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15 de Abril 2015
JARDINES EN LOS TECHOS
Tendencias Verdes
Escriben: Florencia Di Baja
Terreza sobre cochera en Villa Urquiza
Casa en Villa Urquiza
Casa en Villa Devoto
PH en Almagro
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Ciclos antinaturales
Hay eventos que nos hacen sentir en las vueltas de una espiral. Tal es el caso de las modas, que convierten en obsoletos los productos de la temporada anterior y nos llevan de las narices a comprar lo que ya teníamos, pero en otro color, con otro concepto, con una necesidad de renovarnos que ignorábamos que sentíamos. Y si de artículos digitales se trata, además de pasar de moda, su costo de reparación suele ser similar al de un modelo sin uso, por lo que ante un inconveniente técnico, terminamos volviendo al local a comprar la más reciente novedad.
Que tantas cosas se vuelvan obsoletas debido al consumo creciente, significa, ni más ni menos, que contaminamos no sólo al tirar sino también al consumir, ya que los procesos de producción industriales, en su enorme mayoría, emiten sustancias nocivas -directa o indirectamente- al medio natural y no renuevan los recursos que extrajeron.
Este es un proceso lineal y no hay deja vu que nos lleve a épocas análogas: sea por la calidad de lo que comemos, por la polución que hay en el aire o por el cambio climático, cada vez nos sentimos peor.

"¡Qué calor! Ya sé: prendé el aire"
Los aires acondicionados se perfilan como grandes aliados y los queremos como queríamos a la tele, pero lo cierto es que aportan más al problema que a la solución: al extraer el calor del interior, lo liberan al exterior pero con un plus, ya que un aparato de aire acondicionado estándar expulsa alrededor de un 30% más de energía de la que extrae del interior; esto es porque su propio consumo energético se disipa hacia fuera en forma de calor. Es decir que los aires acondicionados contribuyen al sopor en la ciudad. Pero no todo está perdido: existe una opción para refrescar los ambientes que además de contribuir al ahorro de energía, es beneficiosa para el resto de las personas (y no sólo las que estén en el hogar de uno): la implementación de un techo verde.

¿Un techo verde es un techo con macetas?
No. Un techo verde es un espacio verde creado por la adición de plantas y capas de un medio de cultivo, con la intención de recrear un jardín normal. Para que esto funcione debe incluir una membrana que sirva de barrera a las raíces, un sistema de filtrado y drenaje, un medio de cultivo artificial y plantas cuidadosamente seleccionadas. Veamos algunos ejemplos en nuestras comunas y alrededores, realizados por la empresa Green-b. (ver imagenes)

El arquitecto Reynaldo Biscia, director de Green-b, empresa que en el último año ha realizado 5000 m2 en techos verdes, nos dice: "no hay un solo tipo de techo verde. Un techo verde extensivo (diseñado para un mínimo de atención y mantenimiento) tiene una altura de 12 cm y un peso de 35/45 kg x m2. Uno intensivo (de tipo parque, con fácil acceso) tiene hasta 60 cm de altura y un peso de 350/400 x m2". Respecto a la elección de las plantas, aclara que: "según el techo se elige la vegetación. En el techo verde sostenible se usan fundamentalmente los sedums, y las ventajas se perciben al año; en el caso de los techos con pasto, las ventajas se sienten inmediatamente".

Ventajas que aportan los techos verdes
-Disminuyen las superficies pavimentadas.
-Producen oxígeno y absorben dióxido de carbono
-Filtran las partículas de polvo y suciedad del aire, porque éstas quedan adheridas a la superficie de las hojas y son arrastradas después por la lluvia hacia el suelo. A su vez las plantas pueden absorber partículas nocivas que se presentan en forma de gas y aerosoles.
-Evitan el recalentamiento de los techos y con ello disminuyen los remolinos de polvo: un techo no protegido con plantas, en un día de mucho calor, produce sobre sí un movimiento de aire ascendente llamado "térmica", lo que puede generar que las partículas de polvo depositadas sobre calles, plazas y patios, nuevamente sean impulsadas a la atmosfera y se formen capas de gases, humos y suciedad sobre los ámbitos residenciales. Mediante los techos verdes se puede reducir en gran proporción este movimiento del aire, ya que la temperatura en el colchón de pasto es permanentemente inferior a la temperatura del aire.
-Regulan la temperatura: por medio de la evaporación de agua, la fotosíntesis y la capacidad de almacenar calor de su propia agua, la planta extrae el calor de su ambiente. Este proceso se fortalece aun más por la gran capacidad de almacenamiento de calor en el sustrato.
Por ejemplo, con un sustrato de 16 cm de espesor para una temperatura exterior al mediodía de 30°C, bajo la vegetación puede haber 23°C y bajo la capa de sustrato solamente 17,5°C. Y en ese mismo techo, en invierno, con una temperatura exterior de 1°C, habrá aproximadamente 14°C bajo la capa de sustrato.
-Disminuyen las variaciones de humedad en el aire. Particularmente cuando el mismo está seco, evaporan una considerable cantidad de agua y elevan así la humedad relativa a su alrededor. Por otra parte, las plantas pueden disminuir la humedad del aire con la formación de rocío. Así se condensa la niebla sobre las hojas y tallos de un techo verde y luego pasa a la tierra en forma de gotas de agua.
-Ayudan a la aislación acústica. Las plantas reducen el ruido mediante la absorción (transformación de la energía sonora en energía de movimiento y calórica), reflexión y deflexión (dispersión). En general, es decisivo el efecto de absorción acústica del sustrato sobre el cual las plantas crecen.
-Absorben la lluvia, por lo que alivian el sistema de alcantarillado. Todos sabemos que después de una lluvia torrencial las calles podrían inundarse. Un techo verde con 20 cm de sustrato de tierra y arcilla expandida puede almacenar 90 mm de agua. Sólo el 30% de la lluvia caída desagua y el 70% queda retenida en el techo verde o se evapora. Por lo tanto, se podría redimensionar el sistema de alcantarillado, enjardinando grandes urbanizaciones y zonas industriales y así abaratar costos.
-Ofrecen un espacio vital a mariposas, abejorros y escarabajos. Los techos con brezo son excelentes para las abejas.
-Influyen positivamente en el estado de ánimo de las personas, ya que la vista del verde previene los estados depresivos y aumenta el rendimiento. Es distinto el efecto que produce un techo de grava o con bitumen negro-grisáceo, que el de un techo de hierbas silvestres con su belleza natural; cuando el pasto oscila con el viento y esos movimientos son percibidos ópticamente, actúa tranquilizando a las personas estresadas y estimulando a las cansadas.
Además, el techo verde cambia de aspecto, y no sólo de acuerdo a la época; también existen variaciones a causa del transporte de semillas por pájaros y vientos, y esto puede hacer crecer hierbas nuevas.

Una moda llena de ventajas
Si bien los techos verdes tienen siglos de antigüedad, resurgieron como concepto en Alemania a partir de la década del 60, y hoy por hoy están marcando tendencia en ciertos lugares de Europa y EEUU.

Los techos verdes son una muestra del poder de las ideas aplicadas a la sustentabilidad.
Y cuando una idea es potente, sobrevive a cualquier moda.