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10 de junio 2013
MATEMURGA: MANOS A LA OBRA
La historia de Villa Crespo en un mural
Escribe: Diego Kaúl
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En 2009 el Grupo de Teatro Comunitario de Villa Crespo, Matemurga pintó un mural
en la esquina de Luis Viale y Rojas, cuya temática fue la historia de Villa Crespo.
Un año después, la obra fue demolida a causa de una rajadura que podía provocar derrumbe.

Este mural cuenta un poco la historia de Villa Crespo, fue creado a partir de una pesquisa de documentos fotográficos, testimonios y libros. “Después de casi cuatro años de su inauguración, en Matemurga experimentamos la alegría de haberlo hecho vivir otra vez, con la presencia de muchos vecinos que participaron y dejaron, en cada pincelada, una marca y una huella: la fuerza y la alegría de lo colectivo, el arte como uno de los ejes de la vida comunitaria”.
Matemurga nació el 18 de agosto de 2002, a partir de una convocatoria de su directora, Edith Scher, a los oyentes del programa de radio Mate Amargo. Con el tiempo, el grupo se independizó del programa. A partir de 2006 comenzó a echar raíces en Villa Crespo. Sus lugares de ensayo, además de la plaza 24 de septiembre, han sido el club Atlanta y, posteriormente, la escuela Andrés Ferreyra.
En la actualidad Matemurga tiene su propia sede en Tres Arroyos 555. En octubre de 2004 estrenó la primera versión de La caravana, una historia de la resistencia a partir de canciones de la memoria colectiva, espectáculo con el que recorrió fábricas recuperadas, clubes, escuelas, salas de teatro, facultades, encuentros de teatro comunitario y con el cual participó en innumerables actos por los derechos humanos.
Porque un mural es, para un grupo de teatro comunitario, un modo de perpetuar, hacer visible y tangible en una expresión plástica, aquello que hace siempre: arte de la comunidad para la comunidad.
Además, Matemurga tiene su película. El documental llamado “Matemurga 2002-2012”, que dura casi 30 minutos, quiere dar cuenta de lo que el teatro comunitario ha significado en la vida de este grupo humano, integrado hoy por 80 personas, pero por el cual pasaron más de 100. Cómo el arte, en este caso el teatro, ha sido, a lo largo de todos estos años, el motor de transformación y el ensanchador del horizonte de estos vecinos actores, que han cambiado las relaciones con las instituciones del barrio, con el espacio público, que han encendido su esperanza y su capacidad de modificar la realidad. Todo ello en un contexto de pertenencia a un red: la Red Nacional de Teatro Comunitario. www.matemurga.com.ar