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3 de Mayo 2019
MAPA DEL RUIDO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Alta Tensión: La Comuna 11 en promedio registra entre 60 y 70 dBA en horarios diurnos.
Escribe: Lic. Mónica Rodríguez
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Así se llamaba un antiguo programa musical de principios de la década del ´70. Pero a juzgar por la contaminación acústica a la que estamos sometidos los porteños, bien podría aplicarse a nuestro entorno.
La Organización Mundial de la Salud plantea que el ruido es una amenaza infravalorada. Convivimos con él, desarrollamos gran parte de nuestra vida cotidiana rodeados de él pero no tomamos consciencia de que la exposición prolongada puede afectar nuestra salud a través de efectos en el sueño, enfermedades cardiovasculares o trastornos relacionados con la audición.
Además declaró en el año 1986 que la pérdida auditiva por exposición excesiva a ruido es una de las enfermedades irreversibles más frecuentes. Más de 1.100 millones de jóvenes en el mundo están en riesgo de sufrir pérdidas de audición a causa de usar en forma reiterada dispositivos electrónicos y auriculares a niveles sonoros más altos que el recomendado, mientras que ya hay más de 43 millones de jóvenes entre 12 y 35 años con discapacidades auditivas. Los especialistas señalan que esto se debe principalmente al aumento de los niveles de ruido en el entorno que nos rodea, tanto laboral como debido a una exposición voluntaria a ruidos excesivos en entornos recreativos.

Los mapas de ruido son representaciones en forma gráfica de la situación acústica existente o pronosticada en una determinada zona, durante un determinado período de tiempo, basadas en los índices acústicos legalmente establecidos.
Como parte de las acciones ambientales que la Agencia lleva adelante, y en cumplimiento de la Ley 1.540, se encuentra el relevamiento de los niveles de ruido de la Ciudad de Buenos Aires. En este caso, representa a las emisiones sonoras producidas por las fuentes móviles, es decir, automotores y ferrocarriles.

En la ciudad de Buenos Aires, tres millones de residentes, sumados a quienes vienen a diario a trabajar y las personas que nos visitan deben soportar niveles de ruido superiores a los 65 db recomendados por la Organización Mundial de la Salud, según puede verse en el reciente mapa interactivo del ruido de nuestra ciudad.
La fuente principal de ruido en los ambientes urbanos sigue siendo el tráfico, que es el causante de más del 80% de la contaminación acústica en esta urbe.

Los barrios con menos contaminación sonora son La Boca, Barracas, Devoto, Villa Urquiza y Saavedra. Y que en el otro extremo, las zonas más ruidosas son casi todas las avenidas, entre ellas Juan B. Justo, Belgrano, Paseo Colón, Entre Ríos, Rivadavia, Callao, Independencia, Francisco Beiró y Corrientes. Entre todas ellas, Triunvirato es la peor, sobre todo a la altura de Villa Ortúzar. Entre Mariano Acha y Tronador se registran picos de más de 80 decibeles.

La Comuna 11, en conjunto registra decibeles menores a las zonas céntricas, aunque  en promedio está entre los 60 y 70 dBA. Las grandes avenidas (Beiró, San Martín, Nazca y Juan B. Justo), José Cubas entre San Nicolás y Fernández de Enciso y algunas cuadras de Lascano y Av. Jonte (entre 4700 y 3900) las que sufren entre 75 y 80 dBa durante el día. Durante la noche, los ruidos en esta zona se atemperan bastante.
Resulta paradójico que el Hospital Roffo, dedicado a la atención e internación de pacientes oncológicos reciba el mayor impacto acústico de las tres grandes avenidas, siendo casi el único sector de la región sometida a una contaminación acústica mayor a 80 dBA en los horarios diurnos.

Consecuencias de la exposición al ruido
Pérdida de audición, falta de equilibrio, predisposición a la diabetes, aumento del colesterol e insomnio son algunas de las consecuencias de la exposición crónica al ruido, alertaron especialistas, que precisaron que a partir de los 60 decibeles los sonidos empiezan a ser perjudiciales. También puede generar “estrés, nerviosismo, trastornos del aparato digestivo, el sueño y el aprendizaje, enfermedades cardiovasculares, disminución del rendimiento laboral y cambios en el comportamiento social”.