Cenas. Flores. Corazones. Cartas de amor. Pasacalles. Declaraciones. Hoteles alojamiento. Lencería. Comidas especiales. El día de San Valentín es uno de los días donde más se festeja, además de las tradicionales fiestas de fin año. El día de los enamorados 2021 será de los más atípicos que recordemos por celebrarse en medio de una pandemia mundial. Pero, a pesar del contexto, no debemos desaprovechar la oportunidad para sorprender a esa persona especial.
Los festejos por el día de San Valentín fueron incorporándose a la sociedad argentina y hoy tienen un impacto concreto en la actividad comercial y el amor se ve reflejado en el consumo. Los rubros con más ventas a pesar de la pandemia son los bombones y golosinas, flores y plantas, reservas en restaurantes y desayunos, indumentaria y accesorios.
Para los enamorados que se encuentran lejos físicamente y no pueden viajar, no significa estar ausente y con la ayuda de las redes sociales y las compras por Internet muchos expresarán su amor.
Pero lejos de las recomendaciones, las variables económicas y la pandemia, dice la leyenda que San Valentín era un sacerdote del siglo III, que ejercía en Roma mientras gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes.
El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados. El emperador Claudio se enteró y como san Valentín gozaba de un gran prestigio en Roma, el emperador lo llamó a palacio. San Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer proselitismo del cristianismo. Aunque en un principio Claudio II mostró interés, el ejército y el gobernador de Roma, llamado Calpurnio, le persuadieron para quitárselo de la cabeza.
El emperador Claudio dio entonces orden de que encarcelasen a Valentín. Entonces, el oficial Asterius, encargado de encarcelarle, quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Le retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que nació ciega. Valentín aceptó y, en nombre del Señor, le devolvió la vista.
Este hecho convulsionó a Asterius y su familia, quienes se convirtieron al cristianismo. De todas formas, Valentín siguió preso y el débil emperador Claudio finalmente ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de febrero del año 270.