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14 de marzo 2012
TODA SU VIDA SE LA DEDICO AL BARRIO
Francisco Cornejo: el descubridor del siglo Una vida dedicada a Argentinos Juniors
Escribe: Pedro Santis
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Francisco Cornejo falleció el 14 de marzo de 2008 a los 76 años de edad, a 4 años de su pérdida queremos recordar al hombre nacido en La Paternal y que toda su vida la dedicó a su barrio y a su club insignia, Argentinos Juniors. El destino quiso que fuera él el encargado de desarrollar y perfeccionar las habilidades de uno de los más grandes artistas de la historia mundial.

Es difícil encontrar por estos tiempos autodefiniciones como estas en un ambiente futbolístico super mediatizado e hiper vedettisado.
Un fútbol argentino al cual las distintas partes que lo forman, desde jugadores, entrenadores, dirigentes, periodistas de todos los ámbitos y los propios espectadores, buscan arañar cierta cuota de notoriedad y preponderancia a cualquier precio, con tal de sentir que pertenecen al mágico mundo de este maravilloso deporte. Los jugadores incursionando y opinando de cualquier cosa como si fuesen profetas portadores de un conocimiento infinito. Entrenadores teorizando sobre un juego como si fuese la última guerra de la humanidad, lo que genera que se fagociten a los principales protagonistas dentro de la cancha. Por último, dirigentes y periodistas afinando la máquina de hacer dinero en que se transformó el fútbol, pero en desmedro de la función social que semejante actividad puede gestar.

Dentro de esa vorágine queremos recordar un hombre que pudo estar en el mundo selecto de la alta sociedad futbolera prefirió seguir haciendo aquello en que más útil se sentía. Francisco Gervasio Cornejo nació en La Paternal y toda su vida la dedicó a su barrio y a su club insignia, Argentinos Juniors. El destino quiso que fuera él el encargado de desarrollar y perfeccionar las habilidades de uno de los más grandes artistas de la historia mundial.
Francis, Negro o Zurdo, distintos apodos por los que se lo conocía en el ambiente del fútbol, tuvo su milagro –como él bien lo decía- al cruzarse en una mañana de sábado de marzo de 1969 con quien estaba predestinado a ser el más grande artista-deportista del juego más popular del mundo. Y fue esa misma mañana cuando se dio cuenta que ese pibe de ocho años era un jugador distinto a todos los demás.

Francisco Cornejo comenzó a ser entrenador de categorías infantiles a mediados de la década de 1950 siempre en su querido “Bichitos Colorados”. Por lo que para el momento de ver, por primera vez, al Pelusa Maradona ya poseía de un ojo experimentado para reconocer los diminutos detalles que hacen de un pibe un gran jugador. Aunque en este caso jamás sabría cuán grande llegaría a ser este jugador que lo deslumbró desde esa primera vez.
La pasión del fútbol fue lo que solidificó la relación Cornejo-Maradona a través de los tiempos y las circunstancias. Francis dirigió al Pelusa, mientras éste iba creciendo, formando su carácter, definiendo su personalidad y descubriendo su enorme talento.
Cornejo fue su descubridor como jugador y su acompañante durante seis años hasta su debut en Primera División.
En ese camino creó y fundó uno de los mitos más grandes y renombrados del fútbol infantil, a nivel nacional e incluso a nivel internacional.
Un día al ir a inscribir a los chicos que dirigía en los Torneos Infantiles Evita y ante la formalidad de identificar al conjunto con un nombre, los bautizó Los Cebollitas. Él mismo no sabe qué fue lo que lo inspiró a elegir dicho nombre pero lo que sí sabía es lo que generó a nivel futbolístico. Ya que siendo el técnico de ese equipo y con un Maradona dirigiendo la batuta lograron transformarse en un equipo casi imposible de vencer con una racha de más de 140 partidos sin ser derrotados.
La grandeza futbolística de Maradona hizo que el mundo reclamase su arte. Y así su mejor descubrimiento se alejó para continuar deslumbrando otros estadios más allá de los límites de La Paternal. Cornejo, impulsado por la emoción que genera estar cerca de aquellos nombres que calan hondo en la historia, continuó su invalorable tarea de guiar y ayudar a crecer, humana y futbolísticamente, a muchos jugadores. Algunos de ellos también muy reconocidos en el planeta fútbol como lo fueron Batista, Borgui, Redondo, entre tantos. Pero estos famosos no son los únicos.
El mejor legado que dejará Francisco Cornejo es el haber sido un ser humano daditativo y comprometido con su comunidad. Gracias a su vocación dio mucho a su prójimo sin esperar nada a cambio. Y esa será su trascendencia. No será algo místico ni abstracto, sino que serán los miles de chicos que pasaron por su vida y disfrutaron de sus conocimientos y  calidez.