Visitas:
11 de junio 2014
POR FIN VOLVISTE MUNDIAL
Durante cuatro años se alimentan esperanzas, se renuevan expectativas y se redimen decepciones
Escribe: Pedro Santis
Copyright © 2013 nuestrobarrioweb.com.ar - Medio Digital Comuna 11 y 15 – Todos los Derechos Reservados

Como bien versa una publicidad de tarjetas de crédito "hay cosas que no tiene precio", una de ellas es el Mundial de Fútbol. Desde su aparición en 1930 hasta el presente siempre ha gozado de un gran deslumbramiento por parte de los fanáticos de este deporte. Incluso en la actualidad, aun aquellos que no son aficionados regularmente en tiempos de mundial muestran interés en el mismo.
Cada edición de este torneo internacional ha tenido características propias de su época, pero el núcleo central que las iguala es la masa de gente que frente a este espectáculo se regocija con sus pares hasta más no poder.
Durante cuatro años se alimentan esperanzas, se renuevan expectativas, se sanean heridas y se redimen decepciones. Al término de una edición un solo país será el que festejará mientras que los otros darán vida, una vez más, al ciclo de ilusiones futbolísticas inmediatamente al día después de quedar eliminado de la competencia.
Países con más tradición futbolera o aquellos con menos, todos muestran su desesperación por ser parte del Mundo Fútbol, por ser parte de esta fiesta. Cuatro años de espera se reducen al goce de tan sólo un mes.
Sociólogos, filósofos, psicólogos, economicistas. Desde las distintas ramas del pensamiento humano se ha estudiado este deporte; que tal cual como lo conocemos hoy día fue inventado en Inglaterra a mediados del siglo XIX, pero que salto a la fama durante la segunda mitad del siglo XX, cuando el juego aumentó en su comercialización. Se convirtió en un gran negocio, fundamentalmente en el del entretenimiento. Los medios de comunicación han jugado un papel muy importante, especialmente la televisión. El arraigo popular del llamado por algunos 'deporte más popular del mundo' ha recorrido todos los continentes, aunque todavía son Europa y Sudamérica las principales zonas donde las figuras más destacadas ofrecen su esfuerzo y su talento.
En la Argentina, el juego fue introducido por los residentes ingleses en Buenos Aires, y la AFA se fundó en 1891. Sin embargo, arraigó con cierta lentitud y al final fueron los inmigrantes italianos los que hicieron popular el juego.
Pero entre tanta algarabía y añoranzas el fútbol como fenómeno cultural que es, se entremezcla con distintas situaciones y miradas socio-políticas.
Desde un comienzo el deporte se tiño de política y se lo uso como punta de lanza.
Con solo ver la foto de coronación del equipo argentino en el mundial del '78 recibiendo la copa de manos de genocidas habla por sí solo.
Aunque muchos critican el hecho de que suenen los himnos nacionales previamente a comenzar un partido de la copa del mundo, otros no lo ven con malos ojos pues aquel equipo identifica a una nación. Incluso, debe ser una de las cosas que más identifican a los pueblos que competen en este certamen.
Pero es necesario destacar ciertas cuestiones que tergiversan el espíritu deportivo y el nacional. Los himnos no son la antesala de ninguna guerra y por ende todos los inmiscuidos en el desarrollo del juego deben estar concientes de ello y actuar de acuerdo a la circunstancia. Esto significa, actuar con altura y respeto por el prójimo, la famosa excusa de que "…en un partido el jugador esta acelerado y ello lo lleva a hacer cualquier cosa…" no es aceptable. Por otra parte, no hay que entender que en estos encuentros deportivos esta en juego el honor nacional o la disputa/resarcimiento por problemas acontecidos en el ámbito político, social o económico. Es fundamental no perder de vista esta idea, tanto por parte de la sociedad civil y, especialmente, de la prensa que suele ser quien alienta estas cuestiones.
Hoy por hoy el fútbol forma parte de la cultura de masas y de la cultura del ocio, esta es su función. No le demos un patrioterismo chauvinista a una cuestión que no la merece. Sepamos darle a cada cosa su lugar y a cada acción su importancia.