Nuestro encuentro tenía una razón de ser: la restauración de su legendario e imponente mural del Che, afincado en las esquinas de Ávalos y Osorio. Una obra íntegra, cabal, que te regala el famoso y solemne rostro del Che mirando al horizonte, como un cazador furtivo eligiendo a su presa, un poema "Canto al hombre nuevo" (autoría de Matevé), 62 banderas de todas partes del mundo, desperdigadas por todos los rincones del mural, y una frase afilada del Gral. San Martín: "Serás lo que debas ser o serás... nada".
Con esa voz agrietada pero alegre Carlos Medina Matevé nos habla sobre el mural:

Me gustaría referirme al porque de este trabajo de restauración de la imagen del "Che" lo cual llama la atención de algunos vecinos, más confieso que aún transitado buena parte del camino (años) algunos conservamos la voluntad y la disposición de trepar a una escalera y reparar lo que otros equivocadamente han dañado. No es enojo lo mío, sólo una sensación de tristeza, ya que teniendo proyectos para otras obras, debo relegarlos; de cualquier manera todo lo hago llevado por una alegre obligación de respeto a mis vecinos, a mi barrio "La Paternal" y a mi querida "Isla". Además haciendo lo que me gusta me siento jóven, viene entonces a mi memoria la respuesta de un hombre de 87 años da al periodista cuando este le pregunta por su secreto para mantener esa disposición y estar proyectando viajes y obras para un futuro, y el entrevistado responde "no hay secreto, es sólo que no me junto con viejos".
"Canto al hombre nuevo" es una canción escrita hace ya años brotada tal vez de la frase del "Che" cuando expresaba que había que hacer al hombre "nuevo".
Banderas del mundo se aviene también a la frase que pronuncia el comandante "Fidel" cuando se confirma el asesinato de Ernesto en una escuelita de un paraje llamado "La Higuera", en Bolivia.
Ahora ya no está en "La Higuera" dice, "ahora esta en todas partes".
Nada es tan malo, todo brinda siempre otras oportunidades hacer por ejemplo nuevos amigos, como estos días allí en la esquina del "Che"; jóvenes artistas, pibas y pibes que ocasionalmente transitan ese espacio y me brindan alegría con su aliento, transeúntes desconocidos que van o regresan de sus labores, un joven traductor de francés que vive y trabaja desde hace 8 años entre nosotros; un médico oftalmólogo que viajó con su familia y regresó fascinado con su mujer y sus niños desde Cuba, un ex maestro de la escuela "República de Honduras", los trabajadores con su carga de chatarra y cartón, los habitantes de la casa, los de las casas linderas. Todos con palabras de aliento y simpatía desde transportistas a particulares bocinas y vivas de aprobación, vecinos de toda la vida, familia Diano que durante 2 meses me banca que le estacione en su espacio de trabajo (la marmolería) una escalera, como así los chicos que ahí trabajan, siempre dispuestos a dar una mano, la buena disposición del Sr. Félix propietario de la finca que me alienta también al expresarme que con eso contribuimos a embellecer "nuestro barrio".
A Ester y Diego mi reconocimiento y mi gratitud ya que desde el periodismo barrial me brindan como así sus anunciantes, la oportunidad de estar comprometido a tratar de continuar escribiendo cuentos, haciendo poesía, componiendo canciones y pintando murales para "nuestro barrio" con amor.
Imperdonable olvido "a mi querida familia que siempre me alienta".