Hubieron momentos en que la gente tenía tiempo para mirar al cielo, deleitarse mirando la Vía Láctea o la Cruz del Sur, alzaba la vista para ver el volar de pájaros y mariposas, pero el tiempo hace que todo cambie.
Pero hubo un momento y un acontecer que hizo que hasta los pibes, que cuando jugaban un picado el resto del mundo desaparecía, dejasen de jugar para elevar su vista en busca de lo que producía un ronroneo muy especial y cuando lo ubicaban era "el avioncito de Safac" que haciendo piruetas largaba un humo blanco con el que el intrépido piloto escribía publicidad "en el cielo", escribía, con humo blanco: Safac.
El intrépido piloto era Siro Comi, que al retirarse dejó a su hermano Aldo, y fue quien ideó esta muy especial forma de publicidad aérea aprendida de unos pilotos norteamericanos que lo hacían y con humo de colores, cosa muy costosa, que hizo que Don Siro lo adaptase al económico níveo humo de estas latitudes.
Safac era una marca de yerba mate, propiedad del grupo Bemberg, y ese nombre era la sigla de la empresa que la elaboraba, la Sociedad Auxiliar, Fabril, Agrícola y Comercial.
Había otras conocidas marcas, algunas de ellas desaparecidas, como ser: Rigoletto, Salus, Cruz del Sur, Gato, Apipé, Pájaro Azul, Piporé, Escarapela, Perbo y las hasta hoy reconocidas, Flor de Lis, Cruz de Malta, Nobleza Gaucha, La Hoja.
Los fabricantes de Safac pensaron en hacer una amplia campaña publicitaria para imponer su producto y les encantó esa publicidad de altura.
En las ciudades, dado que la campaña se extendió por todo el país, cuidaban dónde poder hacer los sobrevuelos.
El piloto Siro Comi debió hacer muchas pruebas para ver cómo realizaba esa escritura en las alturas y donde hacerlas para que los fuertes vientos no las borraran inmediatamente.
Así comenzó a experimentar con un vieja bicicleta a la que adosó una lata de pintura y "escribía" en el piso, pero luego fue poder llevar esa experiencia a la altura y con humo.
Lo hizo escribiendo a una altura de entre 2.500 y 3.000 metros de altura y cuando el cielo estaba diáfano.
También otras empresas hicieron esta publicidad, como ser Sacol, Pepsi, Geniol, General Electric, Odol, crema Nivea y la agencia de automotores Sergi, esta última de nuestro barrio dado que estaba emplazada en una de las Diez Esquinas que había en Parral (hoy Honorio Pueyrredón y Av. Gaona), pero la de Safac aún perdura en la memoria de los pibes de antaño.
Fue dificultoso hacer las pruebas pues en esa época no había radios con las que comunicarse por lo que el piloto recibía las novedades y consejos al aterrizar y tomar en cuenta las recomendaciones.
A título de ejemplo cabe destacar que el palote de la letra P de Pepsi medía 600 metros!!!
Ahora mismo y ya sin la pelota de trapo pero con la memoria muy clara, entrecierro los ojos y escucho el ronroneo del pequeño avión plateado, los abro y leo SAFAC, pero leo rápido pues los vientos de altura iban haciendo perfecta la caligrafía de los hermanos Comi.