Son los Rincones en donde atesoramos añoranzas y años de vida: el de los Recuerdos y el de los Vitalicios de la A.A.A.J.
Y cuando decimos Veteranos no nos referimos a quienes vistieron la casaca de los Bichos de La Paternal hace un tiempo y perduran en el recuerdo de los aficionados al buen fútbol, sino a los Veteranos de la Guerra en la Islas Malvinas, pues el sábado 16 de octubre visitó Las Malvinas, nuestras Malvinas, el Veterano de Guerra VGM José Marcelino Rodríguez, s/c 1962 quien vino acompañado del s/c 1939 Angel Kandel, Socio Vitalicio N° 735 y compartió una visita a nuestras instalaciones y un almuerzo con integrantes del Rincón del Vitalicio de la A.A.A.J.
Fueron muchas preguntas al amigo Veterano y todas las respuestas de quien nos dejó como recuerdo una bandera argentina con el mapa de la Islas Malvinas estampado junto al Sol que las ilumina "tras un manto de neblina...".
Y también hubieron preguntas del Héroe del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur respecto a los Bichos, a la Institución, al Semillero del Mundo y, no podía faltar, la magia nacida aquí: Maradona, Diego Armando Maradona.
Cada una de las preguntas fueron respondidas por los memoriosos Veteranos de nuestros tablones y así José Marcelino supo que Diego llegó por recomendación de otro "Cebollita", Carrizo, quien insistía a Francis Cornejo con traer a un amigo, "¡ese juega mejor que yo, es un crack...!".
Y al fin Francis cedió y Carrizo lo trajo a probarse.
- "¿Cuál es tu nombre?", preguntó Francis Cornejo y ese tímido chico, que parecía endeble, tímidamente respondió con cierto susto:
- Yo..., Diego..., Diego Armando Maradona.
Francis Cornejo se sorprendió por lo que veía y dijo de ir hasta la casa del chico para pedir ver su documento y verificar la edad.
- "No puede ser, no tiene la edad que dice, debe ser un enano".
Confirmó la edad, Diego quedó e integró el equipo de "Los Cebollitas" que tomó ese nombre pues debía intervenir en un torneo que si bien era auspiciado por la A.F.A., no podía usar el nombre del Club ni los colores de la camiseta tradicional.
Así como Chacarita Juniors presentó a "Los Funebreros", el Bicho tuvo a "Los Cebollitas" que usaron una casaca blanca con dos listones rojos a un lado y causaron sensación. Fueron imparables tanto en ese torneo jugado en el Parque Saavedra, como cuando ya defendían nuestros colores en las divisiones inferiores.
Jugaban, daban caricias a los ojos de los espectadores, ganaban y mantuvieron un largo invicto.
Luego sus partidos en la vieja cancha de tribunas de madera.
El asombro que causaba, la admiración de propios y extraños y ya ser "ese Pibe que la mueve lindo en Argentinos".
Diego haciendo "jueguito" en los entretiempos, su relación con Cysterpiller, su debut en primera, su fútbol de potrero con el que extasiaba, sus "inventos" de jugadas fuera de libreto, sus goles, su imán para traer y atraer a exquisitos degustadores del buen fútbol a ver y deleitarse con la magia nacida en las piernas de ese superdotado.
Todo aquel que para ver fútbol tuviese "paladar negro", hacia esa procesión laica al Templo del Fútbol de Juan Agustín García y Boyacá para ver al Pibe, a "ese Pibe" tan especial.
La Paternal, barrio acostumbrado al buen fútbol, al toque, a la pelota al pié y al buen trato, se vistió con sus mejores galas e iba reteniendo a ese otro Poeta de la Zurda, que bordaba filigranas en el escaso pasto paternalense.
Fue un sueño "criar" a ese Monstruo futbolero.
Los domingos eran una fiesta de fútbol-ballet.
Se recibió de crack cuando ya los rivales debían tratar de detenerlo con faltas de todo calibre porque era imparable.
El "Loco" Gatti, arquero de Boca Juniors, en la víspera de tener que enfrentarlo se rió de "ese gordito", y ese gordito le hizo cuatro goles en ese partido en el que los Bichitos golearon a los Xeneises.
Sus piernas creaban cosas imposibles, como imposible fue retenerlo y así pasó a un club grande, trampolín necesario para su breve paso por Boca Juniors y viajar a Europa.
El sabor dulce de los recuerdos hacen aún revivir sus jugadas, sus anécdotas, esas vivencias que los Pibes de Antaño que se nuclean en el Rincón del Vitalicio atesoran y que ese sábado 16 de octubre de 2021, volcaron en el VGM José Marcelino Rodríguez, que en 1982, mientras Diego Armando Maradona defendía los colores patrios jugando en el seleccionado argentino el Mundial de Fútbol que se realizó en España, José Marcelino lo hacía defendiendo y exponiendo su Vida, esas islas del sur que por siempre sentiremos nuestras.
Sin saberlo, hacíamos zapping en un canal que transmitía noticias desde esas Islas para pasar a otro donde José María Muñoz coreaba los goles de Maradona.
Caras de la moneda en una historia muy especial.
El destino hizo que nuevamente Diego Armando y José Marcelino, Maradona y Rodríguez, estuviesen presentes en las Malvinas, ahora en nuestras Malvinas.