Se realizó una nueva reunión en la Biblioteca Popular Florencio Sánchez (ex Becciu), donde las vecinas de La Carbonilla volvieron a presentar su proyecto de urbanización del barrio. Buscan que sea tratado en la Legislatura porteña durante este año. Solicitan que organizaciones sociales, culturales, religiosas y políticas de La Paternal se sumen a la iniciativa para darle mayor impulso y visibilidad.
En la reunión del 7 de mayo participaron el legislador de Unión por la Patria, Juan Pablo O’Dezaille —quien tomó el proyecto elaborado por la Junta Vecinal de La Carbonilla—, organizaciones como la Comisión de Asociados del Banco Credicoop, centros de jubilados, agrupaciones políticas y medios barriales.
La comunidad del barrio La Carbonilla lleva años organizándose y trabajando en conjunto para enfrentar problemáticas relacionadas con la vivienda y el acceso a servicios esenciales como cloacas, energía eléctrica y agua potable. También sufren cortes de luz que afectan tanto a sus habitantes como a vecinos de los alrededores. Luego de múltiples encuentros comunitarios, la Junta Vecinal presentó un proyecto de ley de integración socio-urbana en la Legislatura porteña.
El diputado O’Dezaille fue quien asumió la iniciativa legislativa. Este es el primer proyecto de ley de reurbanización de un barrio popular cuya autoría corresponde a una Junta Vecinal. Su objetivo es lograr la integración social, cultural, ambiental y urbana de La Carbonilla con el resto del tejido de la ciudad.
La Carbonilla se encuentra en terrenos del Ferrocarril San Martín, junto a la estación La Paternal. Sus primeros habitantes se asentaron a principios del año 2000. Actualmente, viven allí aproximadamente 4.000 personas, lo que lo convierte en uno de los barrios populares más pequeños de la Ciudad de Buenos Aires.
Las primeras familias llegaron al lugar durante la crisis de 2001. Gracias a la organización comunitaria, lograron construir viviendas y consolidar el barrio. Según un informe de la Universidad Católica, La Carbonilla está conformada mayoritariamente por trabajadores. Casi la totalidad de su población es económicamente activa, ya sea en el mercado laboral formal o informal. Más del 40 % ha completado sus estudios secundarios, y existe una fuerte tendencia a la participación en actividades vecinales, comunitarias y recreativas.
La población desarrolla gran parte de su vida cotidiana en La Paternal: las niñas y niños asisten a escuelas y clubes del barrio, las familias participan en instituciones locales y hacen sus compras en los comercios de la zona. La integración socio-urbana potenciará estos vínculos ya existentes, permitiendo que se desarrollen en mejores condiciones para todas y todos.
Sin embargo, el barrio enfrenta múltiples barreras de accesibilidad en materia de servicios: cortes de luz frecuentes, desbordes cloacales, escasez o falta total de agua. Estas problemáticas, según su magnitud, también afectan a residentes de zonas aledañas.
El objetivo del proyecto es lograr la integración social y urbana mediante la creación de viviendas, la apertura de calles y el acceso a servicios básicos como luz, agua y gas. Para ello, la Junta Vecinal busca que el proyecto sea tratado y aprobado en la Legislatura antes de fin de año.
“Este es un proyecto posible”, expresó O’Dezaille, quien tiene por delante la tarea de conseguir los votos necesarios de diputadas y diputados de otros bloques. “El escenario no es fácil”, admitió el legislador, y consideró fundamental que el proyecto cuente con el apoyo de toda la comunidad. “La Paternal mejora si mejora La Carbonilla”, subrayó.
Por su parte, Joaquina Núñez, integrante de la Junta Vecinal, afirmó: “No queremos ser más el barrio que está escondido, sobre el cual la gente tiene miedo y siente que hay delincuentes. No queremos más un adentro y un afuera. Todos vivimos en un mismo barrio, que es La Paternal”.
“Queremos tener los servicios básicos y pagar por ellos. Que se abran las calles para que puedan pasar los colectivos o entrar una ambulancia o los bomberos en caso de incendio. Queremos que todo eso suceda porque nos duele que nos miren pensando que les vamos a robar”, agregó Joaquina, una de las primeras habitantes del barrio.
Como parte de la campaña de difusión, las vecinas realizaron una caminata por los alrededores de La Carbonilla, visitando casa por casa y comercio por comercio para contar detalles del proyecto. La recepción fue muy positiva. “Muchos nos preguntaban dónde tenían que firmar para apoyar el proyecto”, relataron.
Los próximos pasos incluyen la conformación de una Mesa de Gestión Participativa, con equipos técnicos de apoyo, la participación de la Defensoría del Pueblo, la Comisión de Vivienda de la Legislatura y representantes de las y los vecinos.
El proyecto contempla la realización de un diagnóstico físico y social que identifique problemáticas habitacionales, sociales y ambientales, considerando variables como condiciones de habitabilidad, necesidades básicas insatisfechas, y el acceso a salud, educación y empleo.
También prevé la construcción de nuevas viviendas, mejoras en las existentes y, en casos necesarios, la relocalización de familias cuando sea imprescindible desocupar parcelas o ante estructuras irrecuperables. El Gobierno de la Ciudad deberá adecuar la infraestructura para garantizar el funcionamiento correcto de las redes de agua potable, energía eléctrica, desagües cloacales, pluviales y gas natural.
Para lograr la sanción del proyecto, se necesitan al menos 31 votos en la Legislatura porteña. Según O’Dezaille, la intención del bloque de Unión por la Patria es que diputadas y diputados de otros espacios acompañen tanto el debate en la Comisión de Vivienda como la votación en el recinto.