Quienes han pasado por cortes prolongados del suministro de gas a raíz de una pérdida o fuga en la cañería, saben de que se trata.
El tiempo y los costos de reparación suelen multiplicarse. En general, este tipo de obras no llevan menos de tres meses aunque hay edificios que llegan a estar hasta un año y medio sin suministro cuando faltan los recursos para hacer frente a los trabajos que hay que realizar.
Pero la peripecia no termina allí. Una vez que la reparación está finalizada y no hay más pérdidas, llegan los inspectores de las empresas a revisar todo el domicilio. En el 99% de los casos, las casas y unidades funcionales de edificios que han atravesado por estos problemas no están adecuados a las modificaciones de reglamentaciones que operaron en los últimos años. Y entonces, la empresa no devolvía el suministro de gas hasta que no se cumpliera el protocolo a pie juntillas.
A partir del día de ahora eso cambió con la entrada en vigencia de la ley 6110, la cual intenta poner freno a los cortes de gas prolongados en casas y edificios de la ciudad.
La nueva norma establece que “en el éjido de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las empresas prestatarias de suministro de gas no podrán exigir adecuaciones a nuevas regulaciones que impliquen modificaciones edilicias a cada unidad habitacional para interrumpir el suministro de gas, salvo que fuera necesario por resultar la instalación peligrosa o defectuosa”.
Esta ley fue impulsada por el legislador porteño del GEN Sergio Abrevaya.
La empresa Metrogas informó que ellos se rigen por el marco regulatorio establecido por el ENARGAS (Ente nacional Regulador del Gas) que fija las regulaciones para las operaciones comerciales, impositivas y técnicas, en calle, en obra y las tareas hacia los clientes, por ejemplo, las inspecciones en el corte de gas.
Esperemos que la nueva normativa no entre en conflicto con reglamentaciones nacionales ya que es angustiante para los usuarios permanecer desprovistos de este servicio público vital por un período mayor al que lleva solucionar los problemas de reparación por pérdidas o fuga en el fluido del gas.
Hay que considerar que a muchos clientes de las empresas de gas les resulta imposible asumir simultáneamente los costos que implican las reparaciones sumado a los trabajos de adecuación a las nuevas reglamentaciones. La posibilidad de que se les reponga el gas y luego puedan ir haciendo el resto de los trabajos para adecuarse a las nuevas especificaciones técnicas, significará un importante alivio.