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27 de mayo 2013
RENACE EL CLUB COMUNICACIONES
Un hálito de esperanza para los hinchas
Escribe: Pablo Pilanski
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Después de un pesado letargo, el Club Comunicaciones tiene otra oportunidad. Jorge Rapaport, experto en gestión deportiva que fue designado por el Juez Fernando D’Alessandro como nuevo integrante en plenas funciones del Órgano Fiduciario de Comunicaciones, mantuvo una intensa charla con Nuestro Barrio, sobre la realidad del Club. Sostuvo que tienen “una oportunidad histórica para levantar la quiebra en los treinta y tres meses que quedan, siempre teniendo en cuenta la necesidad de contar con la ayuda de toda la comunidad”, y anunció que están por cerrar un acuerdo con el Banco Ciudad para explotar la cartelería y la camiseta de fútbol.

Jorge está vinculado con el club desde que tenía ocho años, a pesar de no haber sido nunca socio, nadaba en las piletas del Club y de más grande jugaba al tenis en sus canchas. Y pasaje por picadito, no lo faltó.

Pero la quiebra del Club lo acercó mucho más, sobre todo siendo el director de la comisión de deportes de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Los socios se aproximaron solicitándole ayuda para evitar esa quiebra. Esa unión entre socios, concluyó en una relación que comenzó a trabajar para la recuperación de Comunicaciones.

Al preguntarle qué se encontró cuando asumió en el Órgano Fiduciario, Jorge responde con determinación “Con un club en términos de enorme precariedad, con una sensación de ser tierra de nadie, donde no había prácticamente autoridad, organización ni proyectos, y lo primero que hice fue empezar a conocer cada metro y cada baldosa del club, cómo está la gente, qué piensa y qué quiere”, y prosigue “Por otro lado, también se empezó a trabajar con los representantes de los socios para diseñar un modelo de club y un proyecto de gestión”.  

Un día después de la clausura del predio, a Jorge le llega su designación. 52 días estuvo haciendo gestiones desde el Órgano Fiduciario sin poder entrar al club: “un club devastado en términos de recaudación, había que empezar a funcionar y pagar los sueldos, que por ahora se fue logrando”, recuerda.

Desde el momento y hasta hoy, el club Comunicaciones cuenta con 40 empleados vinculados a la gestión de deportes, mantenimiento y administración. Además tiene otra cantidad que tiene que ver con entrenadores, y otro tanto considerados empleados, como el cuerpo técnico y el plantel profesional de Fútbol.

Treinta y tres meses es el tiempo que se tiene para levantar la quiebra de un club que es totalmente viable. Y la pregunta es inevitable: cómo se maneja y se recupera un club con la misma gente. “A diferencia de lo que pasaba antes, nos sentamos con todos los sectores de la comunidad, armamos una coordinadora de actividades donde todos tengan un lugar de participación, nos reunimos con los entrenadores y les planteamos cuál es el rol que tienen en un club en general y en este proyecto en particular. Trabajamos con los empleados, que están haciendo un gran esfuerzo, y digo esto porque todos vienen con un enorme desgaste, de peleas e internas. No es fácil decirles que ahora viene algo bueno y de repente se nos va el cansancio. Hay que estar más de diez horas por día acá adentro, y particularmente hay que dar el ejemplo, así que si uno pide más horas de trabajo tiene que estar, si se pide mayor calidad laboral uno la tiene que presentar, y todas esas cosas van construyendo la nueva onda”, explica Jorge. Aproximadamente el club  debe tener un presupuesto de 12 ó 13 millones de pesos anuales, pero el 80% se destina en sueldos. Por lo que se infiere que es “un milagro” que al día de hoy el Club esté en pie. Y esto debido al trabajo de su gente,  sus empleados, entrenadores, a su comunidad y al barrio en general. Y gracias a los socios, que a pesar de la realidad, reinan en alegría y optimismo, sabiendo la crisis, la camiseta está más puesta que nunca.

Entre la amistad y la enemistad del Club con el Gobierno de la Ciudad, Jorge asegura que no hay enemistad, y que quién esté frente a una ONG tiene que tener una relación con el Estado, independientemente de su mirada política. “en la Legislatura se creó una Comisión de seguimiento de la evolución del problema de Comu, que está presidida por Bruno Screnci (PRO) pero que está integrada por todos los bloques, que están apoyando permanentemente a la salida y recuperación del club”.

Desde el Órgano Fiduciario, tienen la potestad de manejar todo lo que sean decisiones de administración, pero no la tienen sobre lo que sean decisiones de disposición, y un microestadio –por ejemplo- es una disposición. Ni siquiera lo permiten los códigos de planeamiento urbano, así que es inviable, exceptuando que en algún momento se cambie el Código de edificación. Por otro lado, se está por cerrar un acuerdo con el Banco Ciudad para la explotación de cartelería y con la camiseta de fútbol, ya que tener un equipo en Primera B Metropolitana trae beneficios importantes y un ahorro en lo que es cargas sociales de los empleados de todo el club.

“Este tiene que ser un club amigable, confiable, donde la familia se sienta cómoda. Estamos intentando darle a partir de simples mejoramientos estéticos hacer que la gente se sienta en un lugar más lindo. Por otro lado estamos trabajando en temas de seguridad, y no se habla solamente de Policía, sino de las habilitaciones, los planos, los techos y los seguros. Hay actualmente unos 2.000 socios, y en poco tiempo si se hacen las cosas normalmente deberíamos tener el doble. Comunicaciones se puede transformar en un lugar querible y no como en otro momento se dijo que estaba en manos de vándalos, cuando en realidad lo que ocurrió fue que hubo un desgobierno y cada uno hacía lo que quería. A partir de esa confiabilidad que queremos lograr, la idea es conseguir las inversiones necesarias para levantar la quiebra”, concluye Jorge Rapaport.