Tantas personas, y personajes, nos rodean que casi es tarea imposible recordar las caras y gestos que nos cruzan día tras día. Imagino todo ese rico bagaje de múltiple diversidad que nos caracteriza a cada uno. Me propuse, no solo por curiosidad, sacar de lo cotidiano todas aquellas personas que cumplen un rol en la sociedad. Todos cumplimos uno, pero pocos nos percatamos de ello.
He aquí, una serie de individuos, que a mi parecer y sin tener la intención de molestar a nadie, observándolos un poco más cuidadosamente encarnan un papel asombroso entre nosotros. Sumergidos en su mundo, creen no ser vistos y pasados desapercibidos, yo dejé de mirar para pasar a observar.
Diviértanse con ellos y con ustedes…que también forman parte de “Tribus Urbanas”.
¡Bienvenidos a lo cotidiano!
La verdad sobre los hombres
Por una mujer despechada
Siento que tengo toda la verdad en lo que voy a contar en el siguiente relato. ¿Por qué? Simplemente porque soy mujer. Y despechada, rencorosa y nunca tengo puntería para el hombre perfecto. O casi perfecto. A veces me pregunto, ¿un hombre perfecto es una mujer disfrazada? No lo sé. Nunca pude comprobarlo, pero aquí van mis conclusiones sobre experiencias pasadas al lado de un manojo de testosterona.
Bueno, no queda mucho margen de discusión, a menos que encuentre a mi príncipe azul que me quiera tal cual soy y deje de decirme: “Yo a vos te veo con bigote, sos mi mejor amiga”.