Lograr que un lugar se convierta en el espacio donde se mezclan lágrimas, sonrisas y emociones, no es poca cosa. El Centro Cultural Resurgimiento demostró que en estos 20 años de vida, pudo ser ese sitio: el que albergó en sus paredes notas musicales, pasitos de baile, momentos imborrables y la promesa de seguir cumpliendo sueños.
Para aquellos amantes de la cultura que no transgredieron las limitaciones geográficas del barrio, nació hace 20 años un centro cultural barrial. Justamente con la aspiración de crear un espacio para desarrollar actividades artísticas y deportivas para los vecinos. Un lugar sencillo que mucho distaba de convertirse en un sitio análogo a los teatros de la "Avenida de las estrellas". Ya dos décadas han pasado de ese sueño y de esa inauguración que contaba con pocas actividades y que había sido recuperado gracias a los vecinos. El Centro Cultural Resurgimiento ha recibido en el transcurso de estos años innumerables figuras destacadas de la cultura y el cine nacional, se han creado lazos tanto de amistad como de camaradería, han sumado una lista de talleres y cursos que atraen a vecinos de otros barrios e incluso fuera de la ciudad porteña.
El 15 de julio se vivió una jornada de fiesta en Resurgimiento (Artigas 2262), un festejo lleno de alegría y emoción junto a la comunidad, en donde desde las 15 hs. se presentaron distintas muestras con actividades que se desarrollan en el centro. Posteriormente odos los presentes observaron el video institucional que mostraba toda la lucha y los logros de la institución en estos 20 años. No faltaron las sentidas palabras de algunos de los profes de Resurgimiento, de Alberto Cattan (director de cultura de la entidad y miembro del grupo fundador) y de su actual presidenta Andrea Fontanella.
En un momento de los festejos tomo la palabra en el escenario Daniel Saint Hilaire, uno de los iniciadores del Centro Cultural, fanático del Bicho y vecino del barrio quien dijo: “Recuerdo para atrás muchas cosas, más de 20 años, desde pibe que jugaba en la sede social de Argentinos Junior. Estuvo 18 años abandonado y lo recuperamos con los vecinos y ahora este crecimiento del Centro Cultural Resurgimiento es muy importante para los vecinos. Me hubiera gustado cuando era pibe haber tenido en la sede (que fue muy linda, pues jugaba, y me divertía) toda la actividad cultural actual y el centro de salud. Vino la pandemia y el club también pasó momentos muy difíciles porque la gente no sabe. En el caso particular mío no, no es un adiós porque voy a estar siempre y aparte, soy vecino, nací acá a la vuelta y me mudé acá a cerca. Seguramente nos vamos a seguir viendo desde otro lado en el barrio, pero siempre apoyando a los clubes de barrio y tal vez tenga una oportunidad en poco tiempo de trabajar de otro lado para todos los vecinos de nuestra comuna, así que agradecerles apoyan a Resurgimiento en la vida misma del barrio. Es muy importante que todos apoyen a Resurgimiento, que vengan a las actividades. Muchísimas gracias a ustedes, a este equipo fenomenal, gracias por lo que ya se fueron, se nos fue a Raquel de alguno, no me tengo que olvidar a don Mario que con 75 años venía la esquina y luchar por un lugar, seguro que me voy a olvidar de un montón. Tengo el cariño, el corazón puesto para seguir trabajando por un Resurgimiento cada vez más grande. Por los hombres de barrio, muchas gracias a ustedes”.
La fiesta terminó con brindis, risas, abrazos y recordando hermosos momentos transcurridos en el centro cultural del barrio.