Los comercios barriales en los últimos años tuvieron que sortear varios obstáculos, además de la irrupción del Covid-19, hay que sumarle la crisis por la caída del consumo y al proceso inflacionario. Un combo que trajo para los comerciantes impensadas pérdidas, acumulaciones de deudas y profundos cambios en sus hábitos de comercialización.
El Centro Comercial a Cielo Abierto de la Av. San Martín nunca estuvo exento a esta problemática y sufrió, en el último tiempo, movimientos de locales que cierran y otros nuevos que abren. Haciéndose más notorio en el último tiempo los cambios de rubros. A casi un año del comienzo de la cuarentena en nuestro país, los comercios e industrias de nuestro barrio sufrieron la metamorfosis que generaron esta nueva normalidad que comenzó con un aislamiento obligatorio (la mayoría de los comercios cerrados, salvo los esenciales) a una apertura gradual de todos los rubros.
Esto generó que en la Ciudad de Buenos Aires cerraran aproximadamente unas 44.000 Pymes, la mayoría comercios.
Para algunos rubros la imposibilidad de trabajar durante los meses que llevó el Aislamiento Social Preventivo fue determinante a la hora de tomar la decisión de bajar las persianas definitivamente. También están los que eligieron transformarse y otros comercializar exclusivamente a través de tiendas online por resultarles un sistema mucho menos costoso de sostener que un negocio a la calle.

A partir del informe elaborado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP) del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación se observan algunos datos de interés acerca de los cambios advertidos, en cuanto a los patrones de consumo durante la pandemia en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La pandemia generó cambios interesantes en la dinámica habitual de los barrios y por ejemplo, las zonas de casas bajas, se muestran como “ganadores” relativos en términos territoriales, siendo La Paternal uno de los barrios que muestran un crecimiento del 7% en las ventas comerciales con respecto a 2019.
Sin ninguna duda los rubros más perjudicados fueron los de indumentaria, peluquería, gimnasio, turismo y establecimientos educativos y culturales; mientras los que apostaron a un nuevo emprendimiento eligieron lo vinculado con la alimentación y vida sana (verdulería, fiambrería, dietéticas, casa de empanadas, entre otros).
Recorrimos un tramo de la Av. San Martín desde 12 de Octubre hasta Belaustegui para observar esta dinámica que se dio en el último año y ver si realmente en nuestra zona hubo grandes cambios y los rubros que encontramos.
Lo primero que pudimos constatar es que a pesar que cerraron varios comercios que se dedicaban a la venta de indumentaria, la avenida San Martín sigue teniendo mayoría en estos rubros (ropa, zapatos y accesorios) con 35 locales (1 comercio nuevo). Lo sigue el rubro alimenticio en particular casas de comida, bares, pizzerías, empanadas y roticerías con 20 lugares (3 comercios nuevos). Otro rubro que se ve mucho y también creció fue el de verdulerías con 4 aperturas en el último tiempo y si sumamos los supermercados hay en total 16 comercios. Para los golosos del barrio las panaderías ocupan un lugar importante con 10 (1 de pastelería nueva). Si los dulceros se quedaron con ganas de algo más, los kioscos se encuentran entre los rubros que más nos topamos por la avenida con 12 de los cuales uno abrió en el transcurso de la pandemia. Otros dos rubros que sumaron 2 comercios cada uno son las fiambrerías (6 en total) y las ópticas (4 en total).
Para poner la casa linda hay mucha variedad en la zona (cortinas, decoración, bazar, blanco), nos encontramos con 15 locales (2 nuevos). Y si además queremos equiparla hay varios locales de insumos electrónicos, electricidad e iluminación con 13 comercios.
También al recorrer la avenida nos encontramos con 8 farmacias y perfumerías, igual número de granjas y carnicerías, almacenes y supermercados, lotería y Pago Fácil. 6 Inmobiliarias y 6 heladerías. Podemos completar la lista con ferreterías, veterinarias peluquerías y estética, automotrices, colchonería, gimnasios, tintorerías y lavadero de ropa, jugueterías y librerías, centro de copiado, disquerías, casa de pastas y más.
Otros comercios que se inauguraron durante la pandemia fueron: Granja y carnicería, peluquería, libros, colchonería, dietéticas, agencia de turismo, entre otros. Les damos la bienvenida a todos los que apostaron y apuestan al comercio barrial en un momento muy complicado por la pandemia.
Si alguien se quedó con las ganas de sumar un nuevo rubro, contabilizamos que en ese tramo hay alrededor de 22 locales cerrados o para alquilar.
Tenemos la suerte que el Centro Comercial de la avenida San Martín y adyacencias es muy variados en rubros a los que vienen vecinos de otras zonas para pasear y comprar.