Norberto Aníbal Napolitano nace el 10 de marzo de 1950 en Buenos Aires, más precisamente en las calles Artigas y Camarones, en el barrio porteño de La Paternal. A mediados de los ’60, con sólo 16 años de edad, forma su primera banda Los Buitres y más tarde Engranaje. En 1967, Miguel Abuelo lo convoca para ser parte de los legendarios Abuelos de la nada, pero el “Carpo” renunciaría tiempo más tarde por no poder expulsar esa gema blusera que tanto corría por sus venas. Manal sería el nombre de su próxima estación: la descomunal formación integrada por Alejandro Medina, Javier Martínez y Claudio Gabis, en la que Pappo participó sólo como músico invitado de las giras. En 1969, con 19 años, es llamado por Lito Nebia para reemplazar al guitarrista KayGalifi en la banda Los Gatos, otro grupo incunable de la música emergente de los sesentas, con el que grabó dos discos: Beat No 1 y Rock de la mujer perdida. Tras su paso por Los Gatos, Pappo se embarca de lleno en su próxima misión: Pappo´s Blues, junto a David Lebón en bajo y Black Amaya en batería. Pero a esta banda no sólo la distinguió el inagotable talento, sino también el constante e irreversible cambio de formación: por ella desfilaron profetas como Alejandro Medina, Botafogo y Machi Rufino, entre otros. Luego de un pequeño romance musical con Aeroblues, a fines de los ’80, Pappo embiste con su segunda gran creación, Riff: uno de los grupos más influyentes y loables del rock nacional. La banda tuvo dos etapas bien marcadas: la primera, integrada por Michel Peyronel, Boffy Vitico, que supo destilar tintes más bluseros; y la segunda (a mediados de los ’80), coronada con JAF y Oscar Moro, que supo enseñar el costado más hard rock y heavy metal posible, desmantelando una propuesta musical apabullante, inaudita para los estándares compositivos de aquellos tiempos.
Párrafo aparte merece el viaje de Pappo a la cuna de la música, Inglaterra, donde éste se dio el placer encomiable de conocer y zapar punteos con tipos como John Bonjam de Led Zeppelin y LemmyKilmister de Motorhead.
A fines de los ’80, el Carpo viaja a la ciudad de Los Ángeles y comparte escenario con músicos de la talla de Mike Tylor, James Cotton, Edgar Winter y Deacon Jones, entre otros. A su regreso a la Argentina, principios de los ’90, rearma la vuelta de Pappo´s Blues y Riff; era dorada en donde acontece uno de los hitos más añorados y estremecedores del rock internacional: el mismísimo B.B. King lo invita a tocar la guitarra, nada más ni nada menos que en el Madison Square Garden, nada más ni nada menos que zapando con el eterno Rey del Blues. ¡Ese día, Pappo había acariciado lo que nadie jamás: ser el primer hombre blanco en gozar la membresía soñada de pertenecer y compartir una música concebida por negros y sólo apta para un puñado exclusivo de enormes talentos! Y la bendición del destino fue tal que hasta el propio B.B. King llegó a detenerse, en la mitad de un concierto, para despedir y elogiar con lágrimas en sus mejillas al mismísimo Norberto “Pappo” Napolitano: el último guerrero del rock. El gran vecino de La Paternal.