1 de abril 2024
EDUCAMOS PERSONAS FORMAMOS JUGADORES
“Somos una familia”
Escribe: Norberto A. Muño / Tomás González Messina
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Osvaldo Rodríguez es otro canterano de Argentinos Juniors que trabaja en el Semillero del Mundo. Desde su lugar de asistente de José Luis Calderón, le inculca a los juveniles mucho de lo que él mismo aprendió a lo largo de su proceso formativo.
Llegó a Argentinos en 1977 proveniente del club de barrio “El Rayo” en su Moreno natal. Su trayectoria en nuestro club está repleta de referencias de alto nivel. Su primer entrenador en las juveniles fue Francis Cornejo. Luego, fue dirigido por Oscar Refojos y Carlos Balcaza, siendo después apadrinado por José Pekerman. El entrerriano estaba a cargo de la reserva, la cuarta, la quinta y la sexta división, categorías que según nuestro entrevistado “jugaban exactamente igual”. Esto generaba que el nivel competitivo fuera altísimo, pero que además los jugadores fueran intercambiables entre las diferentes categorías y adquirieran así un gran rodaje. Por entonces, recuerda que el principal apoyo de José era el preparador físico Gerardo Salorio ante la falta de otros recursos humanos que hoy día se dan por sentados en cualquier club. Tanto el acompañamiento de Salorio como el manejo unificado de varias divisiones en simultáneo fueron lo que Pekerman llevó a la AFA en su destacada tarea al frente de los seleccionados juveniles. Con una trayectoria signada por la presencia de este gran entrenador al que considera su padre futbolístico, recuerda con emoción los gestos que tenía para con él. Sin dudas, el más emotivo fue el día de su debut. Pekerman lo pasó a buscar personalmente por Moreno a efectos de brindarle confianza hasta el último minuto.
En 1984 empezó a entrenar regularmente en primera. Entonces, lógicamente, siguió compartiendo espacios con nombres ilustres de nuestra institución. En su calidad de defensor central y con apenas 17 años (siendo el menor del plantel), formaba parte de una puja tan feroz como leal con grandes figuras: Jorge Olguín, José Luis Pavoni, Carlos Mayor, Jorge Pellegrini y Rubén Bouza. En sus primeras prácticas tuvo que hacerse cargo de la marca de jugadores como Pedro Pasculli o Carlos Morete. Según recuerda, el “Puma” solía decirle que le gustaba que le peguen para que jugara suelto y libre de presiones.
Finalmente, el joven Rodríguez hizo su debut el 28 de julio de 1985 en una victoria por la mínima ante San Lorenzo con gol de “Tito” Corsi. Aquella tarde, tuvo la difícil tarea de marcar al goleador Walter Perazzo. Pudo neutralizarlo gracias a los buenos consejos de Jorge Olguín. Pero además hubo otra particularidad, acaso increíble hoy en día. Debió jugar con botines prestados por Sergio Batista ya que era un día de lluvia y no disponía de tapones altos.
En 1988, fue uno de los protagonistas de otro equipo que quedó en la historia de nuestro club. Bajo la batuta de Nito Veiga, era titular en “Los Globetrotters” junto a célebres jugadores como Oscar Dertycia, Carlos Goyén, Fernando Cáceres, Silvio Rudman, el recordado “Chocolatín” Castillo y la figura descollante de Fernando Redondo. Se trataba de una combinación entre jugadores consagrados y grandes revelaciones junto a un conjunto de promesas de un semillero que seguía bajo las órdenes de Pekerman. El apodo de ese equipo fue lo que dio origen a la curiosa imagen que ilustra este artículo.
Rodríguez siente haber aprendido prácticamente todo en el club, “incluso cómo usar bien los cubiertos para comer”, según nos cuenta. Precisamente por eso, se siente un privilegiado por poder haber regresado para impartir esa sapiencia a la futura generación de cracks. Además, en definitiva siente que forma parte de un proyecto que tiene su origen último en las enseñanzas de José Néstor Pekerman quien, según Rodríguez, es el padre del Semillero del Mundo. Por último, nos destaca que algo esencial para los entrenadores de Argentinos Juniors es el trato: siempre se trabaja con sinceridad, honestidad y respeto.