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14 de Abril 2020
RELATOS CASEROS DE AISLAMIENTO
Te extraño, Pago Fácil
Escribe: Nacho López
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“En pantuflas, sin moverte de tu casa, con sólo un click y listo”. Pasaron poco más de veinte años del texto de ese aviso publicitario de un banco que salió publicado en los diarios y que redacté yo mismo.
Sin embargo, el home banking y yo nunca nos habíamos visto las caras hasta el viernes pasado. Yo era un tipo feliz, inmensamente feliz. Cada comienzo de mes, me acercaba a mi Pago Fácil de cabecera y con todas las facturas en mi mano, charlaba con cada compañero y compañera de fila, que en general eran un poquito más grandes que yo de edad. Que como está el nieto, que ya empezó el jardín, que qué tiempo loco, que estos de Metrogas nos aumentaron un montón!, que a mi vecina Mabel le cortaron la luz. Minutos que a veces se hacían horas gracias a la interrupción cotidiana de los muchachos del camión de caudales que nos permitían hablar mucho más. Qué épocas aquellas, por Dios!
Pero resulta que a este virus jodido le molesta que la gente se comunique en una fila. Y el viernes pasado me deshice en llanto tras comprobar luego de una exhaustiva recorrida que todos, absolutamente todos los Pago Fácil de la comarca, habían bajado la persiana.
Junté el montón de facturas arrugadas y humedecidas con lágrimas, a punto de vencer, y juro que pensé encadenarme en la puerta del local como señal de protesta. Pero me di cuenta que había salido sin cadenas y sin alcohol en gel. Abrí mi notebook, ingresé a la web de mi banco, fui al home banking y nadie dio la cara. Mensajes anónimos que se desplegaban en ventanas de la compu con lenguaje robotesco.  Código incorrecto, contraseña inválida, inténtelo en un rato. La conexión no es del todo buena. Bájese la App. Necesita el Token. Ayyyyyyyyyy, pero yo solo quiero pagar!!!!!!!
Salgo bien provisto de alcohol en gel a conseguir mi maldito Token y me juego la vida entrando a un cajero automático. Lo obtengo fácilmente pero cuando regreso el home banking me histeriquea con no sé que otros códigos. Me bajo la App del Banco y logro hacer algunas operaciones. Me bajo Mercado Pago y logro pagar algunas otras cosas, hasta que me rechaza el pago de Metrogas. Justo el gas! No quiero morir de frío en pleno coronavirus. Me dicen que me devolvieron la plata, pero en home banking no me aparece. Odio a todos estos robots, los odio con el alma. Llamo por teléfono a todos los 0800. “Con motivo de la situación de público conocimiento, hemos decidido cuidar a nuestros empleados y clientes y utilizar únicamente los medios digitales para solucionar sus problemas”, me dice una máquina a la que puteo en arameo, japonés e italiano. Ella muy cordial, solo me reitera su mensaje.
Ahora me dispongo a pagar el celular. Ni Movistar me atiende el teléfono! Intento bajarme la App Mi Movistar y no tengo espacio en este puto aparato que para colmo se me rompió el otro día la pantalla intentando hacer ejerecicio en esta cuarentena bendita. Trato de adivinar cuantos mega debo liberar en almacenamiento, configuración y lpqlp! En el whatsapp ahora hablo con mis amigos, familia, y los robots de Metrogas y Movistar que parece no me entienden!
Una vez que pase todo esto, yo no deseo abrazar a nadie, ni juntarme con mis amigos a comer asado, ni a jugar al fútbol, ni ir a un recital, ni nada de todas esas cosas tan emotivas. Yo sólo deseo  volver a tener tu ticket impreso en mi mano “Pago Fácil” de mi vida.

@nacholopezescribe