En el marco de un nuevo aniversario de Villa Ortúzar se realizaron dos eventos: uno fue en la Plaza Antonio Malaver donde estuvo la feria de alimentos Sabe la Tierra; y el otro tuvo lugar en la Plaza 25 de Agosto con feria de emprendedores y actividades culturales.

El martes 26 de abril Villa Ortúzar cumplió 160 años. Se conmemora la fecha en que Santiago Francisco de Ortúzar, en 1862, compró 26 manzanas a Santiago Muguerza, para lotearlas, trazar calles y arbolarlas. Estableció su casa en la manzana de Giribone, Heredia, 14 de Julio y Álvarez Thomas. Esta fecha aniversario fue refrendada por la Legislatura porteña en septiembre de 2003 con la sanción de la Ley N° 1065 que instituyó el “Día de Villa Ortúzar”.

Se festejó el 160° aniversario del barrio de Villa Ortúzar con dos eventos. Uno, organizado por la Comuna 15, que tuvo lugar en la Plaza Malaver, ubicada en Heredia y Girardot, con la participación de la feria de alimentos Sabe la Tierra, un espacio que busca crear una cultura sustentable y promover el desarrollo local, la vida saludable y la producción sustentable.

Desde temprano, para entrar en calor y combatir el frío del día, la zumba y el show circense a cargo de Flavia Palmieri y su festival de burbujas se adueñaron de los primeros aplausos de la jornada. El dibujo y la pintura tampoco faltaron, de la mano de Eugenia Petre, todos los chicos y chicas dejaron sus dibujos en el patio de juegos. También, la literatura estuvo presente a través de la Biblioteca Móvil.

Mientras tanto, el simulador de reciclaje Misión Ciudad Limpia de la empresa SolBayres, una experiencia 4D para aprender en primera persona el circuito de recolección y reciclado de residuos. Además, el torneo de penales “verdes”, acapararon las visitas de los chicos y adultos.

Las actividades deportivas estuvieron a cargo de la Subsecretaría de Deportes, que organizó el torneo de fútbol-tenis y el “Básquet Concientizador” de la Secretaría de Transporte, en el que se juega con anteojos especiales, que simulan la graduación alcohólica para saber cuánto afecta a la perspectiva y los reflejos.

Al horario del almuerzo, la feria Sabe La Tierra se llevó todas las visitas. Con propuestas culinarias, directo de los propios productores, acompañó y le puso salado y dulce a toda la jornada. Los distintos puestos acercaban desde comida argentina, árabe, italiana, hasta diversas propuestas dulces que iban desde mermeladas y pastelería hasta chocolatería.

La música se hizo presente pasado el mediodía con un solo de charango de Luis Lamas y el canto con Mariana Macchiarola y Patricia Camean, del Centro Cultural Roberto Santoro. Por la tarde llegó el turno de la clase abierta de yoga a cargo de Ada Seib del Centro Cultural Pugliese y un show de danza folklóricas con Víctor Mamani también del Santoro.

Los primeros rayos de sol llegaron por la tarde para darle impulso al calor que las dos murgas del barrio ya habían encendido. Los Endiablados de Villa Ortúzar dieron el puntapié inicial a la música para que más tarde, uniéndose como si fuesen una, cerraran la jornada junto a Portadores de Alegría, la murga propia de la Malaver, en un momento de fusión y celebración para todo el barrio que así festejó su 160° aniversario.

En tanto, los vecinos y vecinas de Villa Ortúzar, que forman parte de los colectivos Somos de Ortúzar y Somos La Malaver, organizaron un festival en la Plaza 25 de Agosto, ubicada en Charlone y Heredia.

Con la adhesión de la Junta de Estudios Históricos de Villa Ortúzar, el festival llevó la consigna “Por la defensa del barrio, su patrimonio e identidad”. Hubo espectáculos infantiles con la participación de “Cuentos a cuerda” y “Qué rompimos”, con el cierre a cargo de la murga Los Endiablados de Villa Ortúzar. También se festejó el Día Internacional del Jazz con la actuación de Yamile y su banda y hubo una feria de emprendedores.

Villa Ortúzar se destacó siempre por ser industrial con importantes empresas de perfumes, bebidas y textiles. Actualmente es un barrio de casas bajas amenazado por el avance de las construcciones de edificios. Existen más de 90 permisos de obra a la espera de su habilitación bajo las nuevas reglas del código de urbanización sancionado a fines de 2018 por la Legislatura porteña. En este marco nacieron las agrupaciones vecinales Somos de Ortúzar y Somos la Malaver que se oponen a la perdida de la identidad barrial por la construcción de torres.