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22 de Septiembre 2016
"ESTAMOS DEFENDIENDO NUESTRA FUENTE DE TRABAJO"
Los trabajadores de "La Litoraleña" quieren que los dejen producir
Escribe: Dafne Strobino Niedermaier
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La fábrica de tapas de empanadas y tartas La Litoraleña funciona desde hace 46 años en el barrio de Chacarita. Tras el vaciamiento producido por los dueños, los trabajadores formaron una cooperativa, hasta el momento la Justicia les impide producir.

La fábrica de tapas de empanadas y tartas La Litoraleña está ubicada en Girardot 345, en el barrio de Chacarita (Comuna 15). Luego del vaciamiento ocurrido a fin de año pasado, 70 trabajadores formaron una cooperativa, ahora piden que la Justicia los autorice a utilizar el equipamiento de la empresa y ponerla a producir, opción que explícitamente indica la ley de quiebras. Pero la jueza Valeria Pérez Casado, del Juzgado ° 18 de la Ciudad, se los negó y ordenó el desalojo.

Sin embargo, los trabajadores se turnan para hacer guardias y no abandonar el lugar, tienen una consigna de la Policía Metropolitana que vigila todos los movimientos de la fábrica. Luis Baini, presidente de la cooperativa de La Litoraleña expresó a Nuestro Barrio “nosotros solo queremos que se nos permitan trabajar para poder mantener a nuestras familias. Muchos somos trabajadores con más de treinta años de antigüedad en la empresa”.

El dueño de la empresa, Rodolfo Conti, se fue de la fábrica adeudando cuatro meses de sueldo al personal y además dejó de realizar los aportes jubilatorios y de hacerse cargo de cumplir con los convenios firmados con una mutual de consumo y crédito, que les reclamó a los propios trabajadores el dinero que la empresa debía pagar.

70 trabajadores crearon la cooperativa de trabajo para retomar autogestivamente la producción de tapas de tarta y empanadas, piononos, pastas y pre pizzas. Hasta ahora se vienen manteniendo con las ventas de un local que tienen en Av. Garay 3778 en el barrio de Boedo, donde venden productos de otras cooperativas y empresas recuperadas como la muzzarella de Séptimo Varón, la mercadería de Doña María y fiambres de Torgelón.

Baini cuenta a Nuestro Barrio que “es una pelea larga. Nosotros solo pedimos el permiso para utilizar las máquinas y poder producir y sostenernos. Es muy desgastante para nuestras familias no cobrar un sueldo todos los meses. Apelamos en la Justicia porque no nos dan una solución, ahora la Cámara de Apelaciones tiene que resolver, esperemos que se resuelva favorablemente”.

“No somos usurpadores como dice la jueza, estamos defendiendo nuestra fuente de trabajo. Nosotros necesitamos el permiso de la justicia para tener legalidad. Nosotros no pretendemos adueñarnos de nada, queremos defender la fuente de trabajo, vamos a seguir haciéndolo porque no nos queda otra”, continúa el presidente de la cooperativa.

“Es duro pero estamos bien organizados. Nos estamos formando en ventas y tesorería para administrar y gestionar porque esto es muy diferente a estar en relación de dependencia con un patrón, todo es un aprendizaje pero no es imposible, se puede hacer con orden y disciplina”, explica Baini.

Los productos de La Litoraleña estaban bien posicionados y muy metidos en el mercado, además de vender en el interior del país exportaban a Chile y Bolivia como también a España y Estados Unidos. Para Baini “se hicieron mal las cosas, no hay una explicación lógica”.

“Estos últimos meses vemos que la materia prima aumentó mucho como también los servicios, acá se pagaba $12.000 de luz y ahora viene $50.000 y eso que no estamos produciendo, a eso hay que sumarle el agua”, se asusta un poco el presidente de La Litoraleña.

“Estamos manteniendo la maquinaria para que esté a punto para cuando nos dejen producir y vender nuestros productos. Tenemos la suerte de haber recibido mucha ayuda de la sociedad, de FACTA (la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados) y de la cooperativa de consumo La Yumba”. Para cerrar la entrevista Luis Baini nos despide diciendo “nosotros estamos acá y vamos a seguir luchando”.
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