En los años 1953 y 1954, Argentinos Juniors tuvo a un exquisito jugador de fútbol, Luis Norberto Castro, "Castrito".
Dominio total de la pelota, exquisito en su juego y a pesar de parecer frágil era un hábil jugador de fútbol.
En 1953 el Tifón de Boyacá terminó de armar su primer equipo casi cuando estaba por comenzar el partido inaugural.
"Los jugadores se conocieron en el vestuario", era un dicho en la tribuna.
Era cierto. Casi a último momento firmaron para el Bicho de La Paternal, los hermanos Nappe, Jorge Martín y Staukas que vinieron como parte de pago de la venta de nuestro número 5 Fantín, que fue a Huracán; Gandini que llegaba de Platense; un número "7", Pronzatti y Franco y Luis Norberto Castro, que llegaban de Lanús.
"Castrito" se destacó desde el principio por su dominio de la pelota, por su exquisitez en el trato de la redonda.
La delantera quedó constituida por: Pronzatti, Castro, Jorge Martín, Gandini y "Chaplín" Mario Sciarra y la media cancha por "Osquita" Distéfano, Orlando Nappe y Franco, mientras que la retaguardia quedaba con Fasciola, "la Vaca Voladora" en el arco y Lablanca y Federico luego reemplazados por Mascarello de "2" al lado de Coscia.
Fue en un partido en que se enfrentaron "Criollos", los criollos de La Paternal y los criollos de Quilmes, Argentinos Juniors y Argentinos de Quilmes.
El partido se jugó en la cancha de Atlanta en la calle Humboldt.
Fue un partido interesante. En un momento del mismo, en un ataque de Argentinos Juniors, la pelota llegó "llovida" cayendo en el área chica de los quilmeños y Levy, que era el arquero de los del sur, saltó para agarrar la pelota pero debajo de él quedó medio encorvado, como protegiéndose, el back central de ellos, Di Carlo, de contextura muy grande, espaldas anchas que prácticamente le hizo, involuntariamente, "caballito" a su compañero de equipo, a su arquero, el que al caer al suelo con la pelota en sus manos no pudo protegerse golpeándose muy fuerte por lo que soltó la pelota que picando iba lentamente, por inercia, picando camino hacia adentro del arco quilmeño.
En las inmediaciones no habían otros jugadores, salvo "Castrito", quien al ver como quedaban los dos jugadores del equipo adversario en el piso y lastimados y viendo la forma en que su equipo iba a lograr un gol, que por las características iba a ser muy injusto, corrió y como un zaguero rechazó la pelota evitando que ésta cruzara la línea de gol y se acercó prestamente a atender a los colegas caídos hasta que llegaron los auxiliares que los atendieron.
Un verdadero ejemplo de caballerosidad deportiva, aspecto también a destacar en la formación de muchos de nuestros jugadores que maman eso, amén del buen trato a la pelota que los transforman en Semillero de Jugadores.
Castro sólo jugó las temporadas 1953 y 1954. Cuando Manuel Giudice vino como técnico, trajo a un jugador de la reserva de Platense que había quedado libre, Martín Pando. No es aquí donde haremos la exaltación de los valores de este jugador que brilló defendiendo los colores del Bicho para pasar a River Plate y a la Selección Nacional.
Fue en ese momento que Castro fue canjeado por el delantero de Atlanta Panzutto, "Codecá" por su gran parecido con el actor, y él fue a integrar el equipo bohemio para luego terminar su carrera en All Boys.
Un caballero del deporte.