El sábado 17 de febrero como cada año desde hace 28, la murga Cachengue y Sudor llegó pasado el mediodía a la Plaza 24 de Septiembre, ubicada en avenida San Martín y Rojas, en el límite entre los barrios de Villa Crespo y La Paternal, para comenzar a armar el ya clásico festival murguero. Pero allí se encontraron con un gran operativo policial que buscaba impedir la realización del evento prohibiendo el armado del escenario y el sonido, y la preparación del stand de alimentos y bebidas.
"Llegamos a la plaza a armar nuestro tradicional corso de Cachengue y Sudor, y ya teníamos un operativo policial de 12 personas (+ civiles). Empezamos el diálogo e intentamos dilatarlo hasta poder armar el corso y haya más gente", detallaron en un comunicado desde la murga.
Desde hace un par de años la murga independiente y autogestiva Cachengue y Sudor Murga de Arpillera viene sufriendo trabas por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, poniendo obstáculos para que el festejo popular no se realice, a pesar de que la agrupación cultural presente toda la documentación en tiempo y regla para obtener el permiso de uso de la plaza.
“Desde Cachengue y Sudor como murga autogestiva hemos logrado sostener este festejo sobre la calle Rojas generando un espacio de encuentro y difusión de la cultura disfrutado por todo el barrio, de forma gratuita y segura”, explicaron.
En ese sentido, destacaron que pese a las negativas del Gobierno de la Ciudad, “el carnaval sigue siendo patrimonio cultural de la Ciudad y por eso solicitamos toda la solidaridad posible que nos permita conseguir el permiso, tejiendo redes y convocamos a seguir defendiéndolo en las calles”.
El año pasado, después de muchas vueltas por parte del Gobierno porteño lograron el permiso sobre la fecha de comienzo del festival. Este año cuando todo estaba aprobado recibieron, durante la madrugada previa, la negativa al uso del espacio público.
Desde el inicio del carnaval de este año, la comunidad murguera anunció el "estado de alerta y movilización" frente a la decisión del Gobierno de la Ciudad de recortar el festejo popular a solo 15 corsos y a más del 40% los cortes en las calles en relación al año pasado.
La responsabilidad es de la Dirección General de Competencia y Concursos Comunales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a cargo de Rosario Palacios, Ivana Nudo y Florencia Galaratti.
Pero ese sábado la plaza 24 de Septiembre se llenó de vecinos y vecinas que fueron a apoyar y defender a Cachengue y Sudor. Se organizó espontáneamente una asamblea que se enfrentó a la Policía de la Ciudad. También estuvieron presentes distintos espacios culturales, organizaciones de derechos humanos, medios comunitarios y alternativos y referentes políticos que sacaron con cánticos a la policía que intentó sacar fotos.
De esta forma se improvisó el escenario, las murgueras y murgueros se empezaron a maquillar, niños y niñas llenaron de juego y espuma la plaza y arrancó el esperado corso.
El sábado actuaron La que se Viene, Pa que te Muevas, La Fisura de Morón, Maldito Camilo, Gastazuela, Piantaos por la Alegría, La Contrabanda y por su puesto la murga anfitriona Cachengue y Sudor.
El domingo 18 volvió a repetirse la situación con la Policía de la Ciudad, pero la comunidad murguera y el barrio que acompañó resistieron el embate y además la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas estuvo presente para apoyar esta movida cultural.
El domingo se presentaron Bloco Samba Marta, Los Caprichosos de Caseros, Alma Brava, Cosa e’mandinga, Caídos del Almanaque y el cierre estuvo a cargo de Cachengue y Sudor.