Visitas:
2 de Mayo 2021
TRABAJO ADOLESCENTE
¿Construyendo Futuro o Consolidando la Postergación Social?
Escribe: Marcelo Corenfold
Copyright © 2013 nuestrobarrioweb.com.ar - Medio Digital Comuna 11 y 15 – Todos los Derechos Reservados

El trabajo, al mismo tiempo que permite generar ingresos, puede constituir para los adolescentes un espacio de inserción y experiencia social relevante. El trabajo se inscribe como una actividad que brinda, o posibilita, experiencias vitales para el desarrollo personal y sociolaboral. En contraste con esto, se identifican en la actualidad condiciones en las que el trabajo y las dificultades para conseguirlo están consolidando una situación de mayor vulnerabilidad; lo que augura proyectarse en trayectorias de postergación social.
En un primer momento el principal factor que postergó la edad de ingreso, a la actividad económica lo constituyó la escolarización y permanencia en la escuela, lo cual estuvo facilitado por la accesibilidad al sistema educativo. A mediados del siglo XX estudiar era la opción estratégica a largo plazo para proveer a los hijos de recursos para el acceso a mejores trabajos y como vía de ascenso social. Esto era ayudado por el ingreso económico estable de los hogares. Con el correr de las circunstancias, para finales de este mismo siglo, en un contexto de fuerte penuria de ingresos, se hace muy gravoso solventar de manera sostenida los gastos de transporte, vestimenta y materiales que supone la escuela de nivel medio; y menos aún, asumirlo como un compromiso o perspectiva de mediano plazo.
Con logros educativos menores o casi sin estudios los jóvenes, inmerso en un escenario de pobreza familiar, son dirigidos a trabajar a edades más tempranas. Para aquellos que se aventuran a continuar los estudios y se ven obligados a comenzar a trabajar, la extensión de la jornada laboral para una amplia proporción de estos adolescentes pone de relieve la tensión que conlleva en estos casos la desregulación laboral con la asistencia a la escuela, y en específico con el rendimiento en el estudio. La mayor parte de estos jóvenes no poseen la protección prevista en la legislación laboral ni los beneficios sociales del sistema de seguridad social.
Cuando el trabajo o su búsqueda conspiran contra la educación y la formación profesional, también lo hace contra las oportunidades que los adolescentes puedan desarrollar recursos para aspirar a inserciones laborales más convenientes, inserciones laborales que les permitan alejarse de la imposibilidad de satisfacer necesidades básicas.
Por todo esto, los espacios de inserción que les queda a estos adolescentes, presentan condiciones de empleo más desventajosas, más desprotegidas y con muy escasas posibilidades de carrera laboral. En este contexto, para un número importante de adolescentes, la inserción laboral temprana -en la medida que conspire contra la educación y su pleno aprovechamiento y no contribución a su formación profesional- ayuda a consolidar condiciones de vulnerabilidad y a proyectarse en situaciones de postergación social.