Visitas:
17 de Agosto 2019
JOSE DE SAN MARTIN
"La conciencia es el mejor juez que tiene un hombre de bien"
Escribe: Nadia Salva
Copyright © 2013 nuestrobarrioweb.com.ar - Medio Digital Comuna 11 y 15 – Todos los Derechos Reservados

El viento salobre del mar acariciaba su rostro moreno, de facciones vigorosamente cinceladas, ojos grandes y castaños de mirada penetrante, nariz aguileña y espesas patillas. Era un hombre alto y robusto, equilibradamente distribuido, y sus 34 años no habían pasado en vano. Conocía el ascetismo de una modesta niñez provinciana, los rigores de la carrera militar, las peripecias de las campañas en las que había participado y donde había puesto en juego su vida. Y ahora cruzaba el caudaloso océano, al que lo unía una especie de respeto mutuo, pues de niño lo había atravesado en sentido contrario, cuando sus padres lo llevaron, el país que lo había adoptado y llenado de condecoraciones. Su patria verdadera, sin embargo, lo llamaba con muda insistencia... (Extracto del libro “Febo Asoma” de  Jorge Correa, vecino del barrio)

En la primaria nos hablaron de él, en la secundaria tuvimos que hacer un trabajo práctico y ya en la Universidad se presentó como alguien que realmente podemos pasar a entender. Es que este señor, hace muchos años ha permanecido en los libros de historia, no sólo por ser un personaje militar, sino un cuadro perfectamente político. Y es al día de hoy el mejor sinónimo de aquello más preciado. La libertad.
A más de un centenario de su muerte, no ha habido personaje en comparación que tenga la vocación del servicio a la patria. José siempre fue único y revolucionario, innovador e íntegro. No exagero, y creo con firmeza que muchas de sus actitudes, y acciones por sobre todo, eran sobrehumanas. No hay registro de un liberador que tenga un gran pueblo a su merced y no tenga la ambición de dominarlos bajo su poder.
Me sentí tentada por leer ciertas cosas que seguramente ignoramos. 
Quiero enumerarlas a modo de recordar o poder viajar en el imaginario 169 años atrás, donde el General José de San Martín se volvía inmortal.
El día de su muerte, un 17 de agosto a las 15 horas, su reloj se detuvo para no funcionar más. Ese día, por la mañana, pidió que lo trasladaran a la habitación de su hija. Anhelaba escucharla leer. Falleció a su lado.

Al fallecer la madre de su hija Mercedes, como padre protector y ejemplo, redactó sus once máximas.
- Humanizar el carácter y mostrarse sensible aún con los insectos.
- Amar la verdad y odiar la mentira.
- Cultivar la buena amistad y la confianza, uniendo el respeto.
- Saber guardar los secretos que nos confía un amigo.
- Ser caritativo con los pobres y con los que tienen alguna pena.
- Ser tolerante con las ideas y las creencias de los demás.
- Ser dulce y amable con los criados, con los necesitados y con los viejos.
- Amar el aseo y la natural compostura, y despreciar el lujo.
- Ser formal en la mesa.
- Hablar poco y lo preciso.
- Inspirar amor por la patria y por la libertad.

En época de elecciones, promesas y candidatos nada mejor que recordar y tener en cuenta algunas frases célebres del padre de la Patria:
“No se debe hacer promesa que no se pueda o no se deba cumplir”.
"Mi sable nunca saldrá de la vaina por opiniones políticas".
"Una derrota peleada vale más que una victoria casual".
"La conciencia es el mejor juez que tiene un hombre de bien".
"Cuando la Patria está en peligro todo está permitido, excepto no defenderla".   
"Si somos libres, todo nos sobra".   
"Mi nombre es lo bastante célebre para que yo lo manche con una infracción a mis promesas". 
"Hace más ruido un hombre gritando que cien mil que están callados".
“La biblioteca destinada a la educación universal, es más poderosa que nuestros ejércitos”.
“Serás lo que debas ser o no serás nada”.
"La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder".
"Mi mejor amigo es el que enmienda mis errores o reprueba mis desaciertos".
“Compañeros juremos no dejar las armas de la mano hasta ver al país enteramente libre o morir con ellas como hombres de coraje”.
"Mi juventud fue sacrificada al servicio de los españoles; mi edad mediana al de la Patria; creo que me he ganado mi vejez".
José de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, Corrientes. Fue el menor de los cinco hijos que tuvieron Juan de San Martín y Gregoria Matorras y falleció en Boulogne-sur-Mer, Francia, el 17 de agosto de 1850, aunque sus restos fueron repatriados en 1880.

A modo de conclusión y habiendo compartido algunos datos no necesariamente históricos pero casi anecdóticos, afirmo que no se si Dios es Argentino, pero el libertador de nuestro país, Chile, Perú y también tuvo un papel decisivo en la independencia de Bolivia, el hombre que mal de salud cruzó en burro la Cordillera de los Andes, el que desinteresadamente nos soltó la cadena y nos hizo libre era bien argentino. Era el que encontró entre tanta locura un punto de apoyo y movió el mundo. El que juró con gloria su destino, y lo supo cumplir…