La calle Aguirre entre Darwin y Humboldt quedó habilitada a mediados de enero. Es uno de los 9 nuevos cruces previstos en la obra del Viaducto San Martín.
Mientras avanza la obra del Viaducto San Martín, desde el viernes 18 de enero se habilitó un cruce que antes quedaba cerrado por el paso del ferrocarril San Martín. Es el de la calle Aguirre, entre Darwin y Humboldt, en el límite entre los barrios de Villa Crespo y Chacarita.
Para poder abrir Aguirre, se niveló la zona de vías para que coincida con la pendiente de las veredas y las calles. El tren sigue sin pasar, sólo llega hasta Villa del Parque por los trabajos del viaducto.
En tanto, desde diciembre pasado y por el lapso de dos meses, se encuentra cerrada Niceto Vega, entre Humboldt y Godoy Cruz. Para suplir ese paso, los vehículos livianos pueden circular por las calles Ángel Carranza o Fitz Roy -paralelas a Juan B. Justo- para dirigirse hacia el cruce de las vías, y hacerlo por Loyola o avenida Corrientes. Luego retomar Niceto Vega por Godoy Cruz, Serrano y Acevedo, también paralelas a Juan B. Justo.
Otra alternativa es circular por Bonpland y Humboldt, cruzar las vías por Gorriti y Paraguay y retomar Niceto Vega por Fray Justo Sta. María de Oro, Uriarte, Thames o Gurruchaga. Para mitigar el flujo de tránsito, se abrió la calle Vera, que corre en paralelo a Córdoba, a unos 700 metros hacia avenida Corrientes.
Esta obra elevará las vías del tren a 8 metros de altura a lo largo de 5 kilómetros, entre los barrios de Palermo y La Paternal, lo cual permitirá eliminar 11 barreras. Una de ellas es la de la avenida Córdoba, donde ya desapareció el puente de Juan B. Justo. Las otras son las de Corrientes y Newbery, Trelles - Warnes, Honduras, Gorriti, Cabrera, Niceto Vega, Loyola, Ramírez de Velasco y Girardot.
Además, se abrirán 9 cruces, 7 de ellos para autos. Uno es el de Aguirre y los otros son los de las calles Castillo, Vera, Villarroel, Iturri, Caldas y Montenegro. Otros dos cruces, los de Concepción Arenal y Leiva, serán exclusivamente para peatones.
Desde el Gobierno porteño estiman que la obra mejorará el servicio del ferrocarril y el tránsito de los barrios de Palermo, Villa Crespo y La Paternal, beneficiando a 680.000 personas, entre vecinos, pasajeros del transporte público y automovilistas. Además, proyectan para toda la traza nuevos espacios públicos y verdes, zonas de servicios y áreas de esparcimiento.