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8 de Marzo 2020
8 DE MARZO: DÍA DE LA MUJER
A meterse hasta las manos, eso nos hace más dignos, más humanos y más libres
Escribe: Mayra Shalom
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En los últimos años, han sido noticia numerosos femicidos. Es como una moda, de la que todos se lamentan, pero pocas veces se observa una reflexión que apunte a la profundidad.
Las autoridades y los medios suspiran, cuando en un gran número de casos, existían ya denuncias respecto de maltratos anticipatorios a las desgracias, que no recibieron respuestas contundentes, que no sirvieron de alerta para prevenir desenlaces fatales.
No es raro que en este contexto se celebre el día de la mujer de una manera menos pomposa, con menos bombones, flores, pavadas de felicitaciones; y se trate de pensar un poco.
Como señal de respeto, de reconocimiento y hasta un poco de culpa, quién sabe por qué, pero alguien las dejó solas. Puede que sea condenada esta reflexión, lejos de juzgar o culpabilizar, sería bueno pensar algunas cosas para tratar de tomar dimensión de nuestra responsabilidad en el mundo, con los otros. Quizás una de las más atroces de las características de la sociedad moderna occidental, es la certeza colectiva de que lo que pasa en la vida doméstica es privado, en una reivindicación generalizada por la propiedad privada, creyendo tal vez, que vale más la intimidad que el derecho en sí. Facilista, simple, despreocupado y liviano. Por supuesto, que cada quién que se vista como quiera, que coma lo que quiera, que piense, que sueñe, que arme familia a su manera… que sea libre en su existencia de ser y de hacer. Pero que esa libertad sea un logro y una conquista de nuestra sociedad, que tienen conciencia de derecho; y no una vía libre para desentenderse, por ejemplo, de las situaciones de violencia.
Todos somos maestros, madres, padres, hermanos, vecinos, amigos, todos deambulamos con todos. Estamos como enredados a través de nuestros vínculos. Alguien sabe de nosotros y nosotros sabemos de los otros, aunque los conozcamos de cerca o no.
De ahí surge éticamente, uno se atrevería a decir, una responsabilidad para con los demás. No es fácil esta era del ensimismamiento, con el celular, la Tablet, u otras  tecnologías, que muchas veces logran que ni uno mismo registre si tiene frío, hambre, sed, tedio, malestar o alegría. En esta lógica de la insensibilidad propia y del otro, un poco, todo cuesta.
Es entonces entendible que una mujer que empieza a mostrar algunos signos de angustia, incomodidad, desgaste o cansancio, no sea notada. No estamos hablando de un ojo violeta producto de un golpe, sino de las manifestaciones previas, de sumisión, de maltrato, de ahogo. Cuántos de nosotros hemos identificado señales de sumisión, hemos reconocido relaciones fuertemente marcadas por la dominación. Quién se anima a advertir, a preguntar, a meterse.
En la lógica del “no te metas” entran los niños, las mujeres, los hombres, los ancianos y los jóvenes. Porque no es cierto que la única población vulnerable sean las mujeres. Hay situaciones de tremenda vulnerabilidad de todos los tamaños, modelos y colores, religiones, orientación sexual, edad, género, nacionalidad, edad, etc. La pregunta que uno puede se llegar a hacer, se centra en la voluntad que se tenga de intervenir, el alcance de esa voluntad, la convicción, la certeza. El por qué uno se “metería” y por qué no. Para qué, con qué derecho y con qué obligación.
No es sencillo plantarse con los dos pies en la tierra y decir algo, en privado o en público. Mucho menos lo es actuar, y ni que hablar, el constituirse como protector o como resguardo, del agredido, del abusado, del dominado; del que está entrando en una situación difícil de la que quizás más adelante sea imposible salir.
Decirle a una amiga que su novio por ahí es demasiado celoso, que no da que le revise el Facebook o el celular… que si últimamente se está poniendo nervioso o agresivo, esté más atenta… porque con el tiempo, esas cosas se empiezan a naturalizar y cuesta ya verlas. Que ese cachetazo del otro día no es normal, que su plata es suya, que no está bueno que le prohíba la salida con las amigas, o con los amigos, que tener amigos varones es maravilloso, y que con sus celos le está limitando mucho la vida, etc. Aunque no entienda o no escuche, estar alerta, ser parte activa, hacerse cargo de los riesgos que uno identificó.
Existen noviazgos violentos, matrimonios violentos, pero también padres violentos; que le dan un tirón de oreja o de pelo en el medio del colectivo a sus hijos, y una decena de espectadores silenciosos le devuelven a ese niño la idea de que eso es natural… o le levantan una mano y les dicen en casa ya vas a ver… seguí así y te fajo acá en frente de todos. O en una reunión familiar… quién se anima a cuestionar qué. Se humilla a un sobrino, a una cuñada, a la amiga de la tía, a la vecina que pasó a saludar, y cuándo nos animamos a hablar. A sostener, a cuidar. Rompiendo con la lógica de que el silencio es respeto, a veces hacer mucho ruido es devolverle a alguien su conciencia de ser libre y digno.
La historia de la conmemoración del 8 de marzo como día de la mujer, hace referencia a las mujeres que murieron incendiadas en la fábrica textil, cuando protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo. Esas mujeres se organizaron y defendieron sus derechos con convicción, y con voz firme. Fueron reprimidas y acalladas de manera brutal, al ser encerradas mientras la fábrica se quemaba por las bombas incendiaras que les habían arrojado.
Cabe pensar, que muchas veces hoy no hay colectivo, y no hay lucha, o a veces sí. Que no hay grito, ni pedido de ayuda, y otras veces lo hay. En cada caso, cada persona, cada testigo, puede dar una mano, escuchar el grito o ayudar a que la voz se empiece a oír más fuerte, activar, actuar. Ayudar, compartir, y no convertirse en cómplice con su silencio.
No se esperan medidas heroicas, siempre es mejor pedir ayuda a otros y ser varios para defender al oprimido. No hace falta pedirle permiso a quien se ha quedado mudo de tanta violencia, para generar acciones de ayuda. La violencia nunca es un secreto a respetar. Siempre es una situación a develar, a exponer, a avergonzar o entristecer, pero nunca callar. So se hace muda, se hace oculta, natural y fatal.
En la era de la cultura del “no te metas”… a meterse hasta las manos, eso nos hace más dignos, más humanos y más libres.

