Ese día se celebra el Día de la Bandera, en honor al creador de nuestra hermosa enseña patria, el General Manuel Belgrano. Belgrano no solo fue un brillante militar y abogado, sino también un gran patriota que, un 27 de febrero de 1812, izó por primera vez nuestra bandera en las orillas del río Paraná, en Rosario.
¿Por qué el 20 de junio? Porque ese día, en 1820, Belgrano pasó a la inmortalidad. Entonces, para honrar su memoria y su legado, se decidió que el 20 de junio sea un día festivo.
La muerte del prócer, poco después de cumplir 40 años, ocurrió luego de una larga enfermedad que contrajo mientras dirigía al ejército auxiliar del Alto Perú y que lo había obligado a renunciar a sus deberes militares mientras estaba estacionado en Tucumán.
Así que el 20 de junio no es solo un día que no se trabaja o no se va a la escuela, sino una oportunidad para pensar sobre nuestra identidad nacional y el esfuerzo de aquellos que lucharon por un país libre y soberano.
La idea de Belgrano de diseñar una bandera fue antecedida por la de colocar un distintivo que identificara a los soldados criollos de las tropas realistas, ya que por entonces ambos cuerpos usaban enseñas rojas. Esta inquietud fue planteada por el prócer al Triunvirato de Buenos Aires, que lo autorizó a crear un nuevo emblema.
Te enumeramos algunas curiosidades de nuestro emblema nacional, la bandera argentina, creada por Manuel Belgrano:
• La bandera argentina más grande que flamea en este momento es la de Plaza de Mayo, que es de 10 de ancho por 15 metros de largo. Sólo la faja blanca, que es el paño del medio, tiene un ancho de 3 metros, que es la altura de una pared.
• Las banderas oficiales se realizan respetando la reglamentación estipulada por Ley, que determina los colores exactos, proporciones, tipos de tela y las características a tener en cuenta en el proceso de confección.
• El sol debe ser proporcional en base al tamaño de la bandera y los rayos deben ser 32, con una característica: 16 deben ser rectos y 16 en el sentido de las agujas del reloj, intercalados entre sí uno y otro. Si bien persiste la figuración humana, se fueron las arrugas que tenía y cierta comisura, lo cual está justificado en la amplitud de diseños que se veían en la bandera.
• La Ley indica que la bandera argentina deberá ser proporcional en sus medidas respecto al mástil donde se ubique. Las hay de flameo o para su exhibición fija en despachos, oficinas y otras dependencias. Las primeras deberán confeccionarse en poliamida, una tela liviana para que pueda flamear, o, en su versión estática, de gross de seda o tropical mecánico.
• Debe cumplir con las proporciones exactas de tamaño de las franjas, distancia entre éstas y el sol, y sintonía con el asta. Los colores deben ser Pantone y todo debe respetarse: la costura, el tipo de tela.
• Si bien el paño original creado por Manuel Belgrano no se conservó, en instituciones como el Museo Histórico Nacional se preservan algunos de los primeros ejemplares albicelestes.
• La bandera era primero blanca en la parte superior y celeste en la inferior, sin el sol; Belgrano dejó escrito que no teniendo bandera la manda a hacer en base a la escarapela, que nació unos días antes de la Revolución de 1810, y, por un cuadro que él se hizo pintar en una misión diplomática en Inglaterra, de cuerpo entero con un fondo ficticio, se ve una escena de la Batalla de Tucumán y un soldado con esa bandera, por lo que se cree que Belgrano expuso al pintor cómo era nuestra primera bandera.
• Está mal decir, bandera franjada o a franjas. Cuando dicen ‘franjas celeste y blanca’ está mal. Se llama fajada.
• La única bandera que no se lava es la bandera de reliquia, la que estuvo en un campo de batalla. No se toca, no se lava, no se le hace absolutamente nada. Todas las demás se lavan. Porque existe una ley que estipula que la bandera debe estar en perfecto estado de aseo. Perfecto estado de aseo significa que las bandas deben ser de colores celeste, blanco y celeste. La bandera de ceremonia se lava a mano, con jabón blanco. La bandera de flameo se puede meter en un lavarropas como cualquier prenda.
• Las banderas rotas se cambian. Lo que se hace, por ejemplo, es que una bandera de flameo, vieja o rota, que se va a descartar, se mete en una bolsa, se ata la bolsa y se la tira a la basura. En el caso de la bandera nacional argentina de ceremonia, se recorta la banda celeste, se recorta la banda blanca. Obviamente queda la otra banda celeste aparte. Se recorta el sol de la banda blanca y se lo guarda en un sobre; lo demás se tira como una tela. Todo esto se realiza con testigos y se asienta en un libro. Antes se quemaba.
• Desde 1985 se determina que tienen que ser todas las banderas con sol. Todas. Ya no existe la diferencia entre banderas de guerra y de uso civil.
• Si se festeja un triunfo deportivo internacional, la bandera nunca se cuelga en vertical. No se usan banderas para decorar lugares, si se quiere decorar con los colores patrios hay que sacarle el sol.
• Las banderas no se pueden izar de noche al aire libre. Las banderas tienen un reglamento que indica que ‘deben ocultarse cuando el sol se oculta y deben izarse cuando el sol sale.
• No hay una ley que imponga sanciones por faltar el respeto a un símbolo patrio. Se puede llegar a tomar como falta de respeto si prendo fuego a mi bandera nacional en plaza pública. Si la bandera toca el suelo, por ejemplo, es una falta de respeto. Pero no cabe una sanción.