26 de junio 2024
BICHOS HACIENDO HISTORIA
A 14 años de la quinta estrella
Escribe: Norberto A. Muño / Tomás González Messina

 

 

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El plantel conducido por un hombre de la casa como Claudio Borghi venía de realizar una muy buena campaña en el Torneo Apertura 2009, habiendo finalizado en la sexta colocación 9 puntos por detrás del Banfield de Julio Falcioni. Con el experimentado José Luis Calderón, como incorporación estelar el equipo, inició su participación en el Clausura 2010 recibiendo al Boca de Palermo y Riquelme. Empató 2-2 con un gol sobre la hora de un jugador entonces resistido: Ismael Sosa. Tras un comienzo dubitativo, el equipo preocupó luego de perder ante Banfield y Godoy Cruz por 3-0 y 2-1, respectivamente. Esa derrota como local llevó a algunos cuestionamientos del DT y del plantel, a pesar del triunfo resonante por 6-3 obtenido semanas atrás en la cancha de Lanús. La séptima fecha suponía una de las paradas más bravas del campeonato: Argentinos debía visitar a Estudiantes de La Plata en cancha de Quilmes. El entonces vigente campeón de América era prácticamente imbatible como local. Haciendo valer la ley del ex, “Caldera” convirtió el único tanto de un partido más trabajado que bien jugado.
Ese duelo fue un parteaguas en el torneo. El empuje de esa victoria se complementó con triunfos por la mínima ante Vélez y Racing y un empate como local ante Tigre. Luego venían dos partidos difíciles: River en el Monumental y Central en Arroyito, además del cruce con Chacarita en La Paternal. El equipo de Borghi se valió de las urgencias de sus rivales y obtuvo tres triunfos en fila (3-1 en casa y sendos 1-0 como visitante), que lo acomodaron junto a Independiente, Estudiantes y Godoy Cruz entre los contendientes al título. El equipo pudo traerse un empate vital de su visita a Sarandí en la fecha 15, gracias a un gol de Coria sobre el final. Y fue en el duelo ante San Lorenzo en el Bajo Flores que el equipo dejó de ser una revelación para ser un candidato: con una brillante labor de Ismael Sosa, dio vuelta un partido sumamente complejo. El delantero tuvo que esperar hasta esa fecha para cambiar murmullos por ovaciones. Fue el autor material de las conquistas que permitieron revertir el resultado (otra vez) recién en el último minuto.
Luego de semejante golpe, un Argentinos que marchaba segundo debía recibir al tercero de la tabla. El Independiente de Américo Gallego había empezado el torneo en gran nivel y seguía prendido arriba. Merecedor de un artículo aparte, el partido disputado el 9 de mayo de 2010 fue el juego más emocionante disputado en el nuevo estadio. A puro corazón, el equipo pudo revertir un 3-1 en contra para convertirlo en un 4-3 a favor que dejó al “Diablo” fuera de combate recién en el tiempo de descuento, con un gol de carambola del capitán Matías Caruzzo. En simultáneo, Estudiantes no se sacaba ventajas con Rosario Central en el estadio Centenario de Quilmes, lo que ponía a Argentinos en la cima del campeonato. La alegría, el orgullo y las lágrimas de felicidad aún viven en el recuerdo de todos quienes asistimos ese día al estadio.
El partido decisivo ante Huracán fue la excusa para una histórica caravana de hinchas que agotaron todas las entradas puestas a disposición por el club de Parque de los Patricios. Más de 15.000 personas colmaron el sector visitante de la cancha del “Globito” y vibraron de la mano de un equipo que ganó cómodamente ante un rival que agonizaba en la categoría. Ni el más pesimista pensó que el título se podía escapar luego de la final anticipada ganada con el corazón siete días antes en La Paternal. La fiesta y la vuelta olímpica se trasladaron a la casa propia, donde 30.000 personas festejaron junto al plantel el primer título de la historia que fue obtenido jugando como local en Juan Agustín García y Boyacá.