Se conmemorará el Día Internacional de la Mujer en la Comuna 15

El martes 10 de marzo, a las 14 horas, se realizará un acto para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en la Comuna 15. En esta oportunidad se lanzará el área de Género de la Junta Comunal 15, que estará encabezada por la comunera Dra. Nancy Verónica Bolaño del Frente de Todos.
La actividad comenzará con la inauguración de un mural alusivo pintado por la artista Victoria Ferreyra de la Fundación Pinta Argentina en la plazoleta Agustín Comastri, ubicada en la esquina de Av. Córdoba y Bonpland.
Luego, en el patio de la Sede Comunal 15, ubicada en Bonpland 1271, se inaugurará un banco rojo con la leyenda “No a la violencia de género. Por más equidad, respeto y autonomía”. Además, el grupo Tangótica bailará tango feminista.  (En caso de lluvia, el encuentro se realizará en la sede comunal, en Bonpland 1271)

Día de la Mujer en la Comuna 11

El viernes 6 de marzo a las 15 hs en la Subsede Comunal (Ricardo Gutiérrez 3254) se desarrolló la charla “Perspectiva de género para la independencia de la mujer” en conjunto con la Unión de Comerciantes de Villa del Parque y FECOBA.
En el encuentro disertaron Diego Ortiz (especialista en violencia familiar de la UMSA), Dra. Elizabeth Piacentini y Silvia Shocrón de la Unión de Comerciantes de Villa del Parque, con el objetivo de debatir y reflexionar sobre los roles de la mujer en el ámbito familiar y económico.