Entre los primeros amores figuran ellas. Cuando mamá deja de ser la primera novia, para muchos niños la maestra, la "seño" pasa a ser parte inconfundible de su corazón. Es usual en jardín escuchar a los más pequeños hablar de su maestra con amor, con toda la devoción que un niño demuestra cuando es feliz y se siente cuidado. Un poco más mayorcitos, entrados en el mundo de la escuela primaria, cuando la "seño" los dejó trazar sus primeras palabras en birome, ellas pasan a ser muchas vces, las confidentes y el oído incondicional de quienes en el aula más las necesitan.
Pero ¿Hasta qué punto el compromiso puede llegar a cruzar la barrera de la escuela como institución primera formadora? ¿Qué pasa con el pensamiento de la "Seño" que lleva a sus niños hasta su casa? He aquí, el día del maestro en otra dimensión.

Muchas son las maestras que se comprometen verdaderamente con sus alumnos. Que no se quedan con la falta de concentración de un niño, sino que miran más allá de sus cuadernos y llegan a internalizarse con la carencia de su alumno. Me he encontrado con maravillosas maestras de la vida, que no sólo me enseñaron que significaba el famoso Teorema de Pitágoras o dónde exactamente quedaba el Mar Rojo. Ellas me han conocido en profundidad y por medio de esta columna quisiera contar anécdotas dignas de ser recordadas. Recuerdos míoos y de muchas personas que alguna vez en su vida ocuparon un pupitre en la escuela.

Una maestra descubrió que los niños más carenciados en alimentos eran los que menos reclamaban la vianda que algunas escuelas de la Ciudad otorgan. A ellos se evocó, haciendo una lista y exigiendo que estos niños pudieran comer lo que necesitaban. A los más pobres dio sachets de leche cuando éstos sobraban y se debían tirar.

Una maestra hizo una colecta de ropa, para no ver sufrir más a sus niños cuando el frío no podían concentrarse. Lo logró. Y para su sorpresa, un grupo de padres siguió el ejemplo, y una vez por mes se realizan las famosas "ferias americanas", que realmente brindan prendas sin o con muy bajo costo.

Una maestra se disfrazó de Papá Noel un fin de año, y con esa excusa regaló juguetes a sus alumnos en una pequeña escuela del interior.
Un maesro incentivó a un alumno apasionado por el fútbol a seguir su vocación, mientras su familia por temor se negaba al deseo del niño. Hoy es un gran jugador argentino.

Una maestra movió cielo y tierra para encontrarle trabajo a una mamá de uno de sus alumnos de 1er grado. Hace varios años que la mamá trabaja dignamente y con respeto a su trabajo.

Una maestra una vez me dijo "por más que no te lleves bien con matemática, nunca tires la toalla". Pude aplicar esa frase en varios aspectos de mi vida.

Una maestra enseñó a su alumno que la perseverancia rendía sus frutos. Después de muchos intentos, el examen de geografía fue aprobado.

Un maestro se quedaba hasta después de hora para explicar fórmulas de química a todos los que no entendían.

Ellos nos enseñan a leer, a acontar, aprendemos geografía, lengua, matemática, ciencias naturales y sociales, inglés y educación física. Pero también enseñan el compañerismo, el amor propio, la responsabilidad, el respeto, la honestidad y el esfuerzo.

A todos ellos y ellas. Muy Feliz día!!!