A pesar de que el presupuesto en salud de la ciudad porteña es el más alto en todo el país, en los 33 hospitales que dependen del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, todos los días sucede algo que pone en riesgo la salud de los pacientes.

Los techos se caen a pedazos poniendo en peligro la vida de los trabajadores de salud y pacientes, los ascensores no tienen el mantenimiento correcto, la falta de insumos y de medicamentos es significativa y el déficit de personal es preocupante. No hay tomógrafos en todos los hospitales de agudos, no hay tres enfermeros por médico como dictaminan los organismos internacionales, y la demora en el nombramiento de médicos y enfermeros hace que los profesionales con cargo trabajen más del doble de su jornada habitual.
Nombrando apenas tres hospitales, se vislumbra la situación actual de la salud en la ciudad de Buenos Aires.

Caso I: Hospital Álvarez
Hace 18 meses, el Hospital Álvarez sufrió un incendio que destruyó la guardia y el pabellón D, aún se están haciendo los arreglos correspondientes, pero las obras no alcanzan para que los pacientes puedan ser atendidos en forma, se atiende en los pasillos y hay 60 camas menos de las que deberían tener. Los médicos del hospital se reclaman sobre los arreglos ya que no solucionan el tema en profundidad y es una lavada de cara mal hecha. “Hay un montón de paredes húmedas, porque se pintó sobre la humedad”, declara Osvaldo Salhe, cardiólogo del Hospital.

Caso II: Hospital Borda
Pocos eventos han conmovido tanto como el sucedido el 26 de abril en el Hospital Psiquiátrico Borda, donde fuerzas de seguridad corrieron literalmente a palos a los que defendían el Taller Protegido N19. Se han trasladado a los pacientes a centros de internación, obras sociales y clínicas privadas. No hay señales de que se quiera reconstruir el taller demolido ni que se repare el ala del edificio que no goza de gas.

Caso III: Hospital Durand
El pasado julio, personal del hospital realizaron un paro por la falta de nombramientos, controles de asistencia, pedido de un aumento salarial, reapertura inmediata de paritarias y el 82% móvil jubilatorio y en rechazo del “insuficiente incremento módulos y guardias técnicas”.

Una buena:
El Hospital de Agudos Tornú, puso en funcionamiento este 15 de agosto, su primer tomógrafo. El aparato estaba instalado hacía varios meses, pero actualmente posee médicos destinados para su funcionamiento y personal para mantenimiento.
El Ministerio de Salud informó que “se realizó también una obra de reacondicionamiento edilicio, en la que se adaptó lo existente en función de sala informes, sala recepción y espera, sala consola, sala propia del equipo, baño y vestidor, y se reformó el espacio que ocupan los técnicos”.