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3 de Febrero 2020
EL TRANSPORTE PÚBLICO Y SUS PRIORIDADES
¿Qué pasará con el Metrobús que uniría Flores con Agronomía por Av. Nazca?
Escribe: Lic. Mónica Rodriguez
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Durante las gestiones de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires (2007- 2015) se realizaron varias líneas de Metrobús: Av. Juan B. Justo (desde Liniers a Palermo), Av. 9 de Julio, Av. Cabildo-Vicente López, Constitución-Puente La Noria, Av. San Martín y una sobre la Autopista 25 de Mayo.
Cuando Cambiemos llegó a la Presidencia de la Nación esta política se extendió al conurbano bonaerense y a otras provincias. Actualmente el país cuenta con 18 carriles exclusivos para buses.
El actual Ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, acaba de anunciar que el Gobierno de Alberto Fernández no continuará en la misma línea y que sus prioridades estarán centradas en proveer a la población de servicios de cloacas y agua potable, desarrollar planes de vivienda, mejorar la salud pública y educación.
En esta línea de trabajo no piensan seguir construyendo nuevos metrobuses, salvo que haya una necesidad explícita y puntual de algún intendente y gobernador.

En la ciudad de Buenos Aires, el actual Jefe de Gobierno cuando estaba en campaña anunció la construcción de tres nuevas líneas de Metrobús en el período 2019-2023:
• Del Bajo: San Telmo–La Boca
• Av. Alberdi (Flores–Mataderos)
• Directorio (Mataderos –Flores)
• Transversal (Flores–Agronomía). Este correría sobre Av. Nazca.

En el actual contexto socioeconómico, en función de lo expresado desde las autoridades nacionales sumado a la quita que se le hará a la ciudad de un porcentaje de la coparticipación, que se traducirá en alrededor de $36 mil millones menos para las arcas porteñas, es probable que estos proyectos puedan verse postergados (o cancelados).

En la Ciudad de Buenos Aires no existe el METROBUS. Sólo existen carriles exclusivos para los mismos colectivos de siempre.
Originalmente el Metrobús iba a ser una especie de subte de superficie con buses eléctricos articulados que iban a permitir multiplicar la cantidad de pasajeros transportados en vehículos no contaminantes y se iban a hacer sobre vías en las que nunca podría correr una línea de subterráneos. El mejor ejemplo es Av. Juan B. Justo, que al tener el entubamiento del arroyo Maldonado hace imposible pensar en transportes públicos soterrados. Esta hubiera sido una política acertada.
Guiados, quizás por el entusiasmo de una medida que fue aprobada por un buen porcentaje de vecinos sumado a que eran obras de relativamente rápida ejecución, muy visibles, de costos relativamente bajos y sensibles a ser capitalizadas por el marketing político, el concepto de Metrobús fue mutando hasta convertirse en algo que no tiene nada que ver con la idea original.
Si bien, a prima vista este sistema de transporte público le puede resultar favorable a un porcentaje de los 523.000 pasajeros diarios que lo utilizan porque ven reducido su tiempo de viaje hasta en un 40% (según el tramo que recorran), tal y como está siendo implementado, se tradujo en una política errática que va a contramano de la planificación que la ciudad tiene prevista desde hace décadas, como son las extensiones de las actuales líneas de subtes y la construcción de las nuevas líneas transversales (“F”. “G” e “I”). Esto daría a los usuarios la posibilidad de atravesar la ciudad en un tiempo infinitamente menor al que lleva hoy, desalentaría el uso de los vehículos particulares en un sistema de transporte que no daña el medio ambiente.
Las Comunas 11 y 15 se están viendo perjudicadas por estas políticas. En la apertura de sesiones de la Legislatura de 2011, el por entonces Jefe de Gobierno, Ingeniero Mauricio Macri, anunció que iba a comenzar la construcción de la Línea “G” Retiro - Villa del Parque y mencionó que para ello “ya contaba con el financiamiento”. Al cumplirse casi una década de aquel anuncio, la línea “G” sigue aún en proyecto y la actual gestión de la ciudad conducida por Rodríguez Larreta limitó dicho proyecto hasta el Cid Campeador (Av. San Martín y Gaona), dejando afuera a las Comunas 15 y 11 por tener el Metrobús de Av. San Martín. De esta manera, si en el futuro se concretara la línea “G”, es altamente probable que no llegue a nuestros barrios.
Estas medidas que han dejado de lado la extensión de la red de subterráneos para privilegiar la proliferación de carriles exclusivos para colectivos, mal llamados Metrobús, traen aparejados otros "efectos colaterales". Están más ocultos, pocos los tienen en cuenta, pero sin duda todos padeceremos las consecuencias.
El cambio climático exige que las ciudades se adecuen a nuevas realidades. La ciudad de Buenos Aires, que adhirió a la agenda de desarrollo sostenible 2030 de Naciones Unidas, tiene dos grandes riesgos: las temperaturas extremas y las inundaciones. El Metrobús, por sus características propias y porque no redujo significativamente el uso de autos, generan una enorme polución. Sumado a ello hay un gasto energético exorbitante por la quema de combustible de esos vehículos. Es decir, hay un costo ambiental que aumenta los riesgos que ya padecemos y hay un costo económico por el despilfarro de un recurso escaso.