La marroquinería Tres G, ubicada en el barrio de La Paternal, cerró en mayo pasado de un día para el otro dejando a sus trabajadores en la calle que se organizaron y formaron una cooperativa. Un allegado al ex dueño, en complicidad con la policía, trató de usurpar el lugar.

El sábado 10 de noviembre, una persona se presentó en la puerta de la fábrica, ubicada en Seguí 2262, y en complicidad de la Policía de la Ciudad, obligó al portero, integrante de la Cooperativa Renacer, a abandonar la fábrica.

La persona que usurpó la cooperativa durante varias horas se había presentado como el dueño del lugar, pero después se conoció que era un allegado. El abogado de la cooperativa, Luis Palmeiro, confirmó que no tenía ninguna facultad para ingresar a la fábrica, “es un usurpador y aunque fuera el dueño, una vez que la empresa pasa a ser reconocida como cooperativa, ésta ya no tiene esa facultad”, explicó Palmeiro. 

La fábrica de carteras, bolsos y otros artículos de cuero fue abandonada por su dueño el 11 de mayo de este año. Los 20 trabajadores se enteraron cuando fueron a trabajar y se encontraro en con la puerta cerrada, con una nueva cerradura y candado, y las vidrieras tapiadas por tablones.

Los empleados con gran esfuerzo lograron volver a poner en marcha la PYME y hace un mes obtuvieron la matrícula que los reconoce como empresa recuperada del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), que es el organismo nacional que actúa en estos casos.

El lunes 12, al día siguiente de la usurpación, los trabajadores de la Cooperativa Renacer pudieron reingresar a la fábrica. Fue la Fiscalía Penal Contravencional y de Faltas N°5, a cargo Dr. Kessler, que ordenó la restitución del inmueble y la designación como depositario judicial de la fábrica y sus bienes al presidente de la cooperativa, Fabián Barreto.