Según ha declarado recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) estamos frente a una nueva pandemia mundial por la incidencia de una variante de Coronavirus (COVID-19) que comenzó en China y en pocas semanas alcanzó, en mayor o menor medida, a más de 140 países.
La OMS es un organismo mundial de la Salud preparado para afrontar estas contingencias. Desde el año 2005 está en vigor el Reglamento Sanitario Internacional (RSI). Cuando una emergencia de salud pública adquiere una relevancia o importancia internacional, se la clasifica como ESPII, es decir, “un riego para la salud pública de los países causado por la propagación internacional de una enfermedad, que exige una respuesta internacional coordinada”.
Frente a la crisis producida por el coronavirus (COVID-19), los países adherentes deben seguir las indicaciones de la OMS para lograr un accionar coordinado que permita el seguimiento de posibles infecciones con los que poder arrojar datos para que este organismo pueda desarrollar una estrategia global contra la epidemia en cuestión.
Desde que se dictó ese reglamento internacional a la fecha, hubo seis emergencias de salud global: la gripe A (2009), la epidemia de poliomielitis (2014), el ébola (2014 y 2019), el zika (2016) y ahora el coronavirus (COVID-19) (2020).
A diferencia de las anteriores, esta crisis sanitaria parece haberse transformado en una especie de “cisne negro” para el mundo, poniendo a prueba los sistemas de salud pública de cada país y su capacidad para enfrentar los casos que se presentan, pone de manifiesto la responsabilidad y solidaridad de cada pueblo, la eficacia de los gobiernos para llevar adelante las medidas de emergencia y la capacidad de la ciencia para dar una respuesta al flagelo. A la par, la economía global se resiente por el cierre de fronteras, el freno productivo y comercial repercute en las finanzas internacionales; y de todo esto aún no podemos imaginar y mucho menos mensurar las posibles consecuencias.
Comprobamos una vez más que el planeta ya no es más que una Gran Aldea. La agilidad de los medios de transporte actuales permiten a millones de personas trasladarse día a día desde las más diversas latitudes, aunque esto tiene como contrapartida efectos no deseados, como propagar enfermedades en un lapso muy breve con muy pocas posibilidades de ejercer controles sanitarios efectivos a tiempo.
La tecnología comunicacional permite a los ciudadanos de a pie conocer en tiempo real y minuto a minuto como evoluciona esta patología. Esto que puede ser una herramienta muy positiva para formar conciencia y establecer rápidamente barreras de prevención y protección cuando están las guías y se arman redes de contención con información precisa fidedigna y transparente, también, sin estas condiciones, puede transformarse en un disparador de pánico colectivo.
Cuando el virus comenzó a escalar más allá de la frontera China y hasta tanto la OMS declaró la pandemia, cada país abordó la problemática de manera diferente, ya sea por el grado de atención y acción inicial en la detección y contención de los primeros “casos importados” como en la mitigación cuando los “casos autóctonos” comenzaron a multiplicarse.
En nuestro país la enfermedad nos encuentra en un momento de extrema fragilidad: un contexto económico muy delicado, vulnerabilidad social de una parte significativa de la población que se encuentra bajo la línea de pobreza y un sistema de salud pública deteriorado producto de años de falta de políticas adecuadas.
Desde el punto de vista sanitario, Argentina además está afrontando en paralelo la epidemia de Dengue, un brote significativo de Sarampión que volvió a aparecer luego de 18 años que no hubiera casos, producto de la relajación en la vacunación del universo de personas que debería estarlo. En el país también reaparecieron la tuberculosis, lepra y sífilis, enfermedades que en algún momento se consideraron erradicadas.
Si bien en un primer momento las autoridades sanitarias nacionales no visualizaron con claridad la rapidez con la que se presentarían los primeros “casos importados” en Argentina, por ponderar la cuestión estacional y por estar enfocados en otra epidemia que hasta este momento es mucho más grave en nuestro país, como es el dengue, pronto tuvieron la capacidad de accionar y ajustarse a los protocolos que está dictando la OMS articulando internamente reuniones interministeriales extraordinarias sumando a expertos y a sociedades científicas a la mesa de trabajo conjunta.
Las personas que se consideren "casos sospechosos", hayan estado en zonas alcanzadas por el virus o en contacto con casos confirmados o probables de Covid-19 deberán permanecer en aislamiento durante 14 días. Aquellos que tengan síntomas compatibles con la enfermedad deberán "reportar de inmediato dicha situación a los prestadores de salud, con la modalidad establecida en las recomendaciones sanitarias vigentes de cada jurisdicción". En caso de verificarse el incumplimiento de las obligaciones mencionadas, los funcionarios, personal de salud y autoridades en general que tomen conocimiento de la circunstancia deberán "radicar la denuncia penal para investigar la posible comisión de los delitos previstos en los artículos 205, 239 y concordantes del Código Penal".
La mayoría de las personas que se infectan padecen una enfermedad leve y se recuperan, pero en algunos casos puede ser más grave. Su peligrosidad está en la capacidad de multiplicar los infectados de manera geométrica en un período de tiempo muy corto, este efecto “oleada” es lo que colapsa los sistemas de salud que no dan abasto.
En la fase en que se encuentra Argentina, a las medidas gubernamentales es imprescindible sumarle un comportamiento social proactivo que contribuya, con responsabilidad y solidaridad, a cuidarnos entre todos.
La responsabilidad y solidaridad son claves para superar este tipo de crisis. El egoísmo y la indiferencia del “sálvese quien pueda” son ingredientes que de manera insoslayable nos llevarían al colapso.
Educación:
hasta el 31 de marzo habrá un corte de presencialidad de los alumnos pero las escuelas dependientes del Estado de la Ciudad seguirán abiertas ya que continuarán con tareas administrativas, pedagógicas y de alimentación (en el caso de las que tengan jornada doble).
Trámites:
Todos aquellos que se realicen de manera presencial se reducirán al extremo. Por ello, el gobierno prorrogará los vencimientos de VTV y de renovación de licencias de conducir que tendrán nuevas fechas para su realización.
Los casamientos seguirán haciéndose pero con un mínimo de asistentes donde solo podrán participar los novios con los testigos. Aquellos que no quieran, podrán reprogramar la ceremonia.
Todas las gestiones en las que hasta ahora se podía elegir hacerlas de manera presencial o virtual, solo quedará disponible la opción virtual.
Para aquellos trámites urgentes que requieran hacerse de manera presencial va a haber una guardia mínima.
Se van ampliar los chats de consultas.
Las denuncias y reclamos podrán hacerse a través del 147.
Espacio Público:
Se mantendrán abiertas las ferias de abastecimiento y los polos gastronómicos.
Los patios de juegos en plazas y parques permanecerán cerrados
Adultos Mayores:
Al ser la población de más riesgo se los tratará de preservar brindándole atención exclusiva. Para eso el gobierno está trabajando con bancos, farmacias, etc.
Se cerrarán los centros de día de adultos mayores para la concurrencia aunque seguirán entregando las viandas.
En breve se dará a conocer un protocolo especial para Hogares y Geriátricos disponiendo que los abuelos solo podrán recibir visitas de los más allegados.
Subte: Puedan viajar en subte los vecinos que realizan viajes más largos, mientras que para las distancias que son más cortas, recomiendan hacerlo caminando, en bici, o bien en algún modo de transporte alternativo.
Se dará información y recomendaciones a los usuarios de subte para fomentar la nueva manera de viajar: no subir a la formación si no quedan asientos vacíos y esperar la siguiente; si en el andén hay otras personas esperando, esperar afuera, para estar más distanciados; entre otras.
ESTACIONES QUE PERMANECERÁN ABIERTAS
•Línea A (Perú-San Pedrito)*: Perú, Lima, Plaza Miserere, Primera Junta, San José de Flores, San Pedrito (Plaza de Mayo cerrada por obras)
• Línea B (Leandro N. Alem-Juan Manuel de Rosas): Leandro N. Alem, Carlos Pellegrini, Pueyrredón, Medrano, Federico Lacroze, Juan Manuel de Rosas.
• Línea C (Constitución-Retiro): Retiro, Diagonal Norte, Av. de Mayo, Independencia, Constitución.
• Línea D (Catedral-Congreso de Tucumán): Catedral, 9 de Julio, Facultad de Medicina, Pueyrredón, Palermo, Ministro Carranza/Miguel Abuelo, Juramento, Congreso de Tucumán.
• Línea E (Retiro-Plaza de los Virreyes): Retiro, Correo Central, Bolívar, Independencia, Jujuy, Av. La Plata, Plaza de los Virreyes.
• Línea H (Facultad de Derecho/Julieta Lanteri-Hospitales): Facultad de Derecho, Santa Fe/Carlos Jauregui, Corrientes, Once/30 de diciembre, Humberto 1º, Caseros y Hospitales.
• Premetro: funcionará con recorrido completo y todas sus estaciones.
Estacionamiento
Hasta el 31 de marzo con el objetivo de fomentar los viajes en autos particulares para quienes tengan la posibilidad de hacerlo, en vez de viajar en transporte público como lo hacen habitualmente, el GCBA implementó alternativas teniendo en cuenta la situación actual.
• Avenidas donde está prohibido estacionar días hábiles de 7 a 21: PERMITIDO ESTACIONAR
• Avenidas donde está prohibido estacionar las 24 horas: PROHIBIDO ESTACIONAR
ׇ• Calles donde está prohibido estacionar días hábiles de 7 a 21: PERMITIDO ESTACIONAR
• Calles donde está prohibido estacionar las 24 horas: PROHIBIDO ESTACIONAR
• Estacionamiento medido: NO TIENE VIGENCIA
• Restricción en Centro y Tribunales Peatonal: NO RIGE RESTRICCIÓN
Consultas a través del chat de la ciudad sobre sospechas del coronavirus 11-5050-0147
Seleccionando la opción “¿Tengo Coronavirus?”, luego de una serie de preguntas y respuestas que se programaron junto al Ministerio de Salud, Boti discierne si se trata de un caso sospechoso. De serlo, se deriva al 107 para poder continuar con el protocolo.
Boti funciona todos los días las 24 hs y puede contestar hasta 50 mensajes por segundo.
“A partir de ahora, los vecinos pueden comunicarse por Whatsapp al chat de la ciudad para consultar si tienen síntomas compatibles con coronavirus, y recibir las indicaciones a seguir. Somos la primera ciudad del mundo en incorporar este canal, que es el que usamos la mayoría para comunicarnos, en el protocolo de prevención del virus. Estamos tomando todas las medidas necesarias para superar esta situación y facilitarle a cada vecino los recaudos que tenemos que tomar, priorizando la salud de todos”, dijo Felipe Miguel, Jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.