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18 de julio 2013
CHARLA CONTRA LA DISCRIMINACION EN LA PATERNAL
“Envejecer es un proceso dinámico, gradual, natural e inevitable”
Escribe: Diego Kaul
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El proceso de envejecimiento, más allá de estar marcado por cambios biopsicológicos, es concebido culturalmente y toma las características particulares de cada grupo humano, produciendo múltiples maneras de representarlo.
Desde fines del siglo XIX la temática del envejecimiento fue concebida como un problema biomédico, donde salud y enfermedad emergían como los ejes centrales para pensar a las/os mayores.
Esta visión, tiende a que se atribuya a los cambios propios de esta etapa, un sentido de declinación, deterioro o enfermedad.
Hoy existen nuevas miradas más abiertas y complejas que explican el envejecimiento humano como el resultado de una lectura cultural multideterminada donde diferentes disciplinas aportan sus puntos de vista y diversos factores de orden social, económico, demográfico, u otros inciden en la construcción
social del envejecimiento.
El Dr. Daniel Maglioco, coordinador de Redes de la Sociedad del INADI, el 16 de julio a las 16.30 hs., dio una charla en el Centro de Jubilados Asociación Civil “La Paternal” (Dto. Alvarez 2175). La misma estuvo centrada a la prevención de la discriminación a los adultos mayores, dirigida a personas de la tercera edad. Asistieron más de 40 personas y contó con la presencia de Marta Guzmán, representante del INADI en la Comuna 15 y Betina Montes, presidenta del Centro de Jubilados.

El Dr. Daniel Maglioco conversó con Nuestro Barrio:

¿Cuál es el objetivo de las charlas?
La idea es pasar un buen rato, charlar con los adultos mayores, no pretendemos mucho más en esta instancia, creemos que lo estamos logrando porque la gente se engancha, pregunta, cuenta sus experiencias, pero en general nuestros adultos mayores son muy evolucionados, muy piolas y en seguida se dan cuenta que se puede trabajar con estos conceptos, con estos discursos que la sociedad hace erradamente.
El concepto del adulto mayor pasivo no existe, lo mejor que pueden hacer es alguna actividad, de las que prefieran. No hay que quedarse quieto, hay que moverse, e intentar hacer las mismas cosas, o parecidas, de las que hacían antes de jubilarse.

¿Dónde se brindan?
Estamos tratando de dar una charla en cada uno de los centros de jubilados en la Ciudad de Buenos Aires y en provincia. Sabemos que es un arduo trabajo porque hay muchos centros de jubilados, pero lo que queremos llevar es la palabra del INADI sobre el tema discriminación. Hay muchos adultos mayores que no están viviendo en las condiciones que deberían, quienes tienen relación con otros grupos etáreos, quienes tienen contacto con la cultura, saben que no está naturalizada la discriminación hacia ellos. Estos preconceptos de los que hablábamos recién son los que queremos descontracturar y por lo menos poner una palabra que valga la pena. No pretendemos mucho más.

¿Se organizan charlas en las escuelas?
Se dan en las escuelas y es bueno porque promovemos la mirada del adulto mayor hacia los chicos, sumando integración con actividades intergeneracionales. Pero también tenemos un área de capacitación del INADI que trabaja con todos los sectores de la sociedad, y además con todos los organismos públicos. También asesoramos a diferentes ministerios, trabajamos con la gente de la prensa, con algunos conceptos que a veces son discriminatorios, pero los tenemos en el uso diario y no nos damos cuenta. Tratamos de esclarecer algunas cuestiones en ese sentido, por eso el INADI es un trabajo en conjunto que trata de abarcar todas las áreas posibles.

Esta actividad del INADI es producto del trabajo de la Coordinación de Redes de la Sociedad, a cargo del Dr. Maglioco, y cuenta con especialistas que llevan a cabo las distintas temáticas que surgieron de las propuestas que los vecinos y las organizaciones acercaron a los representantes del Instituto en cada Comuna.
Así mismo, el Plan Nacional contra la Discriminación, indica que aún “cuando la prolongación de la vida humana, producto del avance científico es uno de los logros del siglo XX, ella trae aparejada, para la franja etárea de adultos mayores, el surgimiento de nuevos desafíos y problemas sociales, que conllevan en muchos casos situaciones de discriminación”.
Envejecer es un proceso dinámico, gradual, natural e inevitable, en el que se dan cambios a nivel biológico, corporal, psicológico y social, que transcurre en el tiempo y está delimitado por éste. No constituye una etapa rígida sino que es una parte más del crecimiento del ser humano como lo son la niñez, la adolescencia o la adultez.

El viejismo
La noción de viejismo, o también traducido como edaismo (ageism), fue introducida por el psiquiatra norteamericano Robert Butler en el año 1969 y permitió visual izar el conjunto de prejuicios y estereotipos sobre el envejecimiento y la vejez.
El viejismo implica una serie de actitudes y concepciones discriminatorias que se pueden expresar en conductas negativas o violentas hacia las/os adultos mayores; instituciones y políticas sociales inadecuadas; carencia de recursos económicos y comunitarios; falta de accesibilidad, entre otras prácticas sociales que limitan la integración efectiva de las/os adultas/os mayores.
Todo prejuicio promueve que entendamos la realidad desde una lectura selectiva en la que "Ias concepciones previas producen la prueba destinada a su confirmación" (Iacub, 2001) Y estigmatizan a los individuos de acuerdo a imágenes negativas y estereotipadas basados en la pertenencia a un grupo o sector social.
Uno de los factores más complejos del viejismo es que actúa de manera silenciosa, sin ser advertido o, como señala Levy y Benaji (2004), de manera implícita. A diferencia de los prejuicios sobre otros grupos, donde los victimarios y las víctimas son reconocibles y se expresan manifiestamente. El viejismo suele no ser explicitado, no aparece como un odio fuerte, aunque el sentimiento negativo hacia el grupo "de viejos" se encuentre muy extendido; y aún en las/os adultas/os mayores pueden ser víctimas de su propio prejuicio. Estos procesos y comportamientos se producen automáticamente en los pensamientos cotidianos, sentimientos, juicios y decisiones del conjunto de la población.
Estos prejuicios promueven tres actitudes fundamentales:
- Una dislocación social que promueve una pérdida de roles sociales que a su vez generará menor autoestima y un estatus social disminuido, así como promoverá una decreciente participación social.
- El uso de estereotipos: creencias basadas en características excepcionales o inexistentes atribuidas de manera categórica a todos los miembros de un grupo en particular.
- La estereotipia como el proceso psicológico y social a través del cual se ignoran los atributos y características personales y se etiqueta a los individuos de acuerdo a estereotipos basados en la afiliación grupal. (McGowan, 1996)