de nuestros alumnos y familias consultándoles elegimos con cuál recurso brindarles las clases. Vimos claramente…la metáfora de “Visitantes y Residentes digitales” (White y Le Cornu, 2011),…que apunta a analizar los usos que se hacen de internet y la tecnología, las nuevas generaciones de alumnas y alumnos de nuestras aulas.
Los docentes se ayudaron unos a otros de cómo usar los recursos con que contaban. Algunos docentes expresaron que no se daban cuenta de cómo dar la clase en materias específicas, donde ven mucho la necesidad de la transmisión de las emociones unidas a la creatividad y el estar. Con la misma complicidad de siempre, la directora explicó a los más inseguros de la utilización de las TICs, que las vieran como recursos y no como enemigos.
Lo importante es el conocimiento, disciplinar del contenido a enseñar y tener presentes más que nunca las etapas de la innovación, sistematización, formalización, seguimiento y evaluación como lo señaló en 2008, Salinas.
Al Proyecto Escuela lo adecuamos acorde a la necesidad y a lo acordado a inicio del año. Continuaría lo iniciado en 2019 centrándose en Ciencias Naturales sin desmerecer al resto de las asignaturas. En 2019, la puesta en común había sido en el patio de la sede, lugar donde nos maravillamos de cuantos alumnos tímidos o inhibidos, se expusieron y se sintieron contentos de poderse expresar y mostrar sus adelantos en presencia de otros.
Terminando abril, entre los docentes surgió la consulta tímida: ¿Haremos la reunión de personal? La respuesta fue: por supuesto. ¿Y por cuál medio? Por Zoom. La directora hará la convocatoria según lo programado y la agenda educativa. Entonces comenzaron los comentarios por whatsapp, antes hubieran sido comentarios de pasillo de uno en fondo cada quien con sus preocupaciones de la privacidad. La directora dispuso que esta primera vez fuera por Zoom y después se vería. A las siguientes convocatorias después de la escucha, una vez conocido el alcance se hicieron por Meet. Recordemos que hablamos de una escuela con 150 docentes en planta y 8 que vienen de otros contratos o proyectos.
Con el criterio que la plataforma se la considera un recurso tecnológico, se evaluó la preocupación docente por la intimidad, se sistematizaron los encuentros con pautas claras de la cantidad de personas en cada encuentro, se mantuvo la organización de la reunión de personal: inicio con una frase para meditar, temas de planificación para el mes, avisos de los sucesos prioritarios del mes pasado, festejo de los cumpleaños de los docentes. Sí aún, en la plataforma de Meet, se festejaron los cumpleaños pidiendo los deseos, cantando, y apagando la vela en forma simbólica. El festejo del cumpleaños es una forma de agradecer un año más de vida de sueños a concretar, un compartir con todos los compañeros del turno, el verse, el acompañarse, el pensar y recrear la imaginación en la propuesta dada en la reunión para el mes siguiente; porque esta dirección considera que la salud emocional del docente es imprescindible para su propia alegría interior y para desempeñar con eficiencia su tarea de educador que es desarrollar lo mejor de cada alumno.
Los docentes agradecen esta escucha de sus sentimientos y su espera a ser escuchados. Es un grupo maravilloso, cada uno con su peculiaridad y con muchos deseos que sus alumnos sigan creciendo en sus aprendizajes en forma integral: conocimientos y emociones.
Todas las reuniones se establecen como conversatorios en las cuales en su organización hay partes puntuales: seguimientos de procesos educativos y emociones reinantes. La escucha manteniendo la función que desempeña en la escuela, ayuda a mantener o mejorar las comunicaciones de las emociones dentro de la familia y en la escuela.
Los docentes domiciliarios siempre ingresaron al hogar de sus alumnos; mas hoy el alumno no ve sólo al docente designado, mira el domicilio de su docente. Son pocos los docentes que dan la clase con un fondo neutral. Casi todos hemos recreado el aula en remoto en un espacio de nuestros hogares que lo sentimos contenedor para nosotros mismos y para quien nos escucha.
En cada conversatorio sea por video llamada o por plataforma están presentes nuestro sentir desde el tono de voz, con los gestos, en la búsqueda de desafíos para ese encuentro. Nos cuesta no estar en presencia. Al llevar lo conocido o trabajado debemos pensarlo con otras variables, es otra manera de posicionarnos como docentes domiciliarios. No por esto dejaremos de ser creativos y agradecidos por trabajar en lo que nos gusta que es: ser DOCENTE  DOMICILIARIO.