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23 de Mayo 2021
EL FAMOSO ÍCONO PORTEÑO CUMPLE 85 AÑOS
Postal instantánea de momentos especiales de la vida de los argentinos
Escribe: Pedro Santis
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Muchos somos los que habitamos esta gran ciudad, aldea en un principio luego convertida en gran metrópolis, y desconocemos sus edificaciones, personajes que la habitaron y de ser así olvidamos donde hoy estamos situados.
Es raro lo que nos sucede, pero cuando tenemos la oportunidad de viajar hacia otras ciudades, dentro o fuera de nuestro país, nos sorprende cada elemento que cruzamos en su visita. Examinamos con ojos de turistas e interrogamos al guía que tenemos frente o en algunos casos adquirimos libros o folletos que reseñen el tema.
Lo que hoy somos tiene sus raíces en algunos años atrás. Lo que hoy pisamos en nuestra ciudad también.
Alguna vez nos preguntamos qué hay de los cimientos de ciertas construcciones. Quizás si camináramos observando y fijando en nuestra retina como una fotografía, nos daremos cuenta qué hubo y que hay de aquella antigua Buenos Aires.

Uno de esos lugares es el Obelisco, que el 23 de mayo cumple 85 años. Construido en lo que fuera una iglesia dedicada a San Nicolás de Bari, que se decidió demoler para la construcción de la avenida 9 de Julio; el obelisco es hueco, pesa 170 toneladas, mide 67,5 metros de altura y 49 metros cuadrado en su base. Una escalera marinera permite acceder a la cúspide. El monumento tiene una sola puerta de entrada. En la punta tiene cuatro ventanas que apuntan a cada uno de los puntos cardinales.
La obra duró un poco más de dos meses y a un costo de 200.000 pesos moneda nacional de esa época. El intendente de ese momento, Mariano de Vedia y Mitre, se lo encomendó al arquitecto tucumano Alberto Prebisch, el mismo que había erigido ya sobre avenida Corrientes el teatro Gran Rex. 
Fue inaugurado el 23 de mayo de 1936 como parte de los festejos de los 400 años de la Ciudad. Al principio, el Obelisco generó resistencia entre los porteños.
Al principio, el monumento estaba cubierto por unas lajas blancas, similares a la piedra Mar del Plata. Un mes después de su inauguración se produjo un desprendimiento durante un acto público. El caso no generó heridos, pero si pánico entre los asistentes. Volvieron a llover críticas sobre el Obelisco. Tanta fue la presión que el 13 de junio de 1939 el Concejo Deliberante porteño dictó una ordenanza disponiendo su demolición. Sin embargo, la orden tardó en ejecutarse y el intendente de ese momento, Arturo Domingo Goyeneche, la vetó y salvó al Obelisco. Desde ese momento se sacaron las lajas y el monumento obtuvo su fisonomía actual de blanco con los bloques de cemento simulando las lajas.
En sus comienzos, el monumento estaba rodeado de una plaza circular que generaba una rotonda para distribuir el tránsito. Con el aumento del caudal de autos, se generaron cambios en la década del 70 para obtener su aspecto actual con los dos pasajes que lo rodean para tomar Corrientes hacia el Bajo o Diagonal Norte hacia Plaza de Mayo.

El obelisco es un lugar mítico, es el símbolo de la historia de una gran ciudad y de todos los argentinos que han pasado por ella. Se registran los momentos históricos más importantes de la Argentina: manifestaciones, celebraciones futbolísticas y políticas, actos y recitales. Sitio de piquetes y festejos populares, 

Algunas intervenciones a lo largo de su historia
En diciembre de 1973 se lo convirtió en árbol de Navidad.
En 1975 se colocó un anillo giratorio  con las inscripciones “El silencio es salud” y “Mantenga limpia Buenos Aires”.
En diciembre de 2005 fue cubierto por un preservativo rosado en conmemoración del Día Mundial de la lucha contra el Sida.
El 20 de septiembre de 2007 conmemorando los 150 años de las relaciones bilaterales entre Argentina y Alemania, amaneció cubierto con una tela de 60 m² con los colores de las banderas de esos países.
El 7 de agosto de 2009 exhibió el brazalete distintivo del lema “Say No More, de Charly García como parte de la campaña publicitaria para el lanzamiento de la canción «Deberías saber por qué», que marcó el esperado retorno del músico al mundo del espectáculo.
El 20 de septiembre de 2015 pareció haber perdido su punta por una intervención del artista Leandro Erlich, que generó una ilusión óptica.
El 24 de noviembre de 2016 por la celebración del Día del vino como Bebida Nacional, se proyectaron imágenes referidas a la vitivinicultura argentina en sus paredes.

Mantenimiento y pintura del obelisco:
Con motivo del aniversario del obelisco, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana del Gobierno de la Ciudad realizó una renovación del símbolo de los porteños. Para estos trabajos, se utilizaron 310 litros de pintura y se restauraron las rejas que lo rodean a través de un tratamiento especial (decapado) para poner en valor el material original de las mismas (metal). Las obras comenzaron el 27 de marzo y finalizaron el 12 de mayo.
Los trabajos fueron realizados por la Cámara de Empresarios Pintores y Restauraciones Afines de la República Argentina (CEPRARA), bajo la supervisión del Gobierno de la Ciudad. Es la novena vez que CEPRARA pintó el Obelisco